Dulceida fue cuestionada desde el minuto uno que pisó la alfombra roja de los Goya. Primero por su mera presencia (al no ser actriz) y, segundo, por el vestido de Ze García que eligió. Lo cierto es que la influencer tenía un vestido "negro, sencillo, bonito y elegante. Acierto seguro" según expresó en su Stories, pero decidió arriesgarse y optar finalmente por el look asimétrico. ¡En qué hora!
Por suerte, Aida Doménech está bien arropada y cuenta con el apoyo de grandes amigos como Brays Efe dispuesto a callar bocas. "Aida podría haberse quedado en su casa, le hubiera sido más fácil, cómodo y barato, y era consciente de la ibais a poner a caldo se pusiera lo que se pusiera. Pero decidió ir y además con el look que le hacía ilusión", comenta el actor.
El actor ha proseguido su defensa en Instagram con otro 'zasca' cargadito de razones: "Yo le quiero dar las gracias por ser siempre tan agradable y auténtica y por usar su altavoz (tiene tres veces más followers que la audiencia de la película más vista en España este año) para hablar del cine español. Y por ser un ejemplo de trabajo, romper barreras en el entretenimiento de este país y seguir haciendo lo que te dé la gana. Yo también me voy a seguir haciendo y poniéndome lo que me apetezca".
Además, otro de los que salió en defensa de Domenech rápidamente fue el estilista Pelayo Díaz, que también criticó la falta de sororidad entre mujeres.
Estamos con Brays y Pelayo. Estas críticas con tufo clasista (si eres actriz sí, si eres otra cosa no) y esas valoraciones tan pasadas de moda a cerca de los looks de las mujeres en la alfombra roja (que no de los hombres), no deberían de tener lugar en una "fiesta" que lo que se supone que busca son cosas bonitas: convertirse en referente del cine español y de la cultura.