La privacidad en WhatsApp es uno de los aspectos más importantes de nuestra comunicación con los demás. Deberíamos ser nosotros quienes eligiéramos qué compartimos y qué dejamos fuera del escrutinio digital y la hiperconectividad constante a la que nos somete la rueda del capitalismo, aunque muchas veces nos encontremos con que esa supuesta capacidad de agencia está restringida a las decisiones de los diseñadores de la aplicación y las actualizaciones de mejora. Suele funcionar así: hasta que los usuarixs no piden los cambios, la mejora no llega.

Muchas personas mantienen la configuración que viene por defecto en WhatsApp sin saber que podrían configurar una serie de parámetros para estar más protegidos y no ofrecer ciertos detalles de su intimidad digital, como la última hora de conexión o el número de teléfono, o bien segmentar a sus contactos entre los que tienen total acceso a su información y esos otros con los que solo queremos compartir una parte específica de nuestra privacidad.

Sea como fuere, lo cierto es que hay mucho margen de mejora. Con las funcionalidades existentes, nosotros mismos podemos configurar funcionalidades como el modo fantasma, que añade una capa más de personalización (y muros) a nuestra privacidad en la app.

No existe una configuración predeterminada en WhatsApp que permita configurar ciertos aspectos de nuestra privacidad en bloque. Deberemos activarlos uno a uno para que, en conjunto, entremos en ese famoso ‘modo fantasma’ que nos evita tener que compartir información sensible. Cuando se activan todas estas características, estamos, de algún modo, protegidos. Hemos blindado a aplicación para que la luz (nuestra información) pase por un hueco muy estrecho que controlamos.

Aquí te explicamos cómo modificar este parámetro y desactivar esta pestaña, aunque no está de más recordar los breves pasos que hay que dar para ocultar esta información.

La primera pestaña que encontrarás será la denominada ‘Hora de ult. Vez’. Pulsa sobre ella y elige la configuración que desees. Nadie (ningún contacto podrá ver la última hora a la que te conectaste). Todos (cualquier persona). Solo mis contactos (ejem, pues eso).

De nuevo, tendrás disponibles las mismas opciones que en el apartado anterior. Tanto con tu fotografía como con tu información de perfil y estado, podrás elegir que pueda verla todo el mundo, solo tus contactos (“excepto…”) o absolutamente nadie. Camino de la fantasmagoría total.

Como buen eremita o persona misántropa que no quiere ser fiscalizado por ninguno de tus contactos (“¿Por qué no me contestaste ayer? ¿Tengo que mandar a alguien a partirte las piernas para que me hagas caso?”), desactivar esta opción te traerá la paz. Nadie podrá ver el famoso tick azul que le confirma al otro que has leído ese mensaje en el que te solicitaba atención plena (aquí puedes saber por qué los desarrolladores cambian de vez en cuando los parámetros e la confirmación de lectura). Claro, que tú tampoco podrás saber a ciencia cierta cuándo leen tus comunicaciones. Quid pro quo.

Vaya por delante que si estás utilizando estos trucos para hacerle ghosting a alguien, deberías ir al infierno o, al menos, recibir un reglazo en los nudillos. Para terminar de ser un auténtico fantasma podrías insertar el código Unicode U+2800 para rellenar de blanco sepulcral la casilla con tu nombre en WhatsApp, o utilizar algún seudónimo delirante (‘galletita salada') que impida a otras personas identificarte. A WhatsApp se viene a jugar.