Otras cosas que puedes hacer en Tinder y Grindr además de ligar
Averiguar si tu ex vuelve a estar soltero
Que sí, que te da igual, que tú pasas, que no quieres saber nada de tu ex, que no te interesa qué hace o deja de hacer; sin embargo, en cuanto alguien le nombra pones la antena porque en realidad sí, quieres enterarte de todo porque el mundo te ha hecho así de curioso y oye, el saber no ocupa lugar. En este sentido, tus aplicaciones de contactos son tus grandes aliadas. De repente, mientras estás mirando perfiles para tirar la caña a alguien te encuentras con el de tu ex. Ahí está él, esas fotos son inconfundibles (¡de hecho se las hiciste tú, cómo se atreve!) y una descripción que no se ha molestado en cambiar (es la misma que tenía cuando os conocisteis por la app). Tras este encuentro fortuito (o no, confiésalo, estabas buscándole) empiezas a sacar conclusiones: a) tu ex está soltero, b) tu ex tiene una relación abierta o c) tu ex se ha vuelto poliamoroso. Pero eh, que tú pasas de él.
Cotillear qué les gusta a tus conocidos
“Qué sabe nadie lo que prefiero o no prefiero en el amor”, cantaba Raphael. Ahora con Grindr y Tinder sí que puedes conocer lo que le gusta a tus amigos y conocidos en el terreno amoroso-sexual. “No es cotilleo, es curiosidad”, te dices a ti mismo. Si eres gay y usas Grindr, quizás puedas saber si tu monitor del gimnasio es activo o pasivo (porque lo mismo no tenéis nada que hacer por muy bueno que esté); y si eres un chico que busca chica y utilizas Tinder tal vez puedas descubrir cómo le gustan ellos a esa vecina sexy del edificio de enfrente que te pone ojitos cuando sales a tender la ropa a tu balcón. Lo de si es cierto ese rumor de que a tu compañero de trabajo es fetichista de pies o de si a ese otro le va el fisting casi que prefieres no saberlo.
Descubrir cómo de LGTB es tu pueblo
Lo primero que haces en cuanto llegas de vacaciones a tu pueblo es dejar las maletas y abrir tu aplicación de contactos gays. No hay cosa que te interese más que saber cómo de LGTB es ahora mismo el lugar donde naciste y te alegras un montón al ver una gran cantidad de rostros conocidos que buscan tener relaciones con personas de su mismo sexo. Tu pueblo se ha convertido en un mini-Chueca y tú estás encantado, oye, porque no contabas con que allí pudieses pillar cacho. Además, descubres cuántos ex compañeros de instituto han salido del armario y fantaseas con organizar un Orgullo Gay en tu localidad.
Hacer amigos (que sí, en serio, que se puede)
La risotada que has soltado al leer este punto se ha escuchado hasta en Tokyo. Pero en serio, en Grindr, Tinder y derivados se puede hacer amigos. Si lo tuyo con tu ex acabó como el Rosario de la Aurora y ahora sois tan coleguis, ¿por qué no vas a poder tener una amistad con ese chico o con esa chica de la app con quien has tenido un rollo? También puede ser que empieces a hablar con alguien, que no lleguéis a tener nada ni sexual ni amoroso, pero que descubráis que tenéis otras muchas cosas en común y que os encanta hacerlas juntos: ir a conciertos, viajar, el cine… Créetelo, no es tan descabellado que encuentres a tu nuevo mejor amigo por esos lares mientras los dos buscabais otra cosa.
Aprender idiomas
Ingleses, franceses, italianos, alemanes… Seguro que tu aplicación de contactos está repleta de perfiles de gente de otra nacionalidad que vive en España. Mira qué bien porque tú, que este año te has propuesto aprender bien una segunda lengua, ves en tu otro propósito de ligar una oportunidad para hacerte un 2x1 sin pisar una escuela de idiomas. Vamos, que en lugar de flirtear con alguien de Madrid o de Albacete, intenta hacerlo con alguien que no sea español. Así, tendrás que escribirte con él o ella en ese idioma que quieres dominar y, si llegáis a quedar en persona, podrás practicar la parte oral (ejem, a ver, no nos referimos a eso que estás pensando, pero oye…).
Promocionar a tu amigo fotógrafo
Se compró una cámara réflex, la desenfundó, se hizo un curso exprés y, desde entonces, lo de tu amigo con el mundo de la fotografía es un no parar. Uno de sus primeros trabajos fue la sesión sexy de fotos que te hizo para tus apps de ligoteo. A pesar del indiscutible toque amateur que desprenden, lo cierto es que has sacado muchísimo partido a esas imágenes porque desde que las usas para ligar, lo tuyo en las artes amatorias es un no parar y tienes siempre la agenda llena de citas. Es verdad que el cuerpo serrano lo pusiste tú, pero no hay que subestimar el manejo del objetivo que hace tu amigo y su habilidad para captar todo tu sex appeal. Ahora, cada vez que te piropean en Tinder, les hablas de tu fotógrafo oficial y les haces un poquito de spam.
Vender eso que ya no te pones (claro que sí, guapi)
Si hay gente que usa Wallapop para ligar, ¿por qué no vas a poder utilizar tu aplicación de ligoteo para vender esas cosillas que ya no usas? Además, tú eres una persona muy avispada y quizás hasta puedas hacer las dos cosas al mismo tiempo: pillar cacho y sacarte un dinerito vendiendo ese jersey que ya no te pones. ¿Será el comprador de tus zapatillas usadas el amor de tu vida?
¡Corre! Vacía tus cajones, abre tus armarios y empieza a hacer fotos a todas esas cosas que no vas a usar. Eso sí, no conviertas tu aplicación de ligoteo en un teletienda o te acabarán echando de ella.
Encontrar un compañero de gimnasio
¡Qué solo te sientes en el gimnasio, qué solo te sientes! Ves esos grupitos que van a entrenar juntos y hablan entre serie y serie, o esas parejas de amigos que se ayudan el uno al otro en la última repetición cuando llega el fallo muscular y tú echas de menos entrenar con alguien. A tus amigos no hay manera de convencerles, pasan del gimnasio, así que te has propuesto buscar por tu cuenta un compañero. Si tu app de ligoteo es un auténtico escaparate de bíceps y abdominales, no le des más vueltas, tu media naranja en el arte de ponerse cachas está ahí. Eso sí, van a flipar cuando les digas que en realidad tú solo buscas un compañero de gym. Aunque claro, quién sabe si puede surgir algo más entre pesa y pesa…