Todos conocemos a alguien que había pensado que estudiar Derecho (o cualquier otra carrera, esto es solo un ejemplo) era su camino en la vida y de repente, después de cuatro años de carrera, decide que lo suyo es otra cosa. Solemos tener mucho miedo a los cambios, hay personas que sufren ansiedad cuando tienen que tomar una decisión, cuando esos cambios dependen de decisiones personales. Pero... ¡arriesgarse o morir! Solo se vive una vez y no pasa nada por cambiar, por equivocarse, o por darle un giro total a tu vida.
Es colombiana, tiene 28 años y ha pasado ocho años de su vida en un convento. "Soy muy católica, demasiado", ha dicho públicamente Yudy Pineda. De hecho, estuvo desde los 10 años a los 18 en un convento con vistas a tomar los hábitos. Pero el amor todo lo puede y un profesor de catequesis le robó el corazón.
Años después se trasladó a Medellín, donde conoció a una especie de profesor de seducción que preparaba a mujeres para ser sexcamers, es decir, para dedicarse a la industria del porno retransmitiendo shows en directo para personas que han pagado previamente. Decidió probar suerte formándose en esta área y le fue bastante bien.
Yudy es ahora una sexcamer que gana unos 2500 dólares al mes por trabajar 40 horas cada quince días. No tiene ningún problema para compaginar su fe con su trabajo. De hecho, confiesa que sigue yendo a la Iglesia y que se siente muy bien allí: "No falto los viernes al grupo de oración, ni los sábados de vigilia, ni los domingos a misa".
Su historia no sorprendería si no fuera porque la Iglesia es una institución que siempre ha reprimido la sexualidad y el negocio del sexo públicamente. La Iglesia condena la pornografía, pero Yudy dice en su instagram sentirse bien consigo misma: "me encanta ser como soy, con mis errores y mis aciertos, estoy en completo aprendizaje siempre".
La sexcamer confesó en una entrevista para un medio colombiano que su párroco le aconsejó cambiar de profesión, pero ella está muy contenta haciendo lo que hace porque ve su trabajo como algo "digno y artístico". También probó suerte como actriz porno, junto a la famosa actriz de cine para adultos Amaranta Hank, pero actualmente solo se dedica a hacer shows sexuales por webcam.
Yury es el mejor ejemplo de que nunca sabemos por dónde irá nuestra vida, y que esta puede cambiar hasta convertirse en prácticamente lo contrario de lo que un día tú deseaste para ti.
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