El mundo de las apps de citas está lleno de extranjerismos que pueden hacer de una semana cualquiera una auténtica pesadilla. Hablamos del famoso ‘ghosting’ (hacerse el sueco con otra persona y desaparecer de su vida sin previo aviso, como si fueses un fantasma), del ‘pocketing’ (meter a la pareja en un bolsillo metafórico y esconderla de todos tus círculos, haciendo como si no existiese) o de las ‘foodie calls’, que no son otra cosa que quedar con alguien para cenar gratis sin comentarlo con el match de turno.

¿Alguna vez has quedado con alguien que no te hacía mucha gracia solamente porque te iba a invitar a un restaurante bonito o caro? En ese caso, has sido promotor de una foodie call, que consiste en acudir a una cita para comer gratis y que, según una encuesta llevada a cabo por los psicólogos Brian Collisson, Jennifer L. Howell y Trista Harig, han hecho entre el 23 y el 33% de las mujeres alguna vez en su vida. Si quieres saber más sobre este fenómeno, sigue leyendo: en Yasss te contamos todo sobre su práctica y quienes las llevan a cabo.

Aunque el estudio, publicado en Sage Journals, especifica que las ‘foodie calls’ las puede llevar a cabo cualquier persona, independientemente de su género u orientación sexual, los investigadores decidieron centrar sus esfuerzos en analizar los patrones de las mujeres heterosexuales, cuyas cenas pueden sostenerse sobre la idea de que, en una cita, es el hombre quien debe pagarlas.

Por eso, entre las personas que reconocieron haber hecho deliberadamente foodie calls los investigadores llevaron a cabo otra encuesta, en esta ocasión relacionada con la personalidad, en la que trataron de evaluar su grado de psicopatía o narcisismo. Además, también se les consultó sobre cuestiones relacionadas con los roles de género, mostrando que la mayor parte de quienes hacían ‘foodie calls’ asumían de antemano que el deber del hombre cuando queda con una mujer es pagar la cena.

¿Las conclusiones? Un poco fuertes. Los psicólogos reconocieron en quienes llevaban a cabo esta práctica unos rasgos de personalidad conocidos como ‘tríada oscura’, que define un carácter malicioso con tendencias hacia la autopromoción, la frialdad o la agresividad. Son los siguientes:

En las dos muestras incluidas en el estudio, entre un cuarto y un tercio de las encuestadas admitieron haber hecho deliberadamente una foodie call. Además, la mayoría las consideraban socialmente aceptables, existiendo una correlación entre las puntuaciones más altas en las facetas de la triada oscura e ir a comer gratis creyendo que la otra persona te debe algo, pero sin decirle absolutamente nada.

De entre las encuestadas que reconocieron haber ido a una cita para cenar por la cara, el 27% reconoció hacerlo ocasionalmente, el 26% muy raramente y el 21% raramente. Solo una cuarta parte de ellas dijo hacerlo frecuentemente (15%) o muy frecuentemente (10%). De media, quienes habían practicado foodie calls lo habían hecho unas 4,62 veces.

La mayor parte de las mujeres encuestadas no parecen interesadas en involucrarse en foodie calls ni tampoco las apoyan. De hecho, entre el 30 y el 35% de ellas opinaban que participar en este tipo de fenómenos era “extremadamente inaceptable”. Sea como sea, hay que tener en cuenta que el estudio fue publicado por psicólogos de la universidad evangelista Azusa Pacific, y que no cuenta las características de las personas a las que encuestaron.