Los cambios radicales muchas veces están en los detalles del día a día, tales en la mejora de la alimentación o en el ejercicio constante. Helen y Kieron Buxton era una pareja que no practicaba ninguno de estos hábitos y esto les llevó a sumar 400 kilos entre ambos y una colección de enfermedades que rondaban su condición de obesidad. Fue a partir de varios diagnósticos negativos de salud empezaron a salir a la luz que ambos tuvieron que tomar las riendas de su vida y tuvieron que revertir su situación. Es allí cuando lograron bajar 177 kilos en dos años y cambiar su vida en 180º.

Durante sus 50 años, la obesidad fue la protagonista de sus vidas al punto de haber normalizado el pedir extensiones de cinturones de seguridad o no poder ponerse zapatos por si mismos, sobre todo en el caso de Kieron que era su mujer quien lo hacía por él. De a poco, a medida que los años pasaban los problemas de salud iban apareciendo: primero Kieron fue diagnosticado con diabetes del tipo 2 gracias al sobrepeso y luego de un tiempo su situación derivó en una lesión en su pierna que tardó en sanar debido a sus problemas de salud, todos causados por su obesidad mórbida. "He sido una persona con sobrepeso durante gran parte de mi vida, hasta el punto en que realmente ya no lo reconocía", confesó a la BBC el hombre de 51años. En el vídeo testimonial Kieron confiesa que su salud mental "estaba terrible" y se había resignado a la vida gracias a la depresión que la obesidad le desencadenó.

Fue allí cuando decidió dar un nuevo sentido en su vida y adoptar el tratamiento de la organización 'Slimming World', junto a su mujer, Helen quien quiso hacer la misma transformación para ella misma y para apoyar a su marido. "Pensé que unirme a Slimming World con Kieron sería una buena manera de apoyarlo y también de mejorar mi propia salud", admitió la mujer quien hoy en día ha tenido un impactante cambio físico debido a su dieta y ejercicios diarios.

Los resultados fueron alucinantes. En un total de dos años la pareja perdió en total 177 kilos entre los dos gracias a "pequeñas" cosas del día a día pero que significaron mucho. Además, pudo Kieron pudo revertir su diabetes hasta el punto de no tener que medicarse más y asegura que de no haber bajado de peso ahora estaría muerto.