Las relaciones no siempre son sencillas, por eso es tan importante sentirse cómodo en ellas. No estamos demasiado habituados a todo aquello que se sale de la tradición, por eso hay algunos tipos de relación que nos despiertan ciertos recelos, como sucede con las relaciones abiertas.
Y es que las relaciones abiertas no son para todo el mundo (como sucede con cualquier tipo de relación), pero quien ha decidido que serás más feliz en una relación abierta, tiene que seguir ciertas pautas que le aseguren que todas las partes implicadas se sienten igual de confortables con este tipo de relación.
Las relaciones abiertas son cada vez más frecuentes entre quienes no se sienten a gusto con la monogamia, aunque no son la única opción, pero para quienes no están a acostumbrados pueden suponer un reto complicado de manejar, por eso, nada mejor que conocer algunas reglas infalibles que pueden hacer las cosas más sencillas.
Una pareja abierta es aquella en la que ambas partes acuerdan que ambos pueden tener relaciones íntimas con otras personas sin que esto se considere infidelidad. Es importante que ambos estén de acuerdo a la hora de abrir la pareja, aceptar unas condiciones que no nos convencen por miedo a perder a nuestra pareja solo llevará al sufrimiento.
Establecer ciertas reglas y hacerlo de modo conjunto puede ser el primer paso para mantener una relación abierta y reducir la probabilidad de fracaso. Cada pareja tendrá que pautar las suyas, pero estas no conviene que falten.
Estas son solo algunas reglas, pero ni mucho menos son todas, cada pareja tendrá que establecer las suyas propias, asegurándose en todo momento ambas partes están conformes y se sienten seguras ante las medidas tomadas, de no ser así, habrá que revisarlas.