Tener relaciones sexuales y estar gorda: la eterna lucha entre el deseo y la vergüenza
Tener sobrepeso, obesidad, o lo que comúnmente se llama "unos kilitos de más" tiene sus riesgos y sus desventajas. Lo primero que hay que tener en cuenta es que esos kilos que no deberían estar ahí pero a nuestro muslamen se han pegado por la razón que sea (nunca está de más recordar que las causas del sobrepeso son muy diversas y no todo se reduce a zampar bollos), y que vivir con ellos puede desarrollar otras condiciones físicas y enfermedades.
Lo segundo que me gustaría señalar es que la gordofobia existe (sabré yo, que he sido toda la vida gorda) y que eso se traduce en que hagas lo que hagas en tu vida por lo primero que serás juzgada es por estar gorda. Luego te podrán añadir el "pero es muy guapa de cara", "pero es muy inteligente", "pero es superdivertida" y todos los calificativos que tú quieras. Pero el gorda no te lo quitas ni con láser.
Sexo y exceso de curvas
A pesar de que la mujer curvy, no todas las curvas son iguales, o están en el mismo sitio. No es lo mismo tener un pecho grande, una cinturita de avispa con vientre plano y culazo de Kardashian, que sería la "curvy canónica", que parecer, literalmente, el muñeco de Michelín.
Cuando tu cuerpo no tiene nada que ver con los que salen en las revistas es bastante probable que te cueste aceptarlo. Porque no eres lo suficientemente alto, porque tienes la nariz demasiado grande, porque tienes más barriga de lo que se considera 'fofisano' o porque te sientes plana como una tabla de planchar.
Pero cuando el problema son los kilos la cosa cambia. Una nariz grande puede dar personalidad, resultar atractiva, quedar bien con tu cara. Las narices grandes no están oficialmente bien, ni mal. Va con cada uno. Pero los kilos de más no le gustan a nadie. Ni siquiera a ti misma. En la mayoría de las ocasiones serás tú la primera que rechace su propio cuerpo. Y eso complica mucho las cosas.
Cuando te ves metida en un cuerpo que "no debería ser así" y encima todo el mundo te echa la culpa a ti de que así te haya salido (porque comes demasiado, porque no te mueves nada, porque eres una vaga, porque no te cuidas) es bastante probable que se te ponga muy cuesta arriba lo de compartirlo con otros. O, simplemente, tocarte. Tocar tu cuerpo, recorrerlo, sentirlo, significa tener que enfrentarte a que es inmenso, blandito y que hay zonas a las que no te llegas.
El sexo tiene mucho de mental, pero también es puro físico. Si estás pasando una temporada de estar muy rayada seguramente el sexo no sea tan satisfactorio como debería, pero si no estás cómoda con tu cuerpo, lo conoces y lo has explorado, el sexo te va a dar una angustia tremenda.
Y, cariño, la sexualidad es lo contrario a la angustia. Tienes que permitirte disfrutar. Tienes que, incluso, aprender a disfrutar de lo que tu cuerpo, sea como sea, puede darte. Mi recomendación siempre ha sido y será que trabajes tu autoestima. Que estar gorda no es el fin del mundo. Que si no te gusta estarlo, puedes cambiarlo, pero siempre desde la salud y las pautas saludables, y que te parece que todo el esfuerzo que haces por mantenerte más o menos no merece la pena, es lícito vivir con diez kilos de más. Y que, por supuesto, no tener un "cuerpo perfecto" no impide que puedas sacarle el máximo partido. De la forma que sea.
Estar gorda y masturbarse
Es comprensible que si no has terminado de aceptar tu cuerpo tal y como es te cueste un esfuerzo extra estar con otra persona. Bueno, pues empieza estando contigo. Total, a ti ya te conoces. Todavía en la actualidad hay muchas mujeres a las que les 'da palo' masturbarse, porque piensan que es algo que no deberían hacer o porque no saben cómo hacerlo.
Bueno, pues masturbarse es la cosa más fácil del mundo. Puedes hacerlo donde quieras: tumbada en la cama, recostada en la silla de tu ordenador, en la ducha... y lo único que tienes que hacer es ir tocando tu cuerpo y descubrir lo que te gusta. También hay objetos creados para el placer, como los dildos y vibradores, pero no son estrictamente necesarios. Cuanto más explores, mejor te conocerás. Y cuando sientas cuánto placer puede proporcionarte tu propio cuerpo, quizás empieces a valorarlo un poquito más.
Estar gorda y tener relaciones con otras personas
Sorpresa. A las gordas también nos gusta el sexo. Y no, no es porque lo hagamos con más ganas porque no sabemos cuándo vamos a volver a pillar cacho. Es porque tenemos exactamente los mismos órganos, los mismos deseos y el clítoris en el mismo sitio que las delgadas.
A las gordas nos encanta probar diferentes posturas, tocar y besar otros cuerpos y dejar que nos toquen y nos besen el nuestro. En el momento que te liberas de los prejuicios, de los complejos y dejas de sentir vergüenza por existir el sexo cambia para siempre.
Porque cuando te sientes segura de ti misma puedes tomar la iniciativa. Porque cuando conoces tu cuerpo y sabes lo que te gusta puedes orientar a tu pareja y pedirle que te haga cosas. Y porque cuando estás en plena faena y de repente te vences por tu propio peso, o te agarran un michelín confundiéndolo con una teta (estas cosas pasan), te sabes reír de la situación y de ti misma sin miedo a que eso se convierta en el trauma de tu vida.
No dejes que el sexo se convierta en "un premio" que te permitirás cuando tu cuerpo sea "perfecto" (Spoiler: nunca lo será). Aprende a desear y a saber disfrutar de tu sexualidad desde ahora mismo.