Jennifer Lopez y Ben Affleck se dieron el ‘sí quiero’ el sábado 16 de julio en Las Vegas y posteriormente disfrutaron de su luna de miel en París, acompañados por sus hijos.
Ahora, cuando hace más de un mes que se casaron en Las Vegas, la pareja va a celebrar por segunda vez su boda, en esta ocasión la fiesta durará tres días y tendrá lugar en la casa que el actor posee en Georgia.
Cuando se casaron en Las Vegas, lo hicieron en solitario, y es por eso que quieren volver a celebrar este enlace para que puedan asistir sus familiares y amigos más cercanos. La boda, comenzará el viernes 19 de agosto y durará todo el fin de semana, hasta el domingo 21; según han publicado medios estadounidenses como ‘TMZ’ o ‘Page Six’.
Es más, ha sido ‘Page Six’ el medio que ha recogido las declaraciones de una fuente cercana a la pareja: “Va a ser todo sobre J.Lo. Ben quiere que todo el enfoque esté en ella para su gran día”.
Según este medio, la fiesta empezará el viernes con una cena de bienvenida para los invitados. El sábado se llevará a cabo la celebración nupcial y el domingo terminará la boda con una parrillada y un picnic de despedida.
La mansión donde celebrarán la boda es muy especial para la pareja, está situada en Hampton Island, en la costa de Georgia, y Ben Affleck la compró meses después de comenzar a salir con Jennifer Lopez a principios de los 2000. Es más, esta mansión era supuestamente el lugar donde la pareja iba a casarse cuando se comprometieron por primera vez en 2002.
La propiedad del actor tiene 33 hectáreas y vistas al río North Newport, en la isla de Hampton. Está situada sobre una extensión de jardines y bosques de 350.000 m2, con la residencia principal ocupando unos 550 m2 y una tercera casa, llamada 'Oyster house' de unos 800 m2 que cuenta con ocho dormitorios.
La casa principal es una réplica de las mansiones típicas de las plantaciones del sur y dispone de tres dormitorios y cinco baños. Está considerada como una de las joyas de la corona de la costa de Georgia.
Además, la propiedad cuenta con embarcadero propio y al estar sumida en plena naturaleza la intimidad que guarda la vivienda es excepcional para una celebración de este tipo.
En 2019, el actor intentó vender la casa por siete millones de euros, pero parece que se ha arrepentido de ello y no solo la ha retirado del mercado, sino que ha sido el lugar elegido por la pareja para volver a darse el ‘sí quiero’, en esta ocasión rodeados de sus seres queridos.