En los pies hay más de 7.000 terminaciones nerviosas. Eso es un montón. Para ponerte un ejemplo y compararlo, en el glande del pene existen 4.000 y en el clítoris unas 8.000, pudiendo llegar a más de 15.000 en el momento del orgasmo. Alucinante, ¿verdad? ¿Cómo es posible que no le demos importancia a esa parte del cuerpo? No hace falta ser fetichista para dedicar un tiempo a estimular los pies y a indagar en una nueva exploración sensorial que te llevará a otro lugar.
Lo primero que tenemos que saber es que a través de los pies podemos tocar varios órganos y partes del cuerpo, una técnica que se trabaja en reflexología. Por supuesto esto nos interesa especialmente para palpar aquellas zonas íntimas y que nos lleven a tener la misma sensación que si comiésemos pizza a las cuatro de la madrugada un sábado medio borrachas.
Se pueden estimular la zona indirecta genital a través de los talones, aunque si queremos acariciar directamente la vulva o el pene lo tendremos que hacer a través de la cara interna de los tobillos. ¿Cómo lo conseguimos?
Muy sencillo, utilizando mucho aceite para masajes y ambientando el lugar. Una vez tengamos el contexto perfecto, presionamos con los nudillos en el talón para ir aumentando la excitación mientras realizamos movimientos circulares. La piel es gruesa así que no tengas miedo en ejercer más fuerza para un efecto más intenso. Una vez trabajada la zona, pasamos a los tobillos donde ejercemos una presión más suave en la cara interna, pudiendo mover los dedos en forma circular o intermitente.
¿Quieres un truquito para un orgasmo más increíble? Ven, acércate. Cuando la persona esté a punto de llegar al orgasmo, presiona los tobillos. El clímax será mayor y tenéis asegurado que vuestros vecinos os echen del piso.
Más allá de los masajes, existen varias técnicas divertidas para aumentar la excitación. Llenaos vuestros pies con el aceite de masaje y acariciaros entre vosotros. ¡Lo flipareis! Otro nivel podría ser masturbar con ellos. Tocar la zona genital con los pies (limpios) es espectacular ya que te ofrece una distancia con la pareja que puede ser muy sexy para calentar el terreno. Miraos, sonreíd e indagad en la técnica de la masturbación con los pies.
¿A qué esperas? Empieza a estimular esas terminaciones nerviosas y ¡prepárate para los fluidos!
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