Ni Aitana ni Miguel han confirmado esta relación que ya está dando mucho que hablar. De hecho, el propio Bernardeau, conocido por su papel en la serie 'Élite', dijo a la prensa en una gala de premios que Aitana y él solo eran amigos.

Que estén enamorados o no... eso, por ahora, no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que Miguel y Aitana ya tienen la confianza suficiente como para que la cantante se pase un día por casa a comer. Allí se presentó ella con su bolsita de pasteles (de los caros, de Oriol Balaguer ni más ni menos), como buena invitada el pasado 9 de noviembre. Ahora, las imágenes se han hecho públicas:

Si solo son amigos, suponemos que esta habrá sido una visita sin presiones. Pero si estos dos chicos, dos de las estrellas españolas más prometedoras del momento (los dos están empezando pero han empezado petándolo bastante) tienen algo más que una amistad... entonces... ¡pánico! ¡visita a casa de los 'suegros'!

Lo que para las generaciones más viejóvenes era un paso importante en una relación, para los jóvenes de hoy en día no es que sea, precisamente, el fin del mundo. Si antes se creía que presentar a tu pareja a tus padres era un mal trago por el que había que pasar (hasta se creó una saga de películas sobre lo incómodo de este momento, 'Los padres de él' y todo lo que vino después) en la actualidad se viven las relaciones con más normalidad, sin rituales ni tradiciones ni aros por los que haya que pasar.

¿Que tu rollete o pareja te invita un día a comer a casa? Pues, si te apetece, vas. Y para quedar superbien, como ha hecho Aitana, llevas algo que acompañe a la comida: un postre, unas botellas de vino, un entrante... nunca algo que pueda ser un plato principal, porque si te invitan a comer se entiende que ya hay comida, tú solo tienes que aportar el detallito.

Pero si, a pesar de que eso de conocer a los padres de él o de ella ya suena más antiguo que las pirámides de Egipto a ti todavía te impone un poco la situación, te vamos a dejar estos consejitos por si te pudieran servir de ayuda:

1. No es el fin del mundo

En serio. No pasa nada. Los padres no son aliens ni mosntruos del averno. Son personas, igual que tú e igual que tu pareja. Por mucho que estés "conociendo a sus padres" no estás más que conociendo a unas personas. Seguro que no es la primera vez que tienes un encuentro con gente que no conoces, así que relativiza un poco y no le des más importancia de la que tiene.

2. Habla con tu pareja

Tú vas a conocer a dos personas nuevas, pero tu pareja ya las conoce... ¡porque son sus padres! Y nadie te va a aconsejar lo que podría ser mejor para esta reunión familiar. Habla con tu pareja, pregúntale qué le gusta a sus padres, cuáles son sus costumbres para la comida... ¡déjate aconsejar!

3. Ten un detalle

Igual que Aitana: ella se presentó a la comida con una cajita de pasteles. Si ellos te invitan a ti, lo normal es que tú les agradezcas la invitación con un detallito. Algo de comida o también algo para la casa, como unas flores o un adorno. Aquí puedes volver al punto dos y, nuevamente, preguntarle a tu pareja qué sería lo mejor para llevar. Eso sí: si la comida es en un restaurante, entonces no tienes por qué llevar nada, aunque, si quieres, ¡pues un regalillo nunca está de más!

4. Sé tu mismo/a

El típico consejo de mierda que siempre te dan para cualquier cosa que hagas en la vida. Pero es que es cierto. Si sus padres te invitan a su casa será porque quieren conocerte a ti, a la persona que tú eres. Así que muéstrasela. No intentes ser alguien diferente, ni más divertida ni más correcta ni la persona más inteligente del mundo. Simplemente sé tú.

5. Muestra interés

Vas a conocer a alguien. En lo único que tendrás que esforzarte es en interesarte por ellos. Sería un poco feo estar comiendo con gente que acabas de conocer y pasar de todo y no participar en ninguna conversación. Haz alguna pregunta sobre la comida, sobre programas de televisión, sobre libros, si ves que tienen estanterías repletas de ejemplares, sobre su último viaje si tu pareja te chivó que estuvieron en Praga... ¡lo que sea!

6. Diviértete

Es una comida (o una cena), se supone que la gente tiene que pasárselo bien, disfrutar de la comida y de la compañía. Si ya llegas allí con ciertos nervios, es más difícil que te sueltes, seas tú mismo/a y que disfrutes. Si afrontas esta presentación como una oportunidad para pasar un buen rato, será más fácil que todo vaya bien.

7. Deja el p*to móvil

TODOS tenemos la mala costumbre de mirar el WhatsApp cuando estamos en una reunión con amigos o de sacar unas fotos de la increíble comida pal Insta. Por una vez que te cortes un poco no creo que pase nada.

Todo esto contando con que sus padres también son personas normales, claro, porque todos sabemos que hay padres y padres. Pero si los padres de tu pareja son un poquito "especiales", seguro que ya te habrá avisado antes y te habrá recomendado cómo llevarlo lo mejor posible.