De olvidarse de la punta a desenrollarlo mal: diez errores que cometemos al usar condón
Tanto antes de ponértelo como al desenrollarlo, hay muchos pequeños detalles que cuidar.
Los condones no son indestructibles. Cometemos muchos errores que pueden alterar su calidad. Por ejemplo, llevarlos en la cartera y sentarnos encima.
Bien: ha llegado la hora la hora. Manta, sofá y esa película de Netflix que jamás verás porque estarás quitándote la ropa con tu pareja; o cita de Tinder con final feliz (siempre con consentimiento); o una conversación en un antro con la que acabas marchándote a casa en compañía.
En apenas unos minutos, llegará el momento de ponerse un preservativo (escógelo bien. Puede que lo hayas hecho muchas veces y ya conozcas el método correcto, o bien cometas alguno de estos diez errores y te arriesgues más de la cuenta.
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Llevarlo en el peor sitio
Por muy común que sea llevar el condón en la cartera, tienes que saber que este es uno de los primeros errores que todos cometemos.
Por un descuido o simple dejadez, al llevarlo ahí te sientas encima, lo aplastas, lo sometes a cambios de temperatura; y es bastante probable que, con el tiempo, acabe deteriorado o pierda efectividad.
Cuidado con las fechas
De acuerdo, con los yogures o los huevos (con el truco de sumergirlos en agua para comprobar si flotan) puedes jugar a la ruleta rusa y tomártelos un poco pasados de fecha, pero no lo hagas con un condón bajo ningún concepto. Te arriesgas a que se rompa.
De paso, te recomendamos que compruebes que tiene el sello de la UE, para saber que en su proceso de fabricación se han tomado todas las medidas de protección y el control de calidad es el adecuado.
Demasiado pronto
Para que la efectividad de un condón sea total, es mejor que te lo coloques cuando haya una erección media o completa (a media asta es perfectamente válido para mantener relaciones) y no apresures el momento de desenrrollarlo, cuando tu pene es todavía un mango desnutrido.
Demasiado tarde, vaquero
Bien sabemos que entre el “¿tienes condones?” de una cita random y el momento de ponérselo puede haber unas cuantas volteretas y mordiscos, pero eso no es excusa para hacer las cosas mal.
Uno de los primeros errores en el que incurren los hombres es el de ponerse el condón demasiado tarde, cuando ya ha habido algún que otro roce entre el pene y la vagina o se ha jugado a la ruleta rusa del embarazo. ¿Te has olvidado del líquido preseminal y de las ITS? ¿Crees que por hacer la marcha atrás no hay peligro de que, nueve meses después, un pequeño ser llamado José Federico te llame ‘papá’?
Abrir con cuidado
Para muchas personas, es frecuente abrir el envase protector del preservativo a las bravas, simplemente rajando el plástico con los dedos. Lo más recomendable sería retirar el condón mientras lo hacemos para que no haya riesgo de que se rompa.
No se recomienda, para nada, abrirlo con unas tijeras o con la boca, por el mismo motivo.
Desenrrolla bien
Las prisas pueden llevarte a desenrollar el condón antes de hacerlo sobre el pene en reposo, desliz que puede provocar que, al colocarlo, queden burbujas de aire y te lamentes más tarde de que se rompió cuando no tocaba.
El lado bueno
Al sacarlo de su envoltorio, la inclinación de la punta del preservativo siempre indica cuál es la posición correcta para desenrrollarlo. Uno de los errores más típicos aparece cuando no sabemos qué lado es el bueno para colocarlo.
Probamos con uno, y como vemos que no es el correcto, le damos la vuelta. El problema viene porque el látex de la punta ya ha estado en contacto con el pene y los posibles restos de líquido preseminal pueden transmitirse a la vagina de tu partenaire, la boca o el ano.
Preservar el depósito
La primera regla, con permiso de las anteriores, que todos los hombres aprenden la primera vez que alguien les explica cómo utilizar un preservativo.
No está de más recordarla. Una vez desenrollado sobre el pene, hay que apretar la punta con dos dedos para preservar la forma del depósito y eliminar posibles burbujas de aire.
Reutilizarlo
Pégate con una regla en los nudillos si sientes la tentación de ponértelo, usarlo, quitártelo porque no has llegado al clímax, regresar a la gimnasia con tu chic_, utilizarlo otra vez. No, jamás, bajo ningún concepto.
Por detrás, doble muro
Todos los expertos recomiendan escoger un preservativo extragrueso para las diversas prácticas de sexo anal, ya que, con la fricción, un condón mondo y lirondo de grosor fino tiene todas las papeletas para romperse.