En el primer capítulo de ‘Lovesick’ el joven Dylan (Johnny Flynn) es diagnosticado de clamidia, por lo que tiene que avisar a todas las mujeres con las que se ha acostado para que se hagan la prueba y tomen las medidas necesarias. A partir de ahí, sus creadores desarrollan cuatro temporadas con flashbacks a las antiguas relaciones de Dylan, el impacto de estas en el presente y algunas escenas muy cómicas. Pero lo que para Netflix es la premisa de una serie, para cualquier otro es un momento bastante tenso, y se da más habitualmente de lo que pensamos.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) crecen en todo el mundo. En los últimos veinte años, la gonorrea ha multiplicado su incidencia por diez, y la clamidia, una de las ITS más habituales en Europa, infectó a 10.000 personas en España solo en 2017. Según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, en España padece clamidia entre un 1 y un 8,5% de la población.
Por eso, en Yasss te contamos todo sobre la clamidia, una ITS que pasa desapercibida la mayor parte del tiempo y que se contagia muy fácilmente.
La clamidia es una ITS causada por la bacteria Chlamydia trachomatis que, sin el tratamiento adecuado, puede tener consecuencias graves para la salud. Se puede contraer cuando se mantienen relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) con una persona infectada sin preservativo, el único anticonceptivo que previene de las ITS.
La infección, aseguran desde el ministerio de Sanidad, es más frecuente en personas jóvenes y en personas con “múltiples parejas sexuales” que no toman las medidas de prevención adecuadas. Mucho cuidado con los bulos aquí: solo el preservativo previene las ITS. Ni lavarse los genitales, ni orinar ni ducharse después de tener relaciones evita que te contagies.
La clamidia es una infección bacteriana silenciosa: el ministerio estima que más del 70% de las mujeres y del 50% de los hombres que la padecen no presentan síntomas. Por ello, recomiendan que las mujeres jóvenes sexualmente activas se hagan un examen al año.
En las mujeres, los síntomas de infección por clamidia más habituales son cambios en el olor, la cantidad o el color de las secreciones vaginales, sangrado intermenstrual o reglas más cuantiosas, sensación de ardor al orinar, molestias en la parte baja del abdomen y sangrado después de mantener relaciones sexuales. En los hombres, suele darse sensación de ardor al orinar, dolor testicular y secreciones en el extremo del pene.
Si la infección se localiza en el recto, no suele presentar síntomas. Para diagnosticarla se necesita una muestra de la zona genital, anal o faríngea, y, a veces, un análisis de orina. Las pruebas diagnostican rápido la ITS, y después se combate con antibiótico.
Aunque la infección es fácil de tratar, el hecho de que sea tan silenciosa dificulta en muchos casos el diagnóstico. Es precisamente cuando no se reconoce la ITS cuando la clamidia puede convertirse en un problema mucho más serio.
Así que, si te has hecho las pruebas y has dado positivo en clamidia, es fundamental que avises a tu pareja sexual actual y a las anteriores, para que consulten a su médico y puedan someterse a la prueba diagnóstica. De esta forma frenarás el contagio de la infección.
La clamidia se trata fácilmente, pero mientras se está tomando el antibiótico no se recomienda mantener relaciones sexuales, ni siquiera con preservativo, hasta que la persona afectada haya terminado el tratamiento y los síntomas hayan desaparecido. Además, conviene no confiarse: una persona que se haya curado de la infección puede desarrollarla otra vez, si no toma las medidas adecuadas y no se protege.