La salud vaginal afecta a mucho más que a tu vida sexual. En general, conocer los signos, síntomas y formas de los problemas vaginales puede ayudar a identificarlos a tiempo y frenar su avance. El gran problema de esto es que aún siguen existiendo muchos tabúes y desinformación respecto a la salud vaginal, a lo que es normal y lo que no, y eso es caldo de cultivo para problemas mayores.

De entre las alteraciones vaginales, una de las que puede exigir intervención quirúrgica es la hipertrofia de los labios menores. Se trata de una patología poco frecuente que puede aparecer en cualquier momento, si bien es más frecuente en la pubertad, en la que aumenta el tejido labial que sobrepasa de los labios mayores. En Yasss te contamos en qué consiste y cómo identificarla.

Se trata de una alteración vaginal que suele aparecer durante el desarrollo y que no siempre es fácil de detectar, y que consiste en una desproporción considerable entre los labios menores y los mayores, bien por anchura o por largura. Puede ser uni o bilateral, habitualmente es asimétrica y puede darse también en el clítoris.

En un artículo de la biblioteca médica virtual SciELO, publicada por S. del Pozo Arribas y M. A. Molina Gutiérrez, del Hospital Infantil La Paz (Madrid), los doctores explican que esta variante anatómica, poco conocida hasta ahora, se diagnostica mucho más desde que son obligatorias las revisiones infantiles obligatorias en Atención Primaria.

Esto se debe, en parte, a que los síntomas de esta alteración son muy variables y, por norma general, leves: irritación local, tendencia a las infecciones (la zona no se limpia correctamente, lo que conduce a estas patologías) y dolor al caminar son algunas de las más habituales. A veces, las personas que lo sufren tienen molestias durante sus relaciones sexuales, y suelen sentir una gran incomodidad con su cuerpo.

Pero, ¿qué entendemos por dimensiones ‘normales’ cuando hablamos de labios menores? Parece que los médicos aún no lo tienen del todo claro. Los responsables de La Paz explican que “no existen unos criterios estandarizados para su diagnóstico. Algunos autores definen la hipertrofia de labios menores cuando la longitud entre la línea media y el borde libre lateral es mayor de 4-5 cm”.

Según del Pozo y Molina, el origen de esta patología es desconocida, aunque se han observado “diversos factores favorecedores, tales como el inicio temprano y frecuente de las relaciones sexuales, el uso de andrógenos en la infancia o la práctica de determinados deportes que producen microtraumatismos locales, tales como el ciclismo, la equitación o el atletismo”.

Una vez se produce el diagnóstico, normalmente por parte del pediatra, se deriva al paciente a ginecología, para estudiar su caso y proponer remedios. La solución más habitual es la labioplastia, una intervención estética relativamente sencilla en la que se reduce el tamaño de los labios menores. Habitualmente los doctores recomiendan a las pacientes usar prendas más holgadas, una buena limpieza genital en la zona y tratamientos complementarios antes de someter a la paciente a la cirugía, para comprobar que el crecimiento labial ha llegado a su punto más alto.

Lo más importante es conocer los síntomas para poder identificarlo: con un espejo y algo de tiempo, podrás reconocer tu cuerpo, observar anomalías y, con la ayuda de un médico, ponerles solución.