Entras al sex shop, te abres camino entre penes de goma y productos asombrosos, compras tus preservativos y te vas, ignorando esos botecitos de geles que hay en las estanterías y que tanto juego pueden darte. Deberías hacerles caso, porque hay algo que debes saber: los lubricantes íntimos mejoran muchísimo la experiencia durante las relaciones sexuales. Deslízate por este manual exprés en el que te contamos todo lo que querías saber sobre ellos.

Tres grandes familias de lubricantes

Hay más tipos de lubricantes de los que imaginas, agrupados en tres grandes familias. La primera de ellas es la de los lubricantes de base de agua, la más popular y variada. Los lubricantes de este tipo son frescos, la piel los absorbe más fácilmente y apenas dejan residuos. Hay de muchos tipos, sabores, efectos y formas. Puedes encontrarlos enriquecidos con aceite, con efecto calor, con efecto frío, ecológicos, fórmula clásica, etcétera. Para alérgicos hay bases de agua de altísima tolerancia que no contienen glicerina, sin productos químicos, sin conservantes y sin parabenos.

Los lubricantes de silicona forman la segunda gran familia de este producto que hace que todo se deslice tan bien. Estos generan una capa resbaladiza que la piel no absorbe y se transmite mejor el calor. Por sus características, los lubricantes de silicona, son muy utilizados para el sexo anal, pero no son compatibles con juguetes de silicona. “Hay una creencia de que las bases de silicona no se puede usar con los preservativos. Es totalmente infundada. Sí que son compatibles”, aclara Óscar Ferrani, especialista en juguetería sexual y asesor de la tienda erótica Amantis.

Hay un tercer grupo que es el de los lubricantes íntimos con base grasa, que son los más antiguos y que ya apenas se usan. “Hace diez años era la opción más adecuada si querías algo más resbaladizo y que durase más tiempo que las bases de agua. Estaban hechos con vaselina y derivados del petróleo. No eran compatibles entonces con los preservativos, aunque hay gente que los usaba para coitos rápidos porque tarda en degradarse. Hoy en día los lubricantes con base grasa pueden usarse con preservativos siempre y cuando no se superen los 40 minutos de uso, que es cuando empieza el látex a verse afectado por ese ingrediente que es la vaselina”, explica Ferrani, quien afirma que la gente que usa el lubricante de base grasa es un público minoritario que no suele utilizar condón.

¿Cómo saber cuál elegir?

Ferrani nos da las claves para elegir el lubricante íntimo más apropiado para cada uno: “Hay muchas marcas y tipos. Tienes que ir cambiando y probando hasta que encuentres el tuyo. Es importante acudir a un sitio en el que tengan conocimientos, que no suelen ser las farmacias, sino las tiendas eróticas, donde en lugar de tener tres opciones tienen muchísimas más”. Pero ahí no queda la cosa… “Dependiendo de tus necesidades, sensibilidad y alergias te darán la lubricación más adecuada que tiene que ser compatible con tu cuerpo, con el de tu pareja y con el juguete o material que estés utilizando. Esa es la clave para empezar a elegir lubricante íntimo”, añade el especialista.

A la hora de optar por un lubricante íntimo u otro es importante tener en cuenta para qué va a utilizarse. “Para prácticas vaginales hay muchas chicas que consideran demasiado potente y demasiado termoconductora la silicona, por lo que prefieren usar bases de agua, que suelen ser también las más indicadas para utilizar con juguetes sexuales y preservativos”, cuenta Óscar Ferrani. Según indica el especialista, “para sexo anal siempre hay una competición entre las bases de silicona y las de agua con glicol, con mucha permanencia o muy termoconductoras, con efecto calor y relajante muscular”.

Para otras prácticas sexuales más extremas como el fisting, también hay lubricantes específicos. “Están hechos con una base de agua muy enriquecida tanto con aceites como con derivados de glicoles pero en formato crema en vez de gel, y en tarrina para que puedas pringar el puño que vas a necesitar. Pero el fisting no es una práctica sexual para todo el mundo. Aparte de estar preparado mentalmente, tu esfínter y tu fisiología tienen que tener esa elasticidad o haberla ganado progresivamente. Un día que no estés muy excitado, por mucho que te hayan prescrito un lubricante para fisting no te van a poder meter un puño por el ano”, explica Óscar. En cuanto a los juguetes sexuales, como casi todos ahora son de silicona, son los lubricante de bases de agua son los indicados para usar con ellos.

Lubricantes en cápsulas, en polvo o con textura de semen

¿Imaginas crear tu propio lubricante? Pues también puedes hacerlo, personalizándolo según te guste. Y es que existen lubricantes en polvo para mezclarlos con más o menos cantidad de agua dependiendo del gusto y necesidades de cada uno. “Al estar en polvo permite que no se te estropee el producto a base de agua una vez lo abres, ya que preparas la mezcla para cada asalto”, explica el especialista en juguetería sexual Óscar Ferrani. Tú decides si lo quieres más o menos denso poniendo más o menos agua. “Hay gente que lo quiere más tipo moco y hay quienes lo prefieren ligero como una babita”, cuenta Óscar.

