Las historias de Instagram son una de las herramientas más populares de la red social de las instantáneas de aguacates y brunch, estilo de vida, photodumps, puestas de sol y vidas embotelladas con filtros. 

Bien sea por el simple placer de publicar un post random o para conseguir que otros vean esa publicación que hemos pensado durante horas, forman parte imprescindible de esa diarística digital con la que le mostramos al mundo lo que somos (o lo que fingimos que somos) y la manera en la que documentamos nuestra intimidad con píldoras visuales que encapsulan nuestro día a día. Frente a la seriedad de un post, del texto grave y enunciativo, de la foto retocada hasta el extremo, las historias nos regalan la inmediatez, un aura algo más descuidada y menos grabada en piedra que la de las publicaciones oficiales de nuestro feed.

Aunque su duración (24 horas) ya ha sido perfectamente aceptada por sus millones de usuarios como parte del juego, mucha gente quiere descargarlas y recopilarlas en su teléfono para verlas después y hacerse así su propio álbum de recuerdos. ¿Cómo podemos guardarlas para verlas más tarde?

Instagram cuenta con un sistema de archivo específico para almacenar por fecha las historias que hemos ido publicando a lo largo del tiempo. 

A Instagram todavía le faltan algunas funcionalidades muy demandadas por su comunidad. Una de ellas es la posibilidad de descargar en nuestro teléfono las historias que otros publican en sus respectivas cuentas. No hay una manera evidente de conseguir esto, así que tendremos que acudir a esas “terceras vías” que circulan por la red, todos esos trucos que otros usuarios de la plataforma han recopilado a base de ensayo y error, de romper las grietas de la aplicación para encontrar soluciones alternativas a sus carencias.