Aura, primera niña trans de Zamora: "Mi madre estaba emperrada en que esto era una etapa"
yasss.es
12/12/201710:41 h.Me llamo Aura, tengo quince años y soy de Zamora. Sé que soy mujer… desde siempre. Cuando era pequeña yo tampoco sabía qué era ser transexual, pero, por ejemplo, yo soy muy fan de los videojuegos y siempre escogía personajes femeninos para jugar. Siempre lo he sabido. Una vez, cuando tenía diez años, vinieron unas amigas de mi hermana y... no sé cómo empezó la conversación, pero acabamos hablando de esto. Por entonces a mí no me atraían los chicos, yo tenía muchas dudas y les preguntaba si se podía ser lesbiana a la vez que ser transexual, que cómo era… y desde ese día ya lo vi claro.
Pero lo fui dejando, porque pensaba “esto es una tontería, da igual”, aunque yo lo estaba pasando bastante mal. Porque yo lo sabía, pero en casa siempre lo decía de broma. Como no sabía cómo contarlo, lo soltaba de broma hasta que una vez le dije a mamá: "¿y si te lo estuviera diciendo en serio?" y mi madre me decía que no la puteara, que vaya adolescencia le estaba dando, hasta que le enseñé conversaciones que había tenido con mis amigas y le pedí a mi mejor amiga que le explicase lo que habíamos hablado.
Pero mamá dejó el tema y seguía emperrada con que esto era una etapa, que yo solo era gay, que no tiene nada que ver, porque la orientación y la identidad sexual son cosas distintas, que eso ella ahora lo sabe, pero cuando lo estás viviendo es más difícil asumirlo. Hasta que habló con una chica de la asociación [Asocación Chrysallis] y se dio cuenta de todo. A mí me costó mucho tener que pasar no solo por mi cambio sino esperar a que cambiaran también los demás. Por ejemplo, antes se confundían, y me llamaban en masculino y yo enseguida los corregía, pero ahora ya… digo “no pasa nada, porque nos tenemos que acostumbrar todos”.
Cuando mi madre ya me dijo que me entendía y que tenía yo razón y que yo había sido una niña siempre, mi relación con ella mejoró muchísimo, aunque siempre ha sido buena. Ella me ayudó a comprar ropa con la que me sintiera más a gusto, me acompañó a hacerme mis primeros pendientes… hasta el punto de que un día un señor le preguntó “¿y tu hijo, qué tal?” y ella dijo pero qué hijo, yo no tengo ningún hijo. A mi hermana le costó más aceptarlo, al principio siempre me estaba corrigiendo en plan “las chicas no hacemos esto, las chicas somos más ordenadas”… pero mi hermana ya lo acepta y me llama Aura… aunque tiene mi nombre de chico tatuado en el brazo y ahora dice que le tengo que pagar el láser.
Lo que más me gusta es que ahora, cuando mi madre me llama para reñirme, me grita ¡AURA!, y antes le salía llamarme ¡DANIEL!, pero ahora me riñe por mi nombre y me siento muy a gusto. También mi madre siempre me dice que voy muy guapa, aunque mi hermana a veces me dice “pero no vayas así”, porque yo cambio mucho y me gustan cosas muy distintas, y mi hermana dice que mi estilo es ridículo, pero yo digo que no, que solo es diferente.
Me gusta mucho el estilo de Natalia Ferviú, no en su forma de vestir pero sí en su forma de elegir ropa, que es una chica muy moderna y sabe combinar un vestido con unas deportivas y un día va perfectamente en taconazos y otro día va de Nike y siempre está mona, ella es mi referente. Me gustaría dedicarme al mundo de la moda y quiero sacarme los estudios de peluquería, porque creo que se me da muy bien. Yo voy por la calle y veo ropa y se me ocurre cómo combinarla, aunque algo sea feo, si lo complemento bien, al final queda bonito. También me gusta customizar la ropa.
