A lo largo de la vida de las personas el cuerpo va evolucionando y cambiando en su conjunto, pero en algunas partes se nota más que en otras. Por ejemplo, nuestra piel en seguida refleja si atravesamos una situación estresante o si tenemos que cuidar más la alimentación.
Subidas de peso, épocas en las que no tenemos tanto tiempo para dedicar al deporte o en las que el cansancio es mayor… las situaciones del día a día se reflejan en nuestro rostro, nuestro cuerpo y hasta nuestro cabello, pero ¿hasta qué punto influyen los factores externos en el tamaño del pecho? ¿Es algo que podamos modificar naturalmente o solo queda resignarse ante las cartas obtenidas?
Qué 5 factores influyen en el tamaño de tus pechos
En el tamaño de los pechos influyen más aspectos de los que pensamos y, aunque no siempre se pueden conseguir los cambios que se desean, sí que hay factores externos que pueden influir, aunque no tanto como los internos. En cualquier caso, antes de modificar definitivamente este aspecto de la anatomía, por ejemplo con cirugías, conviene conocer todos esos factores que influyen en su tamaño y que pueden seguir haciéndolo a lo largo de toda la vida.
Estos han sido enumerados por la doctora Paula Rosso, especialista en medicina estética y nutrición, para Cosmopolitan, quien no ha dudado en destacar los 5 factores que no podemos perder de vista y que pueden cambiar el aspecto del cuerpo.
No hay duda de la importancia de la genética en este sentido. Es uno de los factores más significativos y también más determinante, marcando no solo el tamaño, también la forma que el pecho adopta.
La dieta o alimentación. Muchas personas notan en el pecho cuando pierden o ganan peso antes que en otras partes de su cuerpo, esto es porque la alimentación también influye. Determinados alimentos pueden aumentar el tamaño del pecho, como aquellos que aumentan la producción de estrógenos.
Las hormonas son otro de los factores indispensables. Las glándulas mamarias se ven estimuladas por las hormonas que se producen en la adolescencia, pero las hormonas influyen sobre los senos a lo largo de toda la vida. Estos cambios son también evidentes a lo largo del ciclo menstrual de muchas mujeres, que sufren cambios en la textura del pecho.
El ejercicio también puede ser un factor influyente, quienes hacen mucho ejercicio y tienen poca materia grasa (uno de los componentes de los senos junto con la piel, glándulas, conductos lácteos), suelen tener el pecho más pequeño. El ejercicio puede hacer que se tenga el pectoral más fuerte, lo que hace que el pecho esté mejor colocado.
El último de los factores es la edad, uno de los que la doctora destaca como más importantes. Con el paso del tiempo, las mamas pierden colágeno, elastina y tejido mamario, por lo que tienden a encogerse y reducir su tamaño. Durante la juventud se tiene más colágeno y elastina, lo que hace que luzcan más turgentes.
Todos ellos relevantes a su manera y que podemos tener en cuenta, tanto si queremos aceptar los cambios que experimenta el cuerpo, como si queremos modificarlo.