En 'Cómo ser mujer', uno de los libros del que ya te hemos hablado alguna vez en Yasss, su autora, Caitlin Moran, le dedica un capítulo entero a la regla. La periodista británica escribe (y describe) muy bien a través de su experiencia personal cómo nos sentimos muchas mujeres antes de la llegada de nuestra primera regla: bastante perdidas, con poca información y con algunos miedos, sobre todo al dolor. Muchas mujeres hemos recibido el período en voz bajita y hemos normalizado algo que, sin tener ni idea, nos va a acompañar buena parte de nuestra vida. ¿Y si duele? Pues pastillazo al canto y no pasa nada porque “es normal”, o al menos, eso creíamos hasta ahora… porque resulta que, aunque a muchas nos parezca imposible, hay otra forma de entender la menstruación.
María de Dios Lorenzo es periodista y terapeuta menstrual. Por resumir un poco su vida y los hitos que le han llevado a elegir la terapia menstrual como profesión, a los 19 años pasó por unas lesiones cancerígenas en el útero y ese fue su primer gran “encontronazo con su propio cuerpo”. Entonces decidió cambiar radicalmente su alimentación e investigar sobre otras terapias alternativas para responder a otros procesos físicos que también sufría desde los 16 años y que podían dejarla en cama varios meses. Después de formarse en reflexología podal, hizo una formación de Experta en Educación Sexual con AEGI (ahora Feminarian.es), pero le seguían surgiendo preguntas hacia el cuerpo de la mujer. Por ello hizo Psych-K, que es un método para cambiar creencias a nivel subconsciente hasta llegar al curso de Terapeuta Menstrual.
En Yasss no teníamos ni idea de que esto existía, así que hemos hablado con ella para que nos cuente de primera mano en qué nos puede ayudar esta disciplina a las mujeres.
Para aterrizar un poco el tema: ¿qué es la terapia menstrual y en qué se diferencia del coaching menstrual?
Van de la mano, en la Terapia Menstrual (título exclusivo de AEGI, fundado por Raquel Lucas Espinosa), se utilizan herramientas de coaching. Es un acompañamiento sobretodo pedagógico de los procesos de sangre de la mujer desde el primer sangrado hasta la plenopausia y todo lo que el cese de la menstruación lleva consigo. En sí es un proceso de coaching o acompañamiento porque trabajamos con autoinvestigación. No hay dos mujeres iguales, pero sí muchas historias comunes. Aprender a entender necesidades, aliviar molestias, entender el cuerpo de la mujer y los procesos, cómo alimentar el cuerpo para crear salud diariamente... un sinfín de cosas que podemos hacer para recuperar la capacidad de autosanación. Eso sí, siempre trabajando junto con las indicaciones médicas que hayan recibido. Es decir, no hay una lucha con la alopatía (la medicina occidental), para mí es importante que esto quede claro, no sustituye en ningún caso la labor de un médico.
¿A quién está dirigido el coaching/terapia menstrual?
Pues mira, creo que puede ir dirigido a cualquier tipo de mujer/persona menstrual. Entender qué nos dice el dolor durante un sangrado y saber tratarlo, entender el cuerpo y sus fluctuaciones, aprender a acompañar todas esas fases en nuestra propia persona, las compañeras, amigas, hijas, madres, abuelas... Es una herramienta de autoconocimiento y que conduce a la capacidad de autosanación que tenemos todas las mujeres que pienso que debería ser una asignatura más en todo esto que estudiamos a lo largo de nuestra vida. ¡La información es poder!
¿En qué consiste una sesión?
Tenemos varias fases, primero es recabar información sobre la mujer con la que vas a trabajar, cuál es su objetivo, por qué ha llegado a ti, etc. A partir de ahí, mi manera de trabajar es hacer "un traje a medida". Generalmente recomiendo un taller grupal para acercarse a la ciclicidad consciente para aprender con otras mujeres a llevar un registro de su ciclo, sus ritmos, sus emociones, su sexualidad, su espiritualidad, sus niveles de energía.
