Hace no tanto tiempo el tema de la masturbación en general, y la femenina en particular, no estaba muy bien aceptada socialmente. En España se llegaba virgen al matrimonio y se supone que solo se podían mantener relaciones sexuales con fines reproductivos. Todo lo que fuera sexualidad por placer y ‘fuera del matrimonio’ eran considerados “actos impuros”.
Gracias a la evolución y a los progresos que ha hecho la sociedad – aunque todavía nos queda mucho camino por recorrer – hoy en día ya sí hablamos abiertamente sobre sexo. Entendemos el sexo como una necesidad fisiológica que tenemos todas las personas. En la adolescencia, a partir de los trece o catorce años, los humanos empezamos a sentir lo que se conoce como el ‘despertar sexual’.
Generalmente, las mujeres van por delante en este sentimiento, y aunque por mucho tiempo ha sido un tema pudoroso, son las mujeres quienes primero empiezan a tener estas necesidades fisiológicas. Se creía que el placer de la mujer se encontraba en la parte interna de sus genitales, en su vagina ¡pero nada más lejos de la realidad! Para que una mujer pueda disfrutar tiene que conocer muy bien sus partes más intimas, y la vagina también está implicada en todo esto, pero no es la única ni la principal responsable. El órgano dedicado exclusivamente a proporcionar placer a la mujer es el clítoris.
El conocimiento exhaustivo del clítoris es muy importante tanto para las mujeres como para los hombres. El clítoris es un órgano formado por un conjunto de cuerpos cavernosos, que sobresale en la parte superior de la vulva, pero que se extiende mucho más allá de lo que aparentemente parece, y no solo por el notable cambio de tamaño que sufre cuando está en su pleno auge: el clítoris se puede estimular fácilmente en el exterior, es la manera más fácil de poder dar con él, pero amigos y amigas, el clítoris se extiende desde ese pequeño montículo hasta la zona perineal pasando por las zonas internas, las subcutáneas.
Los estimuladores de clítoris por excelencia son los dedos de la mano, utilizándolos todos ellos a conveniencia. Es la manera de empezar la exploración sexual una misma, pero poco a poco, está bien empezar ir introduciendo algunos juguetes sexuales, tanto solas como acompañadas. Los vibradores de clítoris tienen tanto éxito debido a la experiencia completa que garantizan. Las vibraciones en el clítoris hacen que esté se active casi por completo llegando hasta la zona interior sin necesidad de penetración.
El Satisfyer ha sido el juguete sexual impulsor de que la masturbación femenina y que los juguetes sexuales no se traten como temas tabúes. En sus inicios, el Satisfyer ha tenido casi tantos alabadores como detractores. Algunos y algunas se han sentidos amenazados por él. Hay mujeres que incluso tienen recelo de que les “absorba”, y eso es porque aún no se conocen bien y no saben los límites a los que puede llegar su cuerpo. De ahí, la importancia de conocerse bien a una misma.
No hay que tratar al Satisfyer y a los juguetes sexuales como enemigos, sino como amigos. El Satisfyer puede ser un buen aliado para momentos en los que estamos cansados o para días en los que tengas tiempo y quieras disfrutar un poco más jugueteando. Y ese es el secreto de los juguetes sexuales: que son complementos perfectos para explorar y disfrutar de nuestra sexualidad completamente, solos o acompañados.
Tampoco está del todo bien que nos estanquemos en el Satisfyer por ser uno de los juguetes sexuales más de moda: ‘si ya hemos abierto vereda hay que llegar hasta el camino’. Es necesario abrirse a nuevos horizontes e ir probando y conociendo la diversidad de juguetes sexuales que tenemos a nuestro alcance, y por supuesto, sus usos.
Aunque el nombre nos evoca directamente a pensar en el clásico Satisfyer, hablamos de vibradores, y este juguete sexual tiene otra forma de estimularnos. Se puede usar en el clítoris, claro, pero también puede ser útil para la estimulación de otras zonas erógenas. Por su flexibilidad tiene muchos usos posibles.
Este vibrador se adapta muy bien a las superficies y funciona con diferentes tipos de vibración por todo el juguete. Es perfecto para usar en pareja, ya que se puede combinar muy bien con otras practicas completándose a la perfección para poder disfrutar al máximo.
Las bolas chinas son un clásico de los juguetes sexuales. Fueron las que empezaron a abrir un poco las mentes sobre la sexualidad femenina. La magia de las bolas chinas es la estimulación interior del clítoris. Suelen ser una o dos bolas, que a su vez contienen otra bola más pequeña dentro que al chocar hace que vibren.
Algunas más modernas ya vienen con un mando de activación para que empiece la vibración de las bolitas ahí dentro. Esta es una solución que han puesto algunas parejas que tienen o han tenido que vivir a distancia. El uso de las bolas chinas de manera regular, además, es muy beneficioso para ejercitar lo músculos de la vagina, evitando algunos problemas en el parto, el postparto y otros como la incontinencia de esfínteres.
El anillo vibrador suele usarse como complemento a otras prácticas. Es exclusivamente un vibrador de clítoris que contacta directamente con la parte más externa de este y lleva las vibraciones hasta el interior. Se puede jugar con él de muchas formas: durante el coito, jugando tú sola o en compañía, y los nuevos formatos tienen vibración por todo el juguetito proporcionando sensaciones a ambos o para estimular el clítoris completamente.
Este tipo de juguete sexual es un vibrador de clítoris que gracias a su tamaño alargado y la facilidad de modular las vibraciones y el movimiento de su bola mágica nos produce muchas sensaciones por todo el clítoris. Según nuestro estado y dependiendo de las zonas que más nos hagan disfrutar, incidiremos en mayor o menor medida. Cada mujer en eso es distinta y no todos los días nos gusta de la misma forma. Este juguete sexual se puede integrar perfectamente en nuestras relaciones de pareja, como todos, encontraremos como usarlo a nuestro modo.
Nunca hay que subestimar a los clásicos. Con el nombre de ‘conejito feliz’ nos referimos al clásico vibrador con forma fálica que tiene una extensión que termina en dos puntas finas – destinadas a la estimulación del ‘glande’ del clítoris -. Este es el típico vibrador que nos puede proporcionar una experiencia muy completa, porque estimula por el exterior y el interior interfiriendo las vibraciones.
De todas formas, sea lo que sea, lo que más nos guste en el terreno sexual, siempre, siempre hay que tener en mente que para poder disfrutar de relaciones más completas y placenteras es necesario conocer nuestro cuerpo en profundidad, y para ello, debemos experimentar mucho – solos, en compañía y viceversa - Como todo en la vida: para ser el mejor en algo hay que dedicarle mucho tiempo y hacer mucha práctica.