La montaña rusa del deseo sexual: después de ovular la libido se da de baja
¿Notas un cambio en tu libido después de ovular? Los estrógenos podrían tener mucho que ver.
Tener la regla no tiene por qué significar que sepas qué implica tener la regla. Aún existe mucho desconocimiento entorno al ciclo menstrual: sabemos que sangramos y poco más. Pero conocer nuestra regla, que afecta a muchísimas más cosas que a la compresa, la copa menstrual o el tampón de turno, nos permite adecuar nuestro ritmo y mejorar nuestra calidad de vida.
Cambios en el humor repentinos, brotes de acné, el deseo sexual como una montaña rusa… conocer tu ciclo menstrual te permite tener, entre otras muchas cosas, tu libido más controladita. Porque el deseo no está igual al principio que al final del ciclo. De hecho, ¿has notado que después de ovular hay una bajada bastante grande? Grande en plan, como cuando entras al mar y la playa hace escalón a la entrada: no te lo esperas y te vas de boca. En Yasss te contamos por qué.
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Papel y boli: hazte un calendario de ovulación
La interacción sexual está condicionada por el cuerpo, y los cambios sobre él modifican a la fuerza nuestra libido. Además, el sexo siempre ha sido una cuestión bastante escondida, sobre todo para las mujeres, por lo que podría parecer que el deseo aparece y desaparece por voluntad propia. Sin embargo, está muy relacionado con nuestros cambios hormonales: para controlarlo es fundamental conocer nuestro ciclo menstrual.
Como cada persona tiene un ciclo diferente, con sus fases y su manera de afectarnos, lo mejor es llevar un calendario menstrual con el que poder llevar un registro de los cambios que sufrimos mes a mes. Solo así podremos anticiparnos a nuestros días de sangrado y cambios fisiológicos.
Si lo haces con una app, ahorrarás tiempo (quizás a costa de tus datos personales) y podrás llevar al dedillo tu ciclo. Pero si prefieres hacerlo a mano, coge papel, boli y dibuja sobre un folio los días que componen un mes. Ahí añade los días en los que sangras, la cantidad y el tipo de flujo y otras variables como tu humor, apetito y deseo sexual. Eso te servirá para ver si se repite algún tipo de patrón en tu ciclo, sea este del tipo que sea.
Cada ciclo uterino comienza el primer día que sangras y acaba justo el día antes de que vuelvas a sangrar. Y aunque se toman como norma los famosos 28 días, cada persona tiene sus propios ritmos. Los días de sangrado son aquellos en los que se desprende el revestimiento de tu útero y se expulsa por vía vaginal. Después viene la fase proliferativa, donde tu útero vuelve a desarrollar este recubrimiento, mientras que tus ovarios se preparan por su cuenta para ovular, aumentando sus niveles de estrógeno. Estas fases suelen abarcar la mitad de un ciclo y da pie a la ovulación.
Unos cuatro o cinco días antes de ovular (y el día después de terminar de hacerlo) se produce la ventana de fertilidad, que son esos días en los que seguramente tengas más probabilidades de quedarte embarazada.
El deseo sexual durante el ciclo
Una vez reconocidas las fases del ciclo menstrual, será mucho más fácil entender porque nuestro deseo sexual sube y baja como un niño en una colchoneta elástica. Esto tampoco es una norma: cada persona se lleva con sus hormonas de una manera, y habrá quien mantenga su libido estable durante todo el mes.
Pero, por norma, en la fase preovulatoria (la que viene justo después del sangrado) el deseo menstrual suele aumentar progresivamente, para alcanzar el zénit en la fase ovulatoria. Esta es la fase fértil, así que tu cuerpo avisa, subiendo la libido, de que tu óvulo está listo para ser fecundado. Probablemente durante esos días, hacia la mitad del ciclo, sentirás cómo tu cuerpo despierta sexualmente.
A partir de ahí, va bajando progresivamente. Básicamente, tu cuerpo se da cuenta de que el óvulo no ha sido fecundado y, poco a poco, este se va muriendo, y el nivel de estrógenos, que hasta entonces había estado muy alto, también desciende. Digamos que sigue la máxima ‘todo lo que sube, baja’: en este caso baja de golpe.
En la mayoría de las personas esta reducción en los niveles de estrógenos se traduce en un descendimiento simultáneo del deseo sexual. Vaya, que es una cuestión hormonal, en todos los sentidos: con la bajada de los estrógenos vuelven los cambios de humor y la irritabilidad, lo que suele implicar un deseo sexual más bien bajito.
Ahora bien, cada persona es un mundo y en la libido también tiene mucho peso lo emocional y, por más que nos pese, lo racional. Por eso, ante la reducción de las posibilidades de quedarse embarazada, hay quien se anima a tener más relaciones y nota su libido más alta: si no quieres tener un bebé, este es uno de los momentos de menos riesgo. ¡Ojo! Eso no quiere decir que esos días no exista riesgo, así que sigue tomando precauciones y usando un método anticonceptivo si no quieres llevarte una sorpresa.