La carrera de María Pedraza no deja de crecer y crecer. Que alguien, hace unos años, no fuera "nadie", y de repente se convierta en una de las caras más reconocidas y aclamadas de la ficción española, desgraciadamente siempre generará comentarios negativos, más aún en un mundo tan competitivo como el del famoseo.
La explicación es simple: seguramente el factor suerte también haya tenido que ver, ya que en las carreras artísticas, sobre todo, a veces es necesario que un hada madrina te toque con su varita mágica, pero si la carrera de María Pedraza es imparable en este momento, cuando la actriz solo tiene 23 años de edad, probablemente sea por su esfuerzo, su dedicación y su talento.
Sin embargo, todavía hay mucha gente que intenta descifrar el éxito incomparable de la actriz madrileña y reducirlo a una fórmula, como si María fuera una ratilla de laboratorio, o como si su golpe de suerte fuera algo premeditado y reproducible en la carrera de otros muchos jóvenes que seguro tienen tanto talento como María pero no han conseguido un papel significativo.
Por cierto, ¿todavía no te ubicas muy bien con esta actriz? ¡No te preocupes, te hemos preparado un vídeo estupendo en el que repasamos toda su carrera. ¡Lo tienes ahí arriba! 👆
La confusión sobre la profesión de María Pedraza probablemente surja de la curiosa forma en la que consiguió su primer papel en una película. María tenía Instagram (bueno, eso tampoco es nada excepcional hoy en día), era muy guapa y subía fotos chulas.
El director de cine Esteban Crespo conoció a María a través de Instagram, sí, pero que alguien llegue hasta a ti por tus redes sociales no te convierte en influencer. No obstante, todavía hay muchos medios de comunicación que siguen refiriéndose a ella como "la influencer María Pedraza" y, quizás, ella empieza a estar harta de que, después de dos papeles en las series más vistas de los últimos años en España, la sigan recordando como la chica que se hace fotos bien guapas pal Insta.
Vanitatis escribió un artículo sobre el fenómeno de María Pedraza (es que, a ver, es verdad, ella es todo un fenómeno en la actualidad) y la actriz contestó con estas palabras: "Quiero dejar claro que mi profesión nunca ha sido ni será influencer. Siempre me dediqué al baile hasta que la interpretación se cruzó en mi camino. No tengo nada en contra pero no me dedico a eso".
En este artículo, describían a María como "bailarina e influencer", algo que no le ha sentado muy bien a la actriz. Sin tener ella nada en contra de la profesión de influencer, una de las vocaciones más populares ahora mismo entre los adolescentes y el sueño de mucha gente que trabaja cada día por conseguir más followers y contactar con marcas, María ejemplifica muy bien lo que es y lo que no es ser influencer, algo que parece que aún genera confusión.
Los y las influencers son unas personas que han creado una marca personal, es decir, que han convertido su imagen personal, o un personaje inventado por ellos, en una marca. Surgieron a través de las redes sociales: por su carisma, simpatía, belleza, sentido del humor o capacidades para la comunicación, consiguieron crear una comunidad de seguidores sobre los que empezó a ejercer cierta influencia.
Que tengas muchos followers y seas una persona querida y admirada, con un gran número de fans que van contigo a muerte no significa que seas influencer. Se considera influencer a esa persona que hace contratos con otras empresas para vender/promocionar un producto en su comunidad. Es decir, gente que gana dinero subiendo fotos, haciendo vídeos o escribiendo artículos en los que se promociona un producto conscientemente, y lo hace a menudo, puesto que esa es su forma de ganarse el sueldo.
El mejor ejemplo de influencer española es Dulceida, que ha conseguido crear todo un imperio alrededor de su pseudónimo. Por cierto, que el trabajo de influencer se está profesionalizando tanto que hasta puedes estudiarlo en la universidad.
Sin lugar a dudas, tener Instagram o cualquier otra red social no te convierte en influencer. Tener un número significante de followers, tampoco. Hacerte unas fotos increíbles o ser la más guapa de tu barrio, tampoco. Si la profesión de María Pedraza fuera la de influencer, la mayoría de sus fotos en Instagram estarían patrocinadas por marcas. Que vista prendas de diseñadores famosos no quiere decir que las esté patrocinando. Y, si en algún momento puntual, ha querido colaborar con alguna, tampoco se consideraría que es una influencer.
El mundo del artisteo y el de la publicidad están muy unidos. En numerosas ocasiones las marcas más conocidas recurren a caras famosas para anunciar sus productos, y la historia de actores y actrices que han cobrado unos buenos euros por salir en un anuncio es bastante larga. Por supuesto que María ha hecho publicidad, pero eso forma parte de su profesión de actriz y, seguramente, sea un plus económico bien rico, tampoco nos vamos a engañar.
Pero, pon la tele, o abre una revista, y verás un montón de anuncios protagonizados por gente que conoces: futbolistas, actores, cantantes... ¿los llamarías influencers porque salen en un anuncio de perfume? Entonces, ¿por qué seguir creyendo que María no es una actriz de verdad solo porque fue descubierta gracias a Instagram?
Nuestros compañeros de Morninglory también han debatido sobre este tema, con opiniones muy diversas. Si quieres verlo, pincha aquí.
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