A día de hoy, la intimidad masculina es un polvorín de prejuicios que nos siguen haciendo muchísimo daño. El tabú, el miedo a no dar la talla y un canon de potencia masculina imposible de satisfacer todavía sobrevuelan nuestro imaginario. Las pruebas no admiten excesivas réplicas: se calcula que uno de cada tres hombres sufre algún tipo de problema sexual a lo largo de su vida.

Muchos todavía no se atreven a hablar con sus parejas de problemas reales como la eyaculación precoz, el gatillazo o la impotencia, por miedo a ser considerados “poco capaces” en la cama. Sin embargo, si se hablara con franqueza de estas preocupaciones y de las distintas soluciones que existen en el mercado para tratarlas, nos daríamos cuenta de que normalizar es mucho mejor que silenciar.

Hoy te hablamos de Myhixel, uno de esos cacharros que parecen inventados por los dioses para superar ese “cuando haces plop, ya no hay stop”. 

Este dispositivo, hecho en España, ha sido diseñado en colaboración con un equipo de urólogos y sexólogos del ISM (Instituto Sexológico Murciano), la Universidad Miguel Hernández de Elche y el área de urología del Hospital Rafael Méndez. En el equipo que ha investigado y desarrollado el aparato eran conscientes de la preocupación de todxs esos hombres que no se atreven a explicitar de forma abierta que no están satisfechos con su rendimiento en la cama y todavía creen que la sexualidad es una cuestión de productividad, tiempo y ejecución.

Myhixel, en su versión médica, ha sido pensado para tratar los problemas de eyaculación precoz con un plan de ejercicios y un entrenamiento progresivo que se basa en la gamificación, con objetivos y retos semanales. Recordemos que, a día de hoy, esta es la disfunción sexual más común. Según la National Health Service, en un alto porcentaje de casos no se consulta a un especialista por miedo y vergüenza.

El método de utilización de Myhixel es bastante sencillo. Todos los masturbadores emulan la sensación de la penetración al calentarse y cuentan con una aplicación móvil en la que se controla digitalmente el aparato para ‘retener’ la eyaculación y retrasarla. Sus responsables afirman que, gracias su diseño, el tiempo que duramos en la cama puede multiplicarse por 5. Obviamente, esa no es la única ganancia. El sexo se disfruta el doble si no hay que estar preocupándose por dar la talla. Aumenta la confianza. El miedo desaparece, al menos por un tiempo.

Hay varios modelos de Myhixel, según las necesidades del usuario.

Myhixel Med está diseñado para esos casos no hay ningún tipo de control sobre la eyaculación y el clímax llega en lo que dura lo que un suspiro (menos de tres minutos). Su programa de ejercicios nos va a ayudar a retener el semen de forma progresiva y a disfrutar el doble de la penetración. Es el modelo más adecuado para los hombres preocupados por el tiempo que duran en la cama, puesto que los ayuda a tener una mayor consciencia del sexo y del placer, que llega más lento y mejor.

El modelo TR está enfocado a diseñar a voluntad cómo queremos que llegue el clímax, y es, sobre todo, para aquellos hombres que por cansancio, estrés o cualquier otro motivo quieren controlar su eyaculación al detalle: bien durar más y hacer el placer más progresivo, bien ‘clavar’ a voluntad el momento de correrse.