Libido y cuarentena: tres personas nos cuentan cómo viven el sexo durante el confinamiento
¿Dónde entra el sexo entre el estrés y la ansiedad de la cuarentena?
Hablamos con varias personas para que nos cuenten cómo viven su sexualidad estos días
Esta cuarentena, los balcones y las ventanas se han convertido en el único espacio público. Sustituimos las cañas bajo la sombrilla por los aplausos a las ocho, las videollamadas con nuestros amigos y familia y los whatsapps que reenviamos con gente pasándolo peor que nosotros esta cuarentena. Por cierto, un saludo desde aquí a Marta Roca y su tortilla de patatas: por cosas más bobas he llorado yo estando con la regla.
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En fin, que estos días no hay bares ni citas de Tinder ni vida en pareja que valga. Las que viven juntas tratan de sobreponer su relación a los conflictos que pueden surgir de una convivencia en reclusión, cada una a su forma. Pero los que están superando este aislamiento solos, con sus familias o en pisos compartidos, el acceso al sexo no es tan sencillo.
Sexting, videollamadas y masturbación: cada uno lleva su libido como puede, pero agarrándose al momento en el que se pueda salir como a un clavo ardiendo. Por eso, les hemos preguntado a tres personas sexualmente activas y de distintas circunstancias (trabajadoras, en paro o en pareja) cómo están viviendo su sexualidad esta cuarentena.
Sin trabajo ni pareja
Julieta (23 años) trabaja desde hace un año como camarera en una cadena de restaurantes. La pandemia ha hecho que la hostelería cierre y tanto ella como sus compañeros entren en un expediente regulador de empleo, un ERTE. Por ahora no está preocupada por su futuro laboral y utiliza estos días extra para sacar adelante su trabajo de fin de máster.
La chica está soltera y, antes del estado de alarma, solía tener citas por Tinder. Una cerveza y lo que surgiese, aunque últimamente no había tenido mucha suerte: desde su última relación sexual hace nueve meses. Cuenta que, en general, tiene la libido bastante baja, por lo que las relaciones sexuales no le preocupan lo más mínimo: “En épocas de crisis no pienso mucho en el sexo, suelo tener la libido bastante baja”, reconoce.
Le preguntamos cuáles son sus posturas favoritas y si se arrepiente de no haber probado algo hasta ahora. Dice que no: en lo que se refiere al sexo, sabe lo que le gusta y no siente “el impulso” de probar cosas nuevas después de esta cuarentena.
Trabajadora y con pareja
Valeria (22 años) trabaja durante esta pandemia como enfermera en un hospital madrileño. Su ritmo de vida es bastante rápido, y no se permite pensar en lo que hay dentro ni fuera de su empleo. “No pienso mucho en el sexo, la verdad”, bromea, “aunque llevo sin ver a mi novio un mes”.
Estos días está superando su “récord de días sin sexo”. Su primera relación sexual fue con su actual pareja, hace cuatro años, y desde entonces “no había pasado más de dos o tres semanas” sin acostarse con él. “No estoy muy obsesionada, estoy tan agotada que no pienso en sexo para nada”, explica entre risas. “En otras ocasiones, cuando hemos estado lejos sí que hemos hecho sexting o llamadas, pero esta vez se junta que estoy cansada y que ambos vivimos con más gente, con nuestros padres”.
“Yo para hacer esas cosas necesito estar sola en mi casa, tranquila, y no es el caso, así que por mi parte no me apetece mucho. Por la suya, creo que estaríamos en ese plan todos los días”, añade. “Lo estamos llevando bien, no es la primera vez que estamos separados. Además, cuando pasamos tiempo lejos es por las vacaciones y no solemos tener tiempo para hablar, pero ahora podemos charlar cuando lo necesitamos”.
Sin trabajo y con pareja
Lucía (22 años) sí reconoce haber pensado bastante en el sexo estos días. “Lo hablaba con unas amigas hace unos días y ellas decían que no”, cuenta, aunque reconoce que ella lo pasa peor. “Yo soy muy activa sexualmente, y los primeros días de la cuarentena sí que pensaba muchísimo en el tema. Ahora ya sé lo que hay, y entre videollamada y videollamada, cae alguna calentorra”.
"Esta cuarentena hemos discutido, pero porque pagamos la frustración el uno con el otro. De todas formas, no ha sido nada serio. Creo que esta cuarentena va a llevar a muchas parejas a dejarlo, pero que otras se reforzarán, y nosotros estamos en el segundo grupo”, asegura. “En los últimos meses quería estar todo el tiempo con él, así que al menos ya no puedo depender tanto de su compañía”.
Ella terminó sus estudios el año pasado y hasta hace un mes trabajaba en un bar. Pero antes de la pandemia, le rescindieron el contrato, así que ahora mismo está en el paro y “con mucho tiempo libre que llenar”. Para no aburrirse, intenta marcarse una rutina y hacer deporte, videollamadas y preparar el examen teórico del carné de conducir.
“Tuve una temporada sin sexo bastante larga, de casi dos años, y lo pasé bastante mal. Estos días no van a ser mejores”, explica. “Cuando volvamos a vernos, nos cogeremos con más ganas. Ya se nos ocurrirá la manera de innovar”.