Mientras en España el Museo del Prado y otros organismos oficiales crean sus propios perfiles en TikTok, en países como India o Estados Unidos la red social está siendo vetada. A finales de junio, el país asiático prohibió el uso de 59 aplicaciones, entre ellas TikTok; la red social china tenía en India una de las comunidades de usuarios más grandes. El propio Gobierno tenía una cuenta en la que acumulaba más de un millón de seguidores, que cerró tras lanzar un comunicado en el que aseguraba que estas apps, después de haber sido analizadas, “suponen un grave riesgo para la seguridad de los datos y la privacidad”. Todo ello llega después de un enfrentamiento en la frontera con China, que dejó 20 soldados indios muertos.
En Estados Unidos, TikTok lleva en el punto de mira mucho tiempo. Ya ha sido prohibida en medios gubernamentales y militares, alegando que es un espía chino que acumula datos, y estos días la administración Trump ha reconocido que se plantea prohibirla en todo el país. Simultáneamente, el grupo de hackers Anonymous ha pedido en su cuenta de Twitter que todos los usuarios de TikTok se borren la app “por razones de seguridad”. También hemos conocido que la aplicación china lleva años accediendo al portapapeles de millones de móviles, sin que aparentemente nadie tuviese conocimiento de esto.
Tim Berners-Lee, uno de los creadores de la World Wide Web, publicó un artículo el año pasado, con motivo del 30 aniversario de la creación de la red, en el que señalaba los problemas a los que se enfrentaba Internet. En él remarcaba los ataques que sufre por parte de los estados como uno de los problemas más importantes.
La fundación de Berners-Lee, World Wide Web, lanzó el Contrato para la Web, un “plan de acción global para hacer nuestro mundo online seguro y empoderante para todo el mundo”. En este documento, que aspira a convertirse en un tratado internacional para regular Internet, pide a los gobiernos tres cosas: asegurar que todos los ciudadanos puedan conectarse a la web (el fin de la brecha digital), que se pueda acceder a la red siempre, sin interrupciones, y respetar y proteger los derechos fundamentales y la privacidad de los usuarios en línea.
Algunos gobiernos no estarán muy por la labor de firmar este documento. Irán, por ejemplo, bloquea desde hace casi una década la mitad de los 500 sitios web más visitados del mundo, incluyendo Facebook, Twitter o YouTube. O Vietnam, que también bloquea cualquier sitio web que no les proporcione los datos de acceso de los usuarios o que sea crítico con su gobierno. En Corea del Norte, los ciudadanos tienen acceso a apenas una veintena de sitios web y los datos sobre el flujo de usuarios se ofrecen al gobierno. Desde 2016, Facebook, Youtube y Twitter están oficialmente prohibidos.
Siria, Eritrea, Turquía, Túnez… en Arabia Saudita muchos medios, libros y películas son censuradas. En este país se han prohibido casi medio millón de sitios web por ‘atentar’ contra las creencias del Gobierno, y todo el tráfico de internet está estrictamente controlado por el ministerio del Interior.
En el gigante asiático no funcionan muchas plataformas. El ministerio de Seguridad pública controla el acceso a sitios web considerados peligrosos o perjudiciales para sus ciudadanos. Algunos de ellos son Amazon, Twitch, Google, Twitter, Facebook o Whatsapp, aunque a la hora de la verdad no es complicado acceder a estos servicios.
El gobierno de China prometió retirar parte de las restricciones durante los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008, pero según denunciaron numerosas asociaciones eso no ocurrió. La subdirectora de la División de Asia de Human Rights Watch, Sophie Richardson, declaró entonces: “El gobierno de China no está cumpliendo su promesa de eliminar por completo las restricciones a periodistas extranjeros previo a los Juegos Olímpicos”. Pese a que se les había prometido un acceso “sin restricciones” a Internet, los periodistas tuvieron problemas para entrar en la red y cubrir el evento.
En el caso de las apps vetadas, la mayoría de estas herramientas cuentan con su versión china, más popular y accesible. En videollamadas triunfa FaceTime y en mensajería instantánea WeChat. Para las plataformas de streaming, nada mejor que HBO Asia y Vevo, y en cuanto a los motores de búsqueda, olvídate de Google: en China ganan por goleada Bing, Baidu y Yander.