Por qué nos dará tanto morbo mantener relaciones sexuales al aire libre
Tal y como explica el sexólogo Juan Macías, “practicar sexo en el coche o en el portal por no tener un sitio mejor no tiene nada que ver con elegir hacerlo fuera por gusto o excitación”. A la orilla del mar, en el parque, en la piscina, a la sombra de los pinos (aquí, homenajeando el temazo de María del Monte) o en cualquier otro lugar público… el sexo al aire libre es una opción de lo más excitante para algunas personas. En las pelis porno lo hacen en la playa y ni se despeinan, pero tú acabas rebozado como un filete empanado. Aún así, tener sexo al aire libre te pone y mucho. ¿Quieres saber por qué? Pues venga, nosotros te lo contamos.
Practicar sexo en un lugar o en otro influye en el nivel de excitación
Tener relaciones sexuales con alguien fuera de un espacio íntimo, en un escenario diferente al habitual y corriendo el riesgo de ser pillados es, según los expertos, algo que hace que haya personas a las que les resulte morboso practicar sexo al aire libre. Los espacios públicos tienen connotaciones que, igual que los espacios privados, influyen en el erotismo.
“Mantener relaciones sexuales en la habitación de los padres no tiene el mismo valor que hacerlo en el sofá, en nuestra cama o en un hotel. Igualmente, una playa nudista, un probador de una tienda de ropa o un parque tienen niveles de erotismo distintos. Las opciones de porno especializado son un buen reflejo de ello: duchas, vestuarios, sexo en la playa, centros comerciales, en la calle… ”, explica el sexólogo Juan Macías.
Los expertos lo tienen claro: practicar sexo en un determinado lugar puede añadir erotismo a la situación. Macías explica que “los elementos contextuales o ambientales influyen en el sexo. Igual que un cabecero de forja al que agarrarse o atar las manos, unas velas, lencería, hacerse fotos o grabarse en vídeo pueden erotizar la escena privada, estar desnudos en un lugar al aire libre o ser mirados puede erotizar la escena pública”.
El riesgo de ser visto, el exhibicionismo y el voyeurismo
Ser visto y ver se han convertido en nuevos factores de la erótica. “Históricamente las relaciones han estado relegadas al ámbito de lo privado, incluso con un peso vergonzante sobre el cuerpo, la desnudez, el deseo o el placer; de hecho, tener sexo a oscuras es una práctica habitual”, recuerda Juan Macías. El sexólogo aclara que “esta realidad ha evolucionado muy rápido y hay personas que han aprendido a disfrutar la desnudez, el deseo o el placer sexual fuera de ese ámbito de la privacidad. El narcisismo y el exhibicionismo son parte esencial de nuestra forma de ser en sociedad actualmente, también en relación al cuerpo, al deseo, al placer y a la sexualidad”.
Que actualmente en España el sexo en lugares públicos es una práctica que cuenta con muchos adeptos es algo que queda claro cuando vemos que hay hasta páginas web dedicadas exclusivamente a localizar lugares donde hacerlo. Josean es un diseñador web que puso en marcha mispicaderos.com, un site que recopila lugares en los que tener sexo. Fue en 2009 cuando arrancó este proyecto, que utiliza Google Maps para geolocalizar picaderos. “Pensé que sería muy útil para la gente. Comprobé que no existía ninguna web similar y me puse manos a la obra”, cuenta el bilbaíno responsable de la web que ya cuenta con más de 12.000 lugares recopilados donde tener encuentros sexuales fuera de casa.
Lo imprevisible y cierta falta de control al tener sexo en lugares públicos sería una variable erótica importante para algunas personas. Según el sexólogo Juan Macías, “saltarse las normas y lo prohibido son para algunas personas elementos potenciadores del deseo”. El experto añade que “jugar en el ámbito público algo que nos han enseñado que pertenece al ámbito privado tiene en sí mismo atractivo para muchas personas. Producir un efecto en otros, excitar, sorprender, escandalizar es importante en la iconografía erótica de algunas personas. El acceso a la intimidad produce una fascinación difícil de negar y también por eso existe el voyeurismo”.
Josean, creador de 'Mis picaderos' nos cuenta: “a la gente le da morbo tener sexo al aire libre por la libertad, por lo menos en mi caso. Pero también hay quienes disfrutan de la sensación de estar desafiando y de la posibilidad de que les descubran y les vean”.
Lugares poco transitados, los favoritos para el sexo al aire libre
Para los aficionados al sexo al aire libre, la tranquilidad y accesibilidad son factores determinantes a la hora de elegir un sitio en el que tener un encuentro sexual. Josean nos cuenta que las localizaciones favoritas de los usuarios “suelen ser lugares tranquilos, sin gente que camine ni muchos coches, pero de fácil acceso. Los picaderos más habituales de la web son los típicos que todos conocemos en nuestro pueblo o ciudad”.
Aunque gran parte del público de la web del bilbaíno son jóvenes buscando un sitio por no tener un lugar privado en el que tener sexo, Josean asegura que “otro gran grupo son usuarios que buscan hacerlo al aire libre por morbo o que quieren encontrar lugares donde practicar dogging o cruising. Ante el auge de estos sitos añadí a la web un filtro para que el usuario pueda dar directamente con localizaciones donde se realizan estas prácticas”.
Madrid, Barcelona y Sevilla son las zonas de España con más lugares públicos donde tener sexo registrados en mispicaderos.com. Son los propios usuarios quienes los añaden, los puntúan y los comentan. “Hay una mezcla entre picaderos que surgen del morbo de tener sexo en lugares públicos, otros por esconderse de la pareja y otros de la necesidad al no tener otro lugar más íntimo”, explica el creador de la web. En definitiva, no hay un perfil concreto de personas a las que les dé morbo practicar sexo al aire libre. La razón es sencilla: se trata de una práctica sin etiquetas, que no entiende de géneros ni de orientación sexual.