La ausencia de la Nintendo Switch Pro fue una de las más sonadas del pasado E3. Tras años de rumores sobre una posible renovación de la consola de Nintendo, todo parecía apuntar a que finalmente recibiríamos noticias sobre este hipotético nuevo dispositivo durante la conferencia de la compañía nipona, celebrada el pasado 15 de junio.

Sin embargo, la realidad acabó yéndose por otros derroteros. A pesar de que los insiders y distintos medios internacionales apuntaban a que el anuncio era inminente (de hecho, se decía que la consola se anunciaría días antes del E3), la charla de Nintendo se centró en los nuevos juegos que llegarán a Nintendo Switch a lo largo de 2022 y en lo que queda de 2021. Ni una palabra sobre la nueva consola, ni una mísera imagen. Nada de nada.

Tras este jarro de agua fría, muchos aficionados se preguntaron cuándo sabríamos algo de la nueva consola, y hubo incluso quien puso en duda que realmente existiese. Ahora, semanas después de la fecha prevista inicialmente, Nintendo ha respondido a las plegarias: la nueva Nintendo Switch es, por fin, real, pero no es, ni de lejos, lo que esperábamos.

Sin conferencias ni anuncios espectaculares: Nintendo ha anunciado la tan esperada renovación de Nintendo Switch a través de un pequeño vídeo que ha compartido en sus perfiles oficiales de Twitter. Conocida como Switch OLED Model, esta nueva versión de la última superventas de la compañía saldrá al mercado el próximo 8 de octubre, coincidiendo con la nueva entrega de Metroid Dread, y supondrá una pequeña mejora con respecto a su antecesora, pero no cumplirá las expectativas de los fans más exigentes.

Tal y como ha descrito la propia compañía, la nueva Switch OLED Model se caracteriza por su pantalla de tipo OLED (siglas en inglés de organic light-emitting diode), la cual ofrece un tamaño mayor que el modelo clásico (es de siete pulgadas, frente a las 6,2 de la versión anterior) y una mejor calidad en cuanto a colores y contrastes, ya sea en la versión portátil como en la de sobremesa. No obstante, mantiene la resolución en HD 1.280 x 720 píxeles de su antecesora.

Otro cambio importante de este nuevo dispositivo es la incorporación de un puerto Ethernet, con el que los jugadores podrán jugar en modo online de forma más estable. Además, cuenta con un nuevo sistema de sonido que, a pesar de mantener los altavoces estéreo de su antecesora, mejora la calidad del audio, y con un nuevo soporte ajustable que permite colocar la consola en distintas posiciones, y ha duplicado su capacidad de almacenamiento, pasando de 32 GB de memoria interna a 64.

Más allá de un pequeño cambio de diseño (esta nueva consola es un poco más ancha, tiene un marco más fino y pesa un poco más por el incremento de las pulgadas), el resto de características de la Switch OLED son las mismas que las de su antecesora, es decir: mantiene el procesador NVIDIA Tegra, la misma autonomía (de entre 4,5 y 9 horas de duración), la CPU, los procesadores de memoria RAM y la resolución máxima de salida de vídeo en 1.920 por 1.080 px y 60 fotogramas por segundo. Y es aquí donde viene el problema.

Desde que a finales de 2018, tan solo un año y medio después de la salida de la Nintendo Switch, se empezase a hablar sobre la supuesta renovación de la consola, buena parte de la rumorología apuntó a un cambio a la altura de lo que supuso el lanzamiento de X-Box One X o PlayStation 4 Pro para sus respectivas compañías.

En concreto, se esperaba que el nuevo dispositivo tuviera una mejor pantalla, un hardware más potente que ofreciera un mejor rendimiento y una resolución 4K en modo televisor gracias a la tecnología NVIDIA DLSS, un tipo de renderizado de inteligencia artificial que permite mejorar la imagen y el rendimiento de las consolas.

Nada de esto, sin embargo, se ha cumplido. La Switch OLED Mole no ofrece ninguno de estos ansiados cambios, sino un par de pequeñas mejoras en cuanto almacenamiento, diseño y pantalla, algo que no ha sentado demasiado bien a los fans de la compañía.

Más allá de la incredulidad que supuso el anuncio de la nueva consola de la gran N (tras el E3, muy pocos esperaban que la compañía se pronunciase al respecto de la renovación de la Switch), la reacción generalizada en redes sociales ha sido de absoluta decepción. Si bien hay alguno que se ha posicionado a favor de la compañía, la mayoría de los fans han lanzado sus críticas a Nintendo, apuntando a que se trata de una versión sin novedades realmente significativas.

“Es que ni siquiera sustituye al anterior modelo, de verdad que no tiene sentido. Yo la llamaré Switch Cum por el color blanco, le queda bien la verdad”, se quejaba un aficionado en Twitter. “Solo cambias la pantalla, ni la bateria , ni el chip, ni refrigeracion. Espero que no se la compre nadie que sea un fracaso por que esto no tiene más nombre que ESTAFA”, decía otro más airado. “Where’s switch pro??” (¿Dónde está la Switch Pro?), preguntaba otro en inglés. En definitiva, una ristra de quejas en las que, cómo no, no faltaron los memes y chistes de todo tipo.

La Switch ODEL Model no ha cumplido con las expectativas de los fans, pero todavía falta por ver cómo responderá en el mercado. Con un precio de 349,99 euros, habrá que esperar hasta octubre para salir de dudas y ver si puede emular, con el tiempo, los resultados de la versión original, que actualmente acumula más de 84 millones de copias vendidas en todo el mundo. Mientras tanto, podemos seguir teorizando sobre el lanzamiento de una nueva consola más parecida a lo que esperábamos. Algunos ya lo están haciendo.