Hay mujeres que simplemente necesitan saber y reconocer lo que pasa en su cuerpo para aprender a gestionarse incluso a nivel laboral, otras mujeres necesitan hacer una visualización de todas esas primeras veces que influyen en el "ser mujer" para cambiar su visión de la sangre y lo que sangrar conlleva. También hay mujeres que dejan la píldora después de muchos años y tienen miedo a que vuelvan los granos, dolores y demás síntomas físicos que tenían antes de la píldora, entonces acuerdan con su médico el momento de dejarla y elaboramos un plan alimenticio, de ejercicios y registros que ayude a su cuerpo y su mente a volver a trabajar juntas.
¡Hay tantas maneras diferentes de trabajar como mujeres en el mundo! Lo más bonito es ver como pasan de "no sé qué hacer con esto que tengo" a "estoy enamorada de mí y mis procesos".
¿Es interesante que también lo hagan los hombres?
Pues mira, en mi experiencia, el hecho de tener una consciencia plena de lo que pasa en cada uno de nuestros procesos, ayuda mucho a la pareja, progenitores o amigos a entender cómo fluir. Después de un taller de ciclicidad consciente recuerdo que la pareja de una amiga me dijo: ¿Era eso? ¿Así de fácil? Y me contó que hubo un antes y un después en su relación de pareja porque ahora entendía el "lenguaje". Así que creo que es interesante para todas las personas que conformamos la sociedad el entender los ciclos de todas las personas, pero en concreto la menstruación se utiliza como arma arrojadiza y creo que aportaría mucha luz y cerraría muchas bocas si tú y las personas de tu entorno entienden el ciclo.
Para las mujeres tener la regla siempre ha estado asociado a tabú, dolor, sangre, etc. ¿La terapia menstural sirve para cambiar este enfoque negativo?
Totalmente. En realidad son las sociedades heteropatriarcales las que entienden el ciclo y el sangrado en concreto como algo maligno, pecaminoso, algo que hay que esconder y disimular. Nadie pone en tela de juicio la necesidad de descanso o de activación que puede producir la primavera en las personas, es decir, a unas personas les provoca astenia y a otras el activarse; sin embargo parece que la premenstruación es lo peor de lo peor y ni te cuento cuando estás sangrando. No se entiende la necesidad de bajar el ritmo, la necesidad de socializar menos y estar más en el cuerpo. Y es salud. La premenstruación, por ejemplo es un regalo, no hay filtros, no es que tengas mala leche, es que no estás en el agrado, estás en la verdad hacia a ti y si le tienes que parar los pies a alguien, lo vas a hacer de manera más o menos contundente, pero eres de verdad. Ahora, verlo de esta manera cuesta un trabajo.
Cada período del ciclo (vamos a dividirlo en cuatro) es un regalo, tienes momentos de estar en lo mental y trabajar como nunca, momentos de cuidado a los demás, cuidados hacia ti, de introspección y también la respuesta física y sexual cambia. A mí me parece genial tener cuatro versiones de ti y poder querer y aprovechar todas estas versiones al máximo. Ser cíclica es un regalo. Y el dolor, olor y la sangre, también son un regalo si entiendes lo que dicen.
¿De verdad se puede disfrutar de la menstruación? ¿Por qué es importante hacerlo?
Claro que se puede ¡de hecho se debe hacer! Tienes que tener en cuenta que la sangre libera, estás soltando todas esas cosas que no necesitas en ti. A nivel físico te limpias y a nivel energético y emocional también. Es como un nuevo comienzo cada mes (o ciclo). Es importante porque vivirte plena con todos tus procesos es un regalo que te haces cada día.
Cuando estás menstruando tienes una capacidad artística y creadora brutal, los sentidos se agudizan, disfrutas más de los olores, sabores, sonidos, meditaciones. Las relaciones sexuales o los orgasmos, incluso, pueden volverse algo casi místico. El sangrado es un momento para darte placer, descansar y mimarte... No me digas que no mola.
