La historia de Harry Styles está cuajada de acelerones al techo de la fama. Hay que tener en cuenta que su carrera ha pasado de cero a cien en unos pocos años, desde aquel mítico casting en ‘The X Factor’ en el que el propio jurado le sugirió que se aliara con otros cuatro concursantes para formar One Direction. Si nos vamos mucho más atrás, hay que imaginarse a un Styles con acné juvenil y cuerpo de tirillas que soñaba con tocar sus propios temas y tuvo que trabajar en una panadería durante una temporada para pagarse los vicios y sobrevivir.

¿Sabías que Harry Styles fue el líder de un grupo de música de su instituto llamado White Eskimo antes de ser esa estrella con un punto excéntrico en la ropa y el epítome del líder de las boybands?

Casi todos los cantantes tienen un pasado menos glamuroso del que muestran en las fotos en redes sociales, ya cabalgando la ola de la popularidad: ritos de paso, años de invisibilidad, de ataraxia, de practicar a solas o en compañía esos talentos y ese carisma que se afinarán cuando la suerte caiga. ¿En compañía? Sí, con amigos.

El caso de Styles es modélico en esto. A nadie le sorprende saber que mucho antes de llevárselo crudo en 'The X Factor' y forrar las carpetas adolescentes de media humanidad con las fotos de los One Direction, el chico ya apuntaba maneras. No sabemos si era el tío más popular en el colegio al que iba entonces, pero sí que tenía tres amigos que le acompañaban en las primeras correrías musicales. Muchas bandas famosas han nacido con pocos elementos: tres colegas llenos de energía, un garaje, la paga de tus padres, que utilizas para comprarte tu primera batería, y eternas tardes de verano en las que sueñas con triunfar. Todo comienza siempre con un “Eh, ¿componemos algo antes del botellón de esta noche?”.

En realidad, la historia de amor de Styles con la música comienza en la adolescencia. Antes incluso de que su madre le apuntara sin su consentimiento al casting de 'The X Factor' (sigue queriéndola a pesar de estas jugarretas), Harry trabajó como panadero mientras pespunteaba la guitarra y seguramente componía sus primeros temas en compañía de sus colegas.

Durante la secundaria, Styles decidió aliarse con Will Sweeny, a los mandos de la batería; Roy Bennet para la guitarra y Brad Nevison dominando el bajo. Styles se reservó el papel de vocalista, algo así como el líder en ese mundo de los duelos de bandas. Ese año formaron White Eskimo, la que es, oficialmente y sin discusión, su primer grupo. De hecho, el gran rito de paso fueron las competiciones de bandas en las que participaron, ganando alguna que otra.

Lo sorprendente es el grupo ha seguido haciendo sus pinitos mucho tiempo después de que Harry abandonara el barco. A los Eskimos los han descrito como la mezcla entre el sonido pop puro, con unas gotas de bandas como Foo Fighters, algo de los Green Day y el punch violento de Blink 182. Uno de sus momentos más sonados fue su debut con la canción ‘100x’ en uno de los programas de la BBC. En las redes sociales no es que lo peten. Tienen apenas 12000 seguidores en Instagram, un número bastante modesto. Suelen prodigarse más en Twitter, donde a menudo publican videos de cada miembro, fotos y guiños a sus fans.

Después de que Styles empezara con los One Direction y la discográfica del productor del programa aflojara la billetera y le ofreciera un trato millonario, allá por 2010, Will y el resto de los Eskimos siguieron su propio camino y continuaron sacando temas sin el liderazgo de Harry carabonita. ¿Podrían haber corrido mejor suerte? Parece que sí. Les hubiera gustado que los lazos siguieran vivos entre ellos y el cantante, a juzgar por las palabras de Sweeny. No fue así.

Según cuenta el líder, Styles perdió contacto con ellos después de 2012, cuando su carrera ya había reventado el firmamento de la fama y los armarios llenos de trajes extravagantemente maravillosos. “Es una pena. Con que Harry dijera alguna vez ‘escuchad a mi viejo grupo’ nos daría muchas visualizaciones en las plataformas y millones de personas se enterarían de que existimos. De hecho, se lo hemos pedido. Hablé con él hace un año, pero ya no nos vemos y es una lástima”.