Dejarse llevar por la pasión puede ser muy excitante, pero también salir bastante caro si esa pasión se desata en un coche. No son pocas las personas que disfrutan del sexo en lugares semipúblicos, disfrutando del estímulo extra que supone poder ser pillados en cualquier momento. 

En otros casos, escoger el coche para los encuentros íntimos es la única solución ante una cuestión de incapacidad de tener intimidad en su propia casa, aun a riesgo de que en cualquier momento puedan ser interrumpidos. De hecho, si quienes les pillan o les interrumpen son las autoridades, ¿pueden llegar a multarles? 

Lo cierto es que no está tipificado en ninguna normativa estatal, pero esto no quiere decir que se vayan a ir de rositas. 

La respuesta corta a esta pregunta es: sí. No solo puedes volver a casa con la vergüenza de haber sido pillado durante un momento de intimidad, también con una multa económica y varias consecuencias extra. Lo cierto es que, aunque como ya hemos comentado, no existe una normativa específica, hay otras leyes genéricas que sí que cubren estos escenarios. 

Una de las posibilidades es que las autoridades responsables se acojan a la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal. En ella se establece como delito de provocación y exhibicionismo si tiene lugar delante de personas con discapacidad o menores de edad. En este caso podría considerarse un delito penal, lo que podría conllevar pena de prisión y multas considerables. 

Si no se dan esas circunstancias concretas, no se podría considerar delito penal, pero existen otras formas de penalizar a los infractores, concretamente a través de lo que se establece en el artículo 37 de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, que habla de "ejecutar actos de exhibición obscena". Se podrían imponer multas de entre 100 y 600 euros.

Además, existen algunas ordenanzas municipales que sí recogen este tipo de acciones, por ejemplo en ciudades como Málaga, donde se prohíbe practicar sexo en la vía pública, a menos de 200 metros de zonas residenciales y centros educativos. Mientras que allí las multas rondan los 750 euros, en Barcelona podrían llegar hasta los 3.000 euros, por lo menos en los casos más graves. 

En estos casos hemos querido destacar lo que puede suceder siempre que el vehículo esté estacionado, pero obviamente, si el sexo tiene lugar con el vehículo en movimiento, las penas serán mayores. Esto es considerado conducción temeraria, algo que contempla el Código Penal, y se penaliza con multas de 500 euros y la pérdida de 6 puntos del carnet. 

En caso de masturbarse a la vez que se conduce, la pena es similar a la de estar con el móvil, de 200 euros y seis puntos menos en el permiso de circulación. Así, queda claro que este tipo de actos tienen consecuencias (y en algunos casos ponen en riesgo la propia vida y la de otras personas), algo que conviene tener en cuenta antes de dejarnos llevar por la pasión.