Hay parejas que parecen haber nacido para estas juntas, sea en lo profesional, en lo personal, o en un combo imbatible de ambas facetas. Eso es precisamente lo que le ha pasado a Niki Nicole con Trueno, su novio. Los dos viven una de esas historias de amor bigger tan life (o por lo menos, que la música), y tanta química se gastan juntos que su simbiosis ha encontrado su reflejo también en su universo creativo. Los fans quieren que estos dos sigan juntos mucho tiempo para seguir recibiendo el amor que se tienen en pequeñas píldoras: declaraciones, videos y muestras públicas de afecto.

Desde que la trapera anunció su compromiso con el trapero (parece un trabalenguas) en uno de los episodios de ‘Charlando tranquilamente’ (con Ibai), muchos fans han querido saber más del hombre que se había robado su corazón. Cuando estos dos sacaron juntos ‘Mamichula’, uno de los temas más justamente famosos de Niki, la cosa se salió de madre.

¿Pero quién es realmente Trueno?

Para empezar, lo personal. Trueno es el novio oficialísimo de Niki Nicole. La pareja que forma con ella es una de las más seguidas en el ámbito del rap latinoamericano. De hecho, es extraño que aún no tengan un nombre combinado para referirse a ellos. ¿Truecole? ¿Nikithunder?

De momento, el romance fluye por los derroteros habituales del crusheo mutuo, los sudores fríos y el temblor de piernas. Se quieren, en efecto; se quieren mucho. "Nuestro amor es súper intenso, nunca experimenté el amor así", le dijo Niki a Ibai en su casa.

La propia Niki se ha referido más de una vez a la solidez de su historia con el trapero. Sabe que son muy jóvenes y no se la toma a broma. Se sabe que se comprometieron enseguida, prácticamente al comienzo de su relación. A los tres meses, Trueno ya le había pedido formalmente matrimonio a Niki, aunque ambos habían decidido guardarse esta información, y no fue hasta que Niki charló amigablemente con Ibai y su equipo de creadores de contenido en la mansión cuando reveló estas informaciones y enseñó el pedrusco del anillo de pedida.

Su nombre real es Mateo Palacios Corazzina, y como Nicole, también es argentino de nacimiento, concretamente del barrio de La Boca, en Buenos Aires. Nació en 2002, así que solo tiene 19 años, pero ya es una auténtica estrella a nivel mundial, con una larguísima trayectoria de batallas de rap famosas.

La lista de campeonatos que ha ganado es tan larga que solo merece la pena glosar la conclusión. Trueno tiene tirón y talento, y su interminable ascenso hacia una notoriedad mundial, por suerte, ha tenido su réplica con un primer disco de enorme éxito. ‘Atrevido’.

El terreno en el que Trueno se siente como pez en el agua también es la música, y junto a Nicole, forman uno de las parejas de trap y freestyle más conocidos del panorama hispanohablante, con cientos de miles de seguidores en cada una de sus redes sociales.

Baste un dato para entender su alcance: “BZRP Freestyle Sessions #6”, una de las canciones de BZRP Sessions, que hizo junto a Bizarrap, es el distintivo de este trapero mayúsculo, pero el éxito de ‘Mamichula’, su tema colaborando con Niki, es la guinda del pastel. Desde que lo sacaron, hace apenas unos meses, lleva más de 225 millones de reproducciones en Youtube.

A Trueno, que también fue un apasionado del break dance en sus inicios, lo de jugar con los ritmos y las bases le viene desde pequeño, cuando su padre, Mateo Palacios, un conocido rapero argentino, le prestó un micrófono para que probara. “Me hizo los coros de un tema contra el Paco. Se sabía toda la letra”. No hizo falta más. Trueno lleva el rap y el hip hop en la sangre, en parte gracias a que desde niño empezó a acompañar a su padre a un buen montón de batallas.

A los cinco años, su película favorita era ‘8 millas’, un clásico de los amantes del rap representado en la gran pantalla gracias a Eminem. Se siente poderoso en lo suyo y hasta un poco gallito (se lo perdonamos, forma parte del show) en las letras de sus temas. En ‘Mamichula’, uno de los versos afirma que acabará siendo mucho más famoso que John Lennon. La letra de ‘Sangría’ afirma que “Te guste o no te guste somos el nuevo rock and roll, niño”.

Las letras de algunos de sus temas le han metido de lleno en diversas polémicas de baja intensidad, como casi todas las que suelen darse en redes sociales cuando una figura pública dice una frase que se sale de contexto, o peor, se interpreta literalmente lo que es privilegio exclusivo del arte: la creatividad, la ambigüedad y la separación entre artista y obra.