Lo primero que debes tener en cuenta es que el ano es de salida, no de entrada. ¿Eso qué significa? Quizás sientas sensaciones extrañas, muy parecidas a las que tienes cuando quieres ir al baño. Tal cual. Un consejo: todo irá mejor si consigues romper con esa barrera psicológica.

Además, también hay que tener en cuenta que la zona no tiene lubricación y que, por lo tanto, debemos ayudarnos de complementos para poder disfrutar de esta práctica. Es importante hacerse con un buen lubricante. Puede ser específico (que son más densos y con una hidratación más profunda) o puede ser uno con base acuosa que también utilizas para otras partes como la vulva o el pene.

En nuestra lista de la compra también debemos añadir los preservativos, aquellos grandes olvidados del sexo anal. Obviamente no te vas a quedar (o vas a dejar) embarazada pero tienes un riesgo elevado de contraer alguna ITS, especialmente el VIH. Además, en caso de ser tú la persona que penetra, pueden entrar residuos no deseados por la uretra y provocar una infección. Y no queremos eso, ¿verdad?

A partir de aquí hay productos que te pueden facilitar la experiencia. Existen los relajantes anales y las cremas dilatadoras, ideales para adormecer la zona y aportar elasticidad. Esto está especialmente aconsejado si no eres un/a experta/o en el tema. Con un 'flus-flus' estarás listo/a para el encuentro sexual. También puedes añadir un plug anal a tu lista de deseos. Los hay que tienen incrustaciones de piedras, con forma de cola de animal o diseños específicos para todos los gustos. Lo ideal es utilizarlo previamente a la penetración anal ya que de ese modo se facilita la dilatación de la zona (y la complementa muy divinamente).

Otro asunto a tener en cuenta es que quizás haya residuos no deseados. Puedes hacerte una ducha anal para limpiar el interior y que esté resplandeciente y listo para ser usado. Aunque debes entender que somos humanos y es normal que suceda.

Mi consejo es que empieces de forma progresiva. Introduce un dedo, un plug anal y después, ¡disfruta de la penetración! Hazlo mejor cuando estés excitado/a ya que de ese modo se favorece la dilatación anal.

En caso de ser una persona con pene que quiere disfrutar de esta experiencia, debes tener presente que en tu interior se encuentra el punto P, un punto de placer parecido al famoso punto G. Para estimularlo, introduce el dedo y muévelo ligeramente hacia el ombligo haciendo un movimiento de 'ven'. Te aseguro que será el pasaporte directo al placer más increíble que hayas experimentado.

¿Ya estamos listos? ¡Venga! Vamos a empezar a explorar nuevas sensaciones de forma progresiva, con amor y sin presiones.