WhatsApp es una de esas aplicaciones sin las que, literalmente, no podemos vivir. Todo el día con la teclita a la búsqueda del sticker más molón y el gif que haga que nuestro compañero de chat se parta de risa. De esta ‘experiencia religiosa’ dan fe sus 2000 millones de usuarios. Una auténtica fiesta virtual de grupos que mandan gifs y amigos que comparten sus últimas fotos de fiesta (cuando había fiestas por la noche, snif).

Hace poco, la empresa ha anunciado que piensa incorporar ‘Expiring media’ a sus chats, una nueva función para mejorar la privacidad de sus usuarios; y, de paso, nuestra reeducación digital: así aprenderemos a no mandar fotos en poses eróticas, como nos trajeron al mundo. ¡Hurra! Vamos a poder hacer que nuestras fotos y videos se autodestruyan automáticamente después de su visualización.

Te contamos todo sobre esta nueva opción para tus chats.

WhatsApp cambia y nosotros cambiamos. De aquella limitada forma de comunicarnos que teníamos hace algún tiempo hemos pasado a una vasta cantidad de herramientas para comunicarnos mejor con la gente que nos rodea: crear grupos, compartir fotos y videos, audios, gifs, emojis y un largo etcétera.

La opción que tenemos ahora mismo para limitar las visualizaciones de lo que mandamos es eliminar un mensaje en Whatsapp, tanto para que no lo veamos nosotros como para el resto de usuarios del chat en el que lo hayamos enviado. Era una buena opción, pero se queda corta para lo que piden estos tiempos de sexpics, imágenes no autorizadas y una creciente fiebre de protección de nuestra privacidad.

Por suerte, el cambio ha venido para quedarse. Ya está anunciado. En unos meses, WhatsApp introducirá la opción ‘Expiring media’, que se refiere a la caducidad de las fotos, los videos y los gifs de una conversación. De hecho, ya la han probado en el sistema IOS y una de las últimas versiones beta de Android, según han informado ciertos medios. Aplicaciones como Snapchat ya contaban con esta funcionalidad.

No hay fecha todavía para la implantación definitiva, pero no debería tardar demasiado.

Si has usado esta app para ligar con desconocidos, o con tu pareja, es probable que alguna noche te habrás pasado de frenada con el sexting y le hayas enviado con tu mejor pose de murciélago embaucador. En condiciones normales, esto no sería un problema. Pose tórrida, sesión lúbrica digital, y a dormir que mañana será otro día.

Por desgracia, este escenario ideal queda contaminado a poco que le echemos un poco de imaginación. WhatsApp siempre ha sido el escenario perfecto para los peores delitos contra la privacidad. Por ejemplo, las fotos reenviadas a otros sin consentimiento del remitente.

Un sexpic inocente puede viajar rápidamente de un chat privado entre dos personas al grupo de trabajadores de una empresa, que a su vez lo hace correr allende las fronteras digitales. Una paliza a una chica en un instituto se graba, pasa de teléfono en teléfono en un pestañeo y llega a los smartphones de un colegio entero, y se utiliza para seguir martirizando a la pobre víctima. La tortura en privado se vuelve mucho peor cuando la conoce, literalmente, todo el mundo. Son solo dos casos de los muchos que hay y habrá. Lo que debía permanecer escondido pasa a ser público, y el daño a nuestra vida privada ya está hecho.

La ventaja más obvia de esta función nueva es que ahorrarás espacio en el teléfono sin tener que esforzarte. Mucho más importante es la que se refiere a la privacidad, un grave problema del que son muy conscientes en la empresa propiedad de Facebook.

Con esta nueva funcionalidad en forma de temporizador, el contenido multimedia que hayas enviado en un chat se autodestruirá de forma automática en cuanto se visualice una vez. Una visualización por cada ‘media’ (foto, video, gif). Cuando la persona a la que se lo has enviado lo vea, se eliminará sin dejar ningún rastro. Nadie podrá volver a acceder a ese contenido.

Además, la persona con la que interactúes en el chat recibirá una advertencia en la que se le informará que una vez haya visualizado el contenido ya no podrá volver a reproducirlo (se habrá autodestruido). Y si sale del chat y vuelve a entrar, encontrará un mensaje de caducidad de ese material, ya eliminado y durmiendo el sueño de los justos.