Condones, DIU, la píldora y otros tipos de anticonceptivos: las principales diferencias entre ellos
El uso de un anticonceptivo u otro depende de las necesidades de cada uno y del consejo del médico o especialista, que es quien tiene la última recomendación sobre tu salud
Muchos de ellos están subvencionados por la Seguridad Social
El embarazo no deseado es un miedo compartido entre casi todas las mujeres jóvenes y sexualmente activas. Por ello existen los métodos anticonceptivos, que en sus múltiples variantes previenen de los embarazos no deseados, y en muchas ocasiones también de enfermedades de transmisión sexual.
Muchos de estos métodos están financiados por la Seguridad Social, sobre todo los de mayor antigüedad. Además, casi todas las comunidades autónomas financian otros anticonceptivos. Quien mejor te puede informar al respecto es tu médico de cabecera o tu centro de planificación familiar, que ofrece gratuitamente orientación sexual y, en muchos casos, preservativos.
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La mayoría de los métodos anticonceptivos son femeninos, y aunque las opciones más conocidas son la píldora o el DIU, hay otros que merece la pena conocer. En Yasss te ayudamos a distinguir unos de otros, para que puedas escoger según tu situación.
Métodos, la mayoría femeninos
Hay decenas de métodos anticonceptivos femeninos. Para distinguir unos de otros, se dividen en tres grandes grupos según su funcionamiento: los métodos anticonceptivos de barrera, los hormonales y los irreversibles.
Además de esos, se encuentran los métodos de observación de la fertilidad, que tratan de averiguar, mediante el seguimiento del ciclo menstrual, qué días hay menos posibilidades de quedarse embarazada. Quienes usan estos métodos, que no suelen recomendarse en los centros médicos españoles por su alta probabilidad de embarazo no deseado, aprovechan los días poco fértiles de su ciclo para tener relaciones sexuales. Sin embargo, y como decimos, no previenen de las enfermedades de transmisión sexual, y muchas veces tampoco del embarazo.
Los métodos de barrera, como los condones o el DIU
Los métodos anticonceptivos de barrera actúan evitando la unión de los gametos. Para ello, hacen uso de muros o barreras, que pueden ser físicas, químicas o ambas. Los más conocidos son los preservativos masculino y femenino: los únicos métodos que, además de prevenir de embarazos, previenen de infecciones de transmisión sexual, por lo que son los más recomendados para relaciones sexuales esporádicas.
En esta categoría también entran el diafragma y el capuchón cervical, implementos que cubren el cuello uterino, y la esponja cervical, una esponja que se ajusta al cuello uterino y contiene espermicida, un método de barrera químico que dificulta la llegada del esperma al óvulo.
Los métodos hormonales, como la píldora
Los métodos hormonales actúan directamente sobre el ciclo menstrual y, aunque la píldora es el método más común, no es el único (y, además, hay decenas de tipos de píldoras, que se adecuan a las necesidades de cada ciclo). Los métodos hormonales se basan en el aporte de hormonas ováricas, por lo que el cuerpo deja de ovular y de segregar FSH (una hormona determinante en las funciones sexuales), mientras disminuye el grosor del endometrio y se altera la producción de moco cervical.
Los métodos hormonales se dividen a su vez en dos grandes tipos: los combinados, cuya composición incluye estrógenos (hormonas sexuales esteroideas) y progestágenos (hormonas cuya función es mantener el embarazo, aunque también están presentes en el ciclo), o métodos hormonales gestágenos, cuya composición solo incluye el segundo tipo.
Los métodos combinados más conocidos son la píldora, que previene embarazos y está entre los métodos más baratos, las inyecciones intramusculares, los parches transdérmicos y el anillo vaginal, un anillo que se coloca en la vagina y libera hormonas.
Por otro lado, los métodos gestágenos más populares son la minipíldora (una píldora anticonceptiva que solo contiene progestina), la anticoncepción intramuscular o inyección, el implante subdérmico (una varilla reversible y de larga duración que se introduce debajo de la piel y libera hormonas) y el DIU de progestágeno.
El DIU
El DIU es un tipo de método anticonceptivo reversible de larga duración, cuyos tipos más usados son el de cobre y el liberador de levonorgestrel. El primero tiene acción espermicida e inflamatoria del endometrio. Su eficacia es mayor y más duradera, mientras que el liberador de levonorgestrel produce efectos similares a los anticonceptivos hormonales compuestos de gestágenos. Es uno de los métodos más fiables, además de uno de los que menos problemas da.
Cuando ya no hay más remedio
Otra manera de prevenir el embarazo es mediante la cirugía: tanto la esterilización masculina como la femenina son una posibilidad, aunque la primera es reversible y la femenina no. Además de este método, hay otro a tener en cuenta, uno en el que se piensa cuando lo anterior se ha omitido o ha fallado: la anticoncepción postcoital o de emergencia.
Esta se emplea en aquellos casos en los que se desea evitar un embarazo tras un coito no fallido o fallo del método de protección. Su efecto es preconcepcional, no abortivo, y disminuye después de las primeras 24 horas tras la relación sexual, aunque algunos métodos puedes emplearse hasta cinco días después. Se puede dispensar en farmacias sin necesidad receta, por lo que el responsable del establecimiento es el encargado de proporcionar la información sobre el uso correcto de este producto.
No todos los anticonceptivos previenen igual
Es importante saber que, aunque todos los métodos anticonceptivos previenen los embarazos, no todos lo hacen con la misma eficacia. La probabilidad la da el índice de Pearl, un método que indica el número de embarazos que tendrían 100 mujeres si usasen uno de los métodos durante un año completo.
Según este índice, los más eficaces después de los quirúrgicos serían los métodos intrauterinos (el DIU), por delante de los hormonales, los métodos barrera y, por último, los no instrumentales.