El ‘squirt’ existe, no es un mito. Quizás no sea exactamente como te lo han contado o como lo has visto en Internet, y es probable que no todas las mujeres puedan conseguirlo, al menos a la primera. Pero existir, existe y hasta se habla de él en la canción ‘Bellacoso’ de Bad Bunny. Por eso en Yasss te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre el ‘squirting’, en qué se diferencia con la eyaculación femenina (no, no es lo mismo) y cómo puedes intentar conseguir esta práctica.
Antes de nada, habría que diferenciar entre eyaculación femenina y ‘squirt’ ya que a día de hoy sigue habiendo cierta polémica tanto en su definición como en si podemos considerarlos como dos fenómenos distintos.
La eyaculación femenina consiste en la secreción de un líquido espeso y de color blanquecino que se libera en el momento del orgasmo o de forma inmediatamente anterior. Este líquido se genera en las glándulas de Skene (o glándulas parauretrales), situadas a ambos lados de la uretra y que son el equivalente a la próstata masculina en las personas con vulva.
Según las investigaciones realizadas por el Presidente de la Academia Internacional de Sexología Médica, el malagueño Francisco Cabello, podemos afirmar que todas las personas con vulva eyaculan, aunque habría diferencias en la cantidad de fluido emitido, siendo mayor en unas personas que en otras, y tampoco existiendo un patrón constante; es decir, podría eyacularse una cantidad mayor en unas ocasiones que en otras.
Si a lo largo de tu vida nunca has observado ese líquido del que te estamos hablando, ¡no te preocupes! Hay veces que estamos ante orgasmos secos, o bien, la cantidad es muy pequeña o su emisión no sale al exterior, siendo expulsada posteriormente mezclada con la orina. Recuerda que el sexo y la erótica son terrenos diversos y, lo que para alguien es algo que ocurre con normalidad, puede que para otra persona sea algo extraordinario. De lo único que hay que preocuparse es que vivamos nuestra sexualidad de una forma placentera sin obsesionarnos con criterios de unificación o "normalidad" porque no existen.
A no ser que este término para ti sea completamente nuevo, seguro que ya tenías conocimiento de su existencia (y de su práctica, el ‘squirting’) a través del porno. Y como habrás visto en alguna de esas escenas, el ‘squirt’ es prácticamente lo opuesto a la eyaculación femenina: un líquido poco denso, transparente y abundante. De hecho, la traducción literal de ‘squirt’ es “chorro”, porque lo que ocurre (en mayor o menor medida) es la expulsión de líquido al exterior en forma de chorro.
Antes de explicar por qué ocurre o cómo podemos intentar experimentar con esta práctica, conviene hacer una vez más un breve comentario sobre el porno: si la única fuente de información que tenemos es esta, es bastante posible que nuestras expectativas se basen en experiencias poco realistas. El porno puede ser divertido, excitante, sugerente y proveedor de ideas para nuestras relaciones de pareja (siempre y cuando todos sus participantes estén de acuerdo y sean prácticas consensuadas y deseadas), pero no es real, hay muchos más trucos y efectos especiales de los que imaginamos.
Si lo que estoy esperando a la hora de practicar el ‘squirting’ es un chorro parecido al de una fuente, probablemente te decepcione el resultado final. Como ya hemos dicho otras veces, es más importante centrarse en el proceso y en el viaje que en el resultado final. No hay nadie esperando para ponerte una nota o para echarte una bronca si no te ha salido "bien". Recordad, se trata de disfrutar y pasarlo bien, no de ganar las "follolimpiadas".
Una vez aclarado esto, ¿de dónde viene el ‘squirt’? Los estudios más recientes nos indican que se expulsa a través de la uretra desde la vejiga. ¿Quiere esto decir que es orina? No. Aunque al expulsarse desde la vejiga arrastra algunos componentes de orina, se ha comprobado que el líquido expulsado tiene una composición química distinta a la de la orina, ya que se han detectado también restos de secreciones prostáticas.
En cualquier caso, una vez descartado que se trate de orina, nos interesa más cómo conseguir ese ‘squirt’ que analizar su procedencia y composición, así que vamos al meollo de la cuestión y a dar unas breves pautas o consejos para que experimentéis con el ‘squirt’, ya sea solas o en compañía:
¿Un consejo adicional? Pon una toalla sobre la cama. Si finalmente consigues el ‘squirt’, el líquido va a mojar las sábanas, así que debemos estar preparadas. Y si no lo consigues, no le des muchas vueltas, seguro que has pasado un buen rato y puedes volver a intentarlo. Eso sí, no te lo tomes como un reto o una obligación. No hay peor enemigo para el deseo y el placer que ponernos obligaciones. Recuerda que en el sexo es muy importante disfrutar del viaje, el proceso, la compañía.