De acuerdo: no son tan pesadas como Chenoa, empeñada en recordarnos cada día que es humana (cariño: lo sabemos), pero sus declaraciones centradas en hacernos ver lo normales que son hacen que el resto de los mortales nos tambaleemos en nuestros asientos presos de la histeria y la rabia. Porque una cosa es que nos digan lo mucho que sufren con las rupturas sentimentales -¡vaya novedad!- y otra muy diferente que nos hagan creer que sacian su tristeza con un helado enorme entre edredones. Por ahí NO pasamos.
Si a los plebeyos nos duele en el alma saltarnos la dieta, y eso que ninguna revista va a acompañar nuestras fotografías y nuestros michelines con 'arghs', no es posible que vosotras, famosas, os lancéis con tanta tranquilidad a los brazos de la gula. Y si lo hacéis y estás tan estupendas, el odio es aún mayor. Porque este texto va de mentiras, pero también de rabia. O de ambas cosas, para qué negarlo.
Cuando Victoria Beckham explica su rutina de belleza, aclara que cuando no tiene tiempo para disfrutar de un baño relajante porque ha de acostar a los niños, se tiene que conformar con una ducha exprés. Querida Victoria: ¿de verdad quieres que creamos que no tienes un servicio de niñeras y mujeres de la limpieza en casa que te ayuden a mantener a tu familia y a tu hogar perfectos? Si no tienes tiempo para darle un baño caliente es porque tu marido, David Beckham, es el que te mantiene calentita. Y punto. Por cierto: la mayoría no tendemos bañera en la que descansar, por lo que siempre se puede estar peor, Vicky. Podrías ser nosotros.
La cercanía del desfile de Victoria´s Secret trae consigo multitud de declaraciones de modelos empeñadas en hacernos creer que sus rutinas de belleza consisten en beber mucha agua y en dormir ocho horas. ¡JÁ! Nosotras bebemos muchísima agua -tal vez más que las macetas de nuestros minúsculos balcones- y dormimos como lirones, pero no tenemos un cuerpo digno de pasarela. Al menos, no de una pasarela que nos exija desfilar en ropa interior. En la estela de este tipo de declaraciones es imposible no recordar el Instagram You Did Not Eat That, repleto de imágenes de modelos, fashionistas y bloggers posando ante suculentos platos que nos negamos a creer terminarán en sus estómagos, esos que se camuflan tras sus perfectos six-packs. Y si realmente lo hacen, hacemos desde aquí un llamamiento oficial para que dejen de recordarnos lo afortunadas que son por tener unos genes privilegiados y un metabolismo digno de rally, porque las que tenemos un consumo metabólico más lento que una balada de Adele lloramos amargamente al escuchar estas dolorosas palabras.
En el otro lado de la balanza se encuentran las famosas que se esfuerzan en asegurarnos que aman comer sano, como Gwyneth Paltrow. Todas posan felices con sus ensaladas -¿acaso la lechuga les cuenta chistes?- y nos quieren hacer creer que el kale -que es la col de toda la vida- viene a ser lo que una Oreo para los mortales.
¿Quieres una declaración digna de museo? “No hago dieta, simplemente como de forma saludable. Para desayunar, tomo copos de avena y seis nueces. Para com…”. UN MOMENTO. Detengamos la declaración. Comer seis nueces, no cinco ni ocho, no, SEIS, ¿no implica estar siguiendo algún tipo de dieta? Contar los frutos secos … ¿es sano? ¿contarán también los copos de avena de su bowl? Bowl, por cierto, bañado de leche de almendras, porque por supuesto, ¿cómo van a tomar leche? Qué nos creemos que son, ¿gente normal?
Mención especial merecen las famosas que aseguran que no eran conscientes de la presencia de paparazzis cuando fueron fotografiadas en alguna playa paradisiaca mientras posaban como tops salidas de la portada de Sports Illustrated. ¿Cómo es posible que ellas salgan del mar como auténticas chicas James Bond mientras a nosotras se nos cae la braguita del bikini, se nos escapa un pecho del sujetador o nos balanceamos al ser sacudidas por las olas? Pues porque miden milimétricamente cada uno de sus movimientos, al igual que Anita Obregón mete tripa cuando recorre las playas. Querida Pantoja, si tú posas en tu barca con las patitas cruzadas y esa mirada digna de Virginia Wolf sin saber que te están fotografiando, te admiramos. Mucho.
El "I woke up like this" de Beyoncé también ha hecho mucho daño, y ese maldito hashtag es realmente demoledor a manos de auténticos pibones en las redes sociales. Querida: NO te has despertado así. No queremos pensar que esos bucles no son fruto de una labor de arquitectura capilar fruto del dominio de las planchas ni que esa piel perfecta, que parece fruto de un filtro Valencia, no lleve ni una gota de maquillaje.
Lo mismo ocurre con las publicaciones femeninas que presumen de tener editoriales de moda en las que sus modelos no llevan maquillaje. De acuerdo, no llevan cien capas de Titanlux, pero todos sabemos que llevan una BB maravillosa, una máscara de pestañas transparente y sutil y unos toquecitos de polvos bronceadores en los contornos del rostro para enfatizar las facciones.
Por no hablar de las fotos que van acompañadas del hashtag #nofilter en las que las que presumen de carecer de artificios tienen unas brillantísimas pupilas, que son la consecuencia de haber utilizado los anillos selfie con 36 bombillas LED que convierten tu mirada y tu rostro en una visión divina.
Luego está el mítico momento del selfie en el gimnasio. ¿De verdad quieren hacernos creer que no están marcando abs para tener semejante tableta? Con una iluminación pensada y con marcar los músculos durante unos segundos, las mortales podríamos tener una suerte de intento de six pack, por lo que las famosas también conocen este truquito. Recuerda que nadie es tan guapo como en las fotos de Instagram ni tan feo como en la foto del pasaporte.
“Como me paso el día entre sesiones de fotos, cuando tengo tiempo libre nunca uso maquillaje”. Que te lo has creído, bonita. Entonces, cuando subes esos selfies en tu sofá con tus perretes y un contouring digno de Kardashian, ¿tenemos que pensar que ha sido tu can el que te ha lamido el rostro y te ha esculpido las facciones? O peor, ¿te maquillas en tu tiempo únicamente para hacerte una foto? Cuánto daño han hecho las influencers…