La ciencia ha evolucionado mucho y gracias a los últimos avances, hacerse una prueba de embarazo es cada vez un proceso más sencillo y fiable. Atrás quedaron esas pruebas caseras que se hacían nuestras abuelas para saber si estaban esperando un bebé cuando tenían un retraso.
Ya no es necesario recurrir a la mítica ‘prueba de la rana’ (que, por cierto, era una de las más fiables de antaño, pero también había que conseguir una rana… ¡no subestimemos los esfuerzos!), o la del vaso de orina con vinagre, aceite, pasta de dientes o jabón. Estos métodos rudimentarios no resultaban demasiado exactos, aunque en ese momento tampoco tenían muchas más opciones entre las que elegir.
Lo que queda claro es que, a la hora de comprobar si una mujer está embarazada, la orina sigue siendo un elemento indispensable, y el más sencillo para obtener unos resultados reales. También podría hacerse mediante un análisis de sangre, pero para ello ya necesitamos acudir a un profesional. Por eso, recurrir a una prueba de embarazo doméstica es lo más sencillo.
Seguramente, si has llegado hasta aquí, es porque te tienes que hacer un test por primera vez, o porque no tienes muy claro que lo hayas hecho bien. No te preocupes, a continuación vamos a explicarte de un modo muy sencillo cuáles son las claves para que el resultado sea el correcto (que ya no el deseado, eso dependerá de la situación y los anhelos de cada una).
Lo primero que tienes que saber es que si una prueba de embarazo da positivo, lo es, ya que es casi imposible que falle al dar este resultado (hay muy pocas excepciones). Sin embargo, sí que es posible que un ‘negativo’ sea falso, por lo que si te ha salido esto y sospechas que no lo has hecho del todo bien, lo mejor es repetir la prueba.
Si sospechas que puedes estar embarazada, para salir de dudas, es importante que te realices el test de embarazo correctamente y en el momento adecuado.
Sobre qué tipo de test elegir, ten en cuenta que todos siguen el mismo sistema: mediante una muestra de orina, detectan la presencia de la hormona gonadotropina coriónica (hCG), que indica que estás embarazada. Si está presente en tu orina, el resultado será positivo, si no, será negativo.
No todos tienen la misma sensibilidad, ya que algunos son capaces de detectar incluso la semana de embarazo en la que te encuentras y darte un resultado a los pocos días de fecundación.
Es recomendable comprarlo en la farmacia, para tener más garantías. Este dispositivo tiene una tira absorbente que impregnada con un reactivo, al entrar en contacto con la hCG cambia de color.
Es importante que sepas que esta hormona no empieza a producirse hasta una semana después de la fertilización del óvulo, y en la mayoría de las mujeres solo se puede detectar dos semanas después, por lo que hacerte una prueba antes de que pase este tiempo no servirá para nada.
Lo mejor es que esperes a tener un retraso real en tu periodo, de entre 5 y 15 días. Ten en cuenta que nuestro ciclo menstrual puede verse alterado por muchas razones (más aún si hemos dejado de utilizar métodos anticonceptivos como la píldora o el anillo, que lo regulan) como el estrés, las emociones, el descanso, la alimentación, los cambios de peso o alguna enfermedad. Por eso, lo mejor es que te armes de paciencia y no pretendas correr a la hora de hacerte la prueba.
Aunque puedes hacerte el test en cualquier momento del día, se recomienda hacerlo con la primera orina de la mañana, ya que la hormona del embarazo estará más concentrada y será más fácil detectarla. Ocurre como con las analíticas de orina en general, todas las sustancias se detectan mejor si recogemos la muestra la primera vez del día que vamos al baño.
Esto dependerá un poco de la marca del test que hayas elegido. El fabricante indica en las instrucciones cómo se utiliza su producto, pero el proceso suele ser bastante similar.
Si has elegido el clásico test de rayitas, asegúrate de que no es defectuoso comprobando que tiene una línea de control.
Puedes orinar directamente (aunque con unas gotas es más que suficiente) sobre el dispositivo para impregnar la tira, o recoger tu orina en un recipiente y sumergir la punta del dispositivo. Si optas por lo segundo, no pueden pasar más de 15 minutos entre que la recoges y la utilizas.
Después, tendrás que esperar lo que te indiquen las instrucciones (entre 3 y 5 minutos) antes de conocer el resultado. Puede que sea un sistema de rayas, un cambio de color, un símbolo o que la pantalla te indique si hay embarazo y, en el caso de que sea positivo, de cuántas semanas de gestación estamos hablando.
¡Suerte con el resultado!