Hoy en día, ¿qué nota nos pondrías en cuanto conocimientos sobre la menstruación
Ufff, ¡un 3! Reconozco que en mi entorno hay muchas mujeres que viven desde la consciencia y para las cuales es una fiesta menstruar, pero cuando doy talleres me doy cuenta del camino tan largo que nos queda por recorrer.
¿En 2018 crees que siguen existiendo muchos mitos y tópicos sobre la menstruación? ¿Qué es lo más extraño que has escuchado sobre esto?
Siguen existiendo todos, mi suegra me sigue diciendo que cuando "estás en esos días" se te corta la mayonesa. Otro conocido es que no se pueden mantener relaciones sexuales (aquí entiendo a las que me lo dicen refiriéndose al coito), cuando precisamente los orgasmos ayudan con el dolor de las contracciones cuando se dan o que un tampón o la copa menstrual se pueden perder en los abismos de la vagina, que es ya un grado de desconocimiento físico básico. ¡La mayoría de las mujeres desconocen qué es el introito (la entrada de la vagina), así que imagínate sobre la menstruación!
Lo más raro fue exactamente una mujer que me dijo que ella lo de meterse "cosas por ahí" no, no sea que se le subiesen. ¡Yo 'cortociucuité'! Y veo que las niñas también me hacen preguntas que indican que es un tema que en sus casas no viven porque no han visto a su madre cambiarse el producto menstrual que sea o no han mencionado nada sobre el tema. Y esto me da penita...
¿Crees que las mujeres recibimos la educación suficiente sobre la regla? ¿Qué cambiarías?
Toda la información que recibimos es sanitaria, muy medicalizada. "Eres mujer, ponte esto, ahora ten cuidado con los chicos, que te puedes quedar embarazada" y tira que te va. ¡Cuando ni siquiera sabes si va ser con chicos o chicas con quien esa mujer va a tener relaciones! La primera menstruación debería llegar ya con información sobre todos los procesos, primero lo que supone dejar de tener una emocionalidad lineal para pasar a ser cíclica, no sabes la de adolescentes que piensan que están locas, no sólo tienen que lidiar con hacerse adultas y lo que conlleva el desarrollo de su lóbulo prefrontal, de pronto se encuentran con que se comen el mundo un día, otro tienen ganas de llorar, otro huelen las feromonas, otro se quieren bajar del mundo. Tener información y recibirla de una persona que lo vive de manera positiva es fundamental.
Creo que es fundamental acercar las diferentes emociones sin ningún tipo de carga social o juicio a las personas adolescentes es importantísimo. Que no sea una preocupación para nosotras el hecho de poder mancharnos, por ejemplo. El acercarnos a la sangre como lo que es, SANGRE, ni más ni menos. No utilizar ni permitir que se utilice la ciclicidad como un insulto. Y por favor, que no se reduzca a un: te puedes quedar embarazada. Primero porque es mentira, ni todas las mujeres que sangran se pueden quedar embarazadas y segundo porque reduce algo maravilloso a un castigo y no lo es.
Y por último: ¿qué consejos rápidos nos darías a las mujeres para que cambiemos el chip
Lo primero que hice por mi, y que Raquel publicó en Tierra Útera (visitad su web, es genial), fue tomar en ayunas por las mañanas zumo de zanahoria toda la semana de la "premen". Cuando empecé a sangrar y me di cuenta de que no tenía ni un dolor, me di cuenta del poder tan grande que tenemos para poder disfrutar de nuestras diferentes fases. Otro consejo es que, si utilizas la copa menstrual (no con DIU), puedes recoger tu sangre y cuando la veas vas a ver que parece, huele y es solo sangre y el color que tiene dice mucho de lo que estás soltando y necesitas.
Por último, empieza por un diario menstrual para tomar consciencia y empezar a conocerte. Ser cíclica es un regalo. Incluso cuando no menstrúas por haber pasado la Plenopausia o por una histerectomía o cualquiera que sea tu situación, la luna nueva marca el día uno de tu ciclo y puedes redescubrir el regalo que es la ciclicidad.