Por otro lado, desde pequeña me ha gustado mucho la interpretación y el teatro. El primer día que entré a las clases de teatro me dijeron que tenía mucho talento y que iba a llegar muy alto, y en el instituto lo mismo, en cuanto entré ya me dieron un papel, y los de primero no suelen tener papel en teatro. Pero luego lo dejé porque me daban personajes masculinos, pero me ha quedado como esa espinita, de que me gusta mucho el mundo de la interpretación.
Mi vida ha cambiado un montón. Antes salía, sí, pero era menos de salir, me solía quedar siempre en casa, porque no me sentía muy a gusto… La gente habla mucho, y más en Zamora, y yo no quería salir tanto. Una vez hasta me tiraron huevos desde las ventanas, y otra vez me tiraron con una piedra. Pero yo ahora voy a clase super a gusto, porque hay gente que me defiende, y ahora apruebo más exámenes, aunque un examen de cambio y forma de cabello lo suspendí y me jodió más… Ahora estoy más centrada en los estudios porque yo me digo a mí misma, si con los videojuegos me aprendo todo, que te puedo decir todos los Pokémon que existen, ¿cómo no me voy a aprender dos frases que vienen en el libro? ¡Pues no! Y me las aprendo.
En cuanto a las relaciones, los chicos, físicamente, me habían gustado siempre, aunque yo había empezado con las chicas. Al principio yo sabía cómo se comportaban los chicos porque como yo era “uno de ellos”... y siempre pensaba “qué imbéciles son". Luego fui creciendo y al entrar en el instituto me di cuenta de que hay chicas que son imbéciles también. Y luego me enamoré de un chico y al final pensé… pues es que me gustan los chicos y las chicas… Estoy bien con los dos.
Antes iba a otro instituto y yo allí intentaba comportarme más masculinamente, y nunca conté nada de lo mío. Pero durante el verano yo ya fui contando lo que me pasaba y cuando cambié de instituto encontré a mis mejores amigos y, aunque al principio no tenía mucha confianza, yo quería desahogarme y quería contarlo ya. Y además en este instituto ya me inscribí con mi nombre, Aura, aunque luego se difundió que yo antes me llamaba Daniel por otras personas, pero bueno, de todo se aprende. Mi madre presentó un escrito solicitando que todo el mundo me llamara Aura y, menos en las listas oficiales de exámenes, que ahí tiene que aparecer el nombre registral, todo el mundo me llama Aura y puedo ir al baño de chicas. Y lo del DNI… es que solicitamos al juzgado el cambio de nombre pero la jueza lo denegó, y es que con la ley actual todo depende del juez. Es una suerte que por fin hayan cambiado la ley, porque en el País Vasco, por ejemplo, si tú dices que eres una chica en 48 horas tienes todos los papeleos hechos y te cambian el nombre, pero en Zamora o en Madrid no. La ley nueva también cambiará lo de que estemos obligados a ir al psicólogo durante tanto tiempo, porque no somos enfermos, solo necesitamos ayuda puntual, como cualquier persona.
En Zamora… ha ido la cosa mejor de lo que yo esperaba. De hecho, después de mí, he conocido a otras tres personas que han dicho que eran transexuales, porque antes de mí yo no conocía a nadie. Cuando se difundió lo mío por el instituto al principio se reían de mí y fue duro, porque he sido la primera persona tan joven que ha reconocido ser transexual, y a veces me hacían preguntas, que si tengo pito o vagina... y hay mucho hipócrita, porque delante de mí dicen que si lo estoy pasando muy mal y luego sé que se ríen… Bueno, y con el tema de la regla… es que hay gente que dice que si no tengo la regla no soy una mujer porque no puedo tener hijos, pero una amiga me dijo que si me decían lo de la regla les dijera “pues yo no la tengo, tú la tienes y te jodes y sufres y yo no”.
Y mucha gente me hace preguntas, pero yo siempre contesto todo, porque esto es normal, y quiero transmitir lo que me pasa para que la gente lo vea normal. Ahora la gente me pregunta si me operaré, pero yo no sé qué hacer todavía.
Agradecimientos al Café de las Artes de Zamora y a Eva Pardal.