El amor, cuando se acaba, es un trago amargo que se tarda tiempo en superar (¿Sabes cuánto?. Qué hediondo sabor de boca todo esto, qué agonía mortificante pensar ya en “tu ex”, con ese pijama que no te has quitado en una semana, ese olor a callejón de Bangkok (van incluidas tus lágrimas) y todas esas emociones que ahora tendrás que gestionar, además de las preguntas de rigor como “¿Quién se queda con el gato?” o “¿Me dejas que te mande un WhatsApp a las tres de la mañana para decirte que el sonido de las tuberías me recuerda a ti?”.

Por suerte para las personas despechadas, las personas que lloran comiendo helado y piensan en las puestas de sol que no vivirán, una empresa ha creado una app pensada para gestionar la logística de una ruptura. Recogen tus cosas por ti. Quizá te arrepientas y quieras volver con tu ex, pero entonces, piénsatelo muy bien antes de utilizarla.

Han sido años de compartir cama y cepillo de dientes con otro homínido; etapas enteras de tu vida acurrucándote como un gato en su hombro mientras piensas en la cuarta visita a Ikea, unidad de medida del bienestar de tu relación hasta que esa persona te dijo que bueno, que cree, más o menos, quizás, que le completas, pero que no está segur_. ¡Haberlo pensado antes, criatura desgraciada!

Hay un problema añadido. Ahí quedan, en su apartamento o en el tuyo, un bazar entero de objetos compartidos: bragas, calzoncillos, anillos, pendientes, gafas de sol, detectores de metales, plutonio, el cadáver de un leopardo, un látigo de siete colas (esa vez que os pusisteis creativos), camisetas viejas usadas exclusivamente para caer en los brazos de Morfeo, novelas que nunca se leyó, a pesar de haberte jurado que conocía al dedillo las obras completas de Marcel Proust.

Lo que menos te apetece es tener un reencuentro para desgranar la logística y recuperar tus cosas. Esto para ti, esto para mí; ese pato de goma me lo devuelves, tiene un gran valor sentimental, mucho más que el de tu graznido.

PostDates es una app pensada para los que no quieren sacar las garras y pasar el mal trago de repartir los restos del amor. Este servicio online, disponible solo en Los Ángeles o Nueva York, se encarga de gestionar la logística de las rupturas previo acuerdo de las dos partes, y recoge nuestros objetos personales de la casa de una expareja. Una extracción fría, quirúrgica y sin momentos incómodos.

En una época de hiperconectividad y digitalización de cualquier servicio o emoción bajo la égida del capitalismo creativo, hasta el amor, el despecho y la ruptura han encontrado una herramienta de gestión. Lo que empezó como una broma de Twitter en 2019, pronto se ha convertido en una realidad.

Su precio está entre 25 y 30 dólares. Teniendo en cuenta el mal trago que supone una ruptura y recuperar objetos que ya parecían ya parte de la casa de la otra persona, no parece excesivamente caro. Con un proceso que dura menos de 24 h, la app y su servicio de recogida te ahorran la conversación más incómoda del año, e incluso tener que mandarle un mensaje a tu ex diciéndole que vas para allá a recuperar lo que es tuyo aparta tus sucios dedos de mis co… no lo pienses, es un consejo. Otro de los aciertos es que el servicio no comparte nuestra nueva dirección con tu ex, garantizando nuestra privacidad en este proceso tan difícil.

La aplicación obliga solo a unos pocos requisitos a sus usuarios: no recoge alcohol, armas o drogas (vaya, qué sorpresa). Además, la expareja tendría que aceptar la recogida y dejar los objetos estipulados en la puerta, para que el mensajero los metiera en la bolsa, en la que tienen que caber todos (otro de los requerimientos del servicio).

En cuanto a las diferentes modalidades de ‘relación’, Postdates permite a sus usuarios clasificar el tipo de vínculo sentimental que han mantenido con la otra persona, y en consecuencia, qué clase de objetos van en el pack de recogida: desde la relación causal (cámara de fotos, cargador de portátil, gafas de sol) a la de convivientes (sartén, taladro, videoconsola) o divorcios (contratos, joyas, facturas, recuerdos de familia).