Si has alucinado al conocer que puedes crear tu propio lubricante personalizado, lo siguiente que te vamos a contar tampoco te va a dejar indiferente… ¡Hay lubricante en cápsulas! Su uso es muy sencillo: se introduce la cápsula en la vagina y se va deshaciendo. Aparte de ser de gran ayuda para las relaciones sexuales, los lubricantes cuentan con una parte lúdica. Prueba de ello son las sorprendentes formas en las que se presentan algunos de ellos, como el que imita la textura semen para dar rienda suelta a las fantasías sexuales.

Jugar con el efecto frío-calor es una de las tendencias actuales en el mundo de los lubricantes. “El efecto frío favorece el control eyaculatorio de él, mientras que un lubricante con efecto calor a nivel vaginal va a favorecer la rapidez de respuesta orgásmica en ella”, aclara el especialista en juguetería sexual.

Adiós a los tabúes: los lubricantes íntimos son cosa de todos

“No hay un público concreto que use lubricantes íntimos, no me atrevería a dar un perfil. Quien empieza a usar lubricantes adecuados y conoce sus ventajas sigue utilizándolos e incluso va abriendo el abanico. Cualquier persona con una vida sexual un poco activa reconoce las ventajas de usar lubricante. El público que lo utiliza es muy variado, hay de todas las edades”, dice Ferrani.

El especialista en juguetería sexual reconoce que cada vez hay menos tabúes en la sociedad relacionados con el uso de este producto: “El trabajo de divulgación e información que hemos hecho muchos está acabando con el tabú de que usar un lubricante es sinónimo de tener alguna carencia. Es una creencia absurda”. Ferrani habla de su labor como divulgador sexual: “Animamos a la gente a incluir dentro del juego erótico el momento de usar el lubricante. Fomentamos que eso sea parte de la práctica sexual y explicamos que ponerse y ponerle el lubricante a la pareja es igual de erótico que quitarse un sujetador o ponerse ropa interior sexy”.

Cada vez salen más marcas y modelos de lubricantes. Hoy en día ya no son tantos los prejuicios y han descendido los reparos de la gente a la hora de visitar las tiendas eróticas. “Cada vez los clientes tiene menos vergüenza a preguntar por novedades o de dar su feedback sobre qué lubricante le ha ido mejor. El boom de las tiendas eróticas, junto con los medios de comunicación, han ayudado a acabar con los prejuicios. Pero ha sido sobre todo el cliente satisfecho el que ha contribuido a normalizar el uso de lubricante”, explica Ferrani.

Es totalmente normal que la gente acuda a la tienda erótica a pedir consejo sobre tipos de lubricantes. “Preguntan, piden probarlos tocándolos con el dedo, cuentan su experiencia con el producto y dan su opinión”, cuenta Óscar, quien también reconoce que hay otro perfil de cliente con el que el acercamiento resulta más complicado: “Cada persona tiene una cultura del lubricante distinta. Nosotros nos adaptamos a cada tipo de cliente y a si quiere contarnos más o menos sobre sus experiencias”.

Algunos siguen usando saliva o vaselina a modo de lubricante

El uso de aceites o vaselina como lubricante íntimo puede resultar peligroso. Así lo advierte el especialista en juguetería sexual Óscar Ferrani: “Todavía hay gente que dice que usa el aceite Johnson como lubricante. No todo lo que desliza es compatible con nuestras mucosas. Algo parecido pasa con la vaselina poco refinada. Poner en contacto este tipo de productos químicos con las mucosas pueden provocar problemas en la zona íntima”.

En cuanto al gran clásico, la saliva, Ferrani resalta la importancia de tener la boca bien limpia y no tener ninguna herida bucal para evitar las enfermedades de transmisión sexual. “En parejas sexuales muy estables la saliva es un excelente lubricante, pero no puedes tener preparada en cualquier momento una cantidad suficiente, no sabes si siempre vas a tener la boca limpia y la suficiente salivación”, señala.

Desmontando falsas creencias: no solo los gays usan lubricantes

No son pocos los que todavía relacionan el uso de lubricante únicamente con el sexo gay. “Hay gente que sigue pensando que el lubricante es solo cosa del sexo entre hombres homosexuales, pero esa idea va desapareciendo poco a poco. Lo que sí es cierto es que el público gay fue un factor muy importante para la normalización del concepto de boutique erótica. Ellos tienen más cultura sobre el mundo del lubricante y conocen mejor los diferentes tipos”, relata Ferrani.

Al mismo tiempo, son cada vez más los heterosexuales que usan lubricantes. Así lo cuenta el especialista en juguetería sexual: “Ahora hay muchos chicos heterosexuales que tienen prácticas anales. Cada vez tienen más sexo anal tanto ellas con ellos como ellos con ellas, y en este sentido esa asociación de lubricante con hombres gays ya está desapareciendo. Fisiológica y técnicamente la respuesta es la misma seas gay, hetero o bisexual”. Ya lo ves, los lubricantes íntimos no entienden de géneros ni de orientación sexual y solo tienen una misión: que todo se deslice mucho mejor durante las relaciones íntimas para ofrecerte un mayor disfrute y confort.