Está en los botiquines, en los bolsos y en los abrigos que no nos ponemos desde el año pasado. El paracetamol es el rey, el comodín, uno de esos fármacos imprescindibles que vale para casi todo. ¿Dolorcillo leve de cabeza? Paracetamol al canto. ¿Un poquito de fiebre? Paracetamol. ¿Te duele la espalda? Paracetamol, paracetamol, paracetamol. Este analgésico y antitérmico, que comenzó a comercializarse en 1955 bajo el nombre de Tylenol, es uno de los más populares de las farmacias españolas. Además, hoy en día está en casi todo el mundo.

Pero no es oro todo lo que reluce. Aunque los médicos aseguran que el paracetamol es un analgésico más seguro que la aspirina (tan popular durante todo el siglo XX), puede causar muchos problemas, llegando incluso a provocar la muerte. Y el ibuprofeno, su eterno rival (aunque no sirve para lo mismo), no es mucho mejor. En Yasss te ponemos en antecedentes.

El paracetamol es el segundo principio activo más consumido en España. Se toma como caramelos, después del omeprazol, y precisamente por eso conviene saber los peligros que tiene abusar de la pastillita.

¿Cuándo está recomendado el uso de paracetamol? Está indicado para dolores de cabeza, malestar general y fiebres moderadas, aunque no está demostrado que sea útil contra la gripe o los dolores de espalda. Ahora vuelve a estar en boca de todos, ya que es el tratamiento que recomienda el ministerio de Sanidad contra el coronavirus.

Respecto a su uso, el más habitual es de forma oral, ya sea en sobres o pastillas, y cada 6 u 8 horas, en función de la intensidad de los síntomas. Y un detalle: los farmacéuticos recomiendan tomarlo en ayunas, para que se absorba mejor, y con un líquido. El mejor de todos, agua.

El paracetamol se comercializa en diferentes medidas, pero el de un gramo solo se puede adquirir con receta (igual que el ibuprofeno de 600 miligramos). Por debajo de esta medida, no tendrás problema para encontrarlo en farmacias. Se comercializa en 325 mg, 500 mg, 650 mg y 1 gramo. En cualquier caso, hay que tener mucho cuidado con no superar la dosis diaria máxima recomendada, que es de 4 miligramos al día.

Todo en su justa medida y con prescripción médica. El paracetamol, como tantos otros medicamentos aparentemente inofensivos, puede llegar a producir complicaciones o hasta la muerte. Además, ha sido sujeto de muchísimos mitos, como que tomar uno al día prevenía el desarrollo de tumores cancerígenos. Lo cierto es que, por ahora, solo se ha demostrado que tomar un paracetamol al día dobla la posibilidad de tener una úlcera de estómago, aumenta hasta casi el 70% la probabilidad de padecer un infarto o, incluso, incrementa hasta más del 60% las posibilidades de sufrir una muerte súbita.

No hay que perder el ojo a las intoxicaciones. El paracetamol en grandes dosis afecta sobre todo al hígado, y cuando es ingerido masivamente suele ser por un acto voluntario, un intento de suicidio. Las dosis tóxicas dependen de la edad, el peso, la altura y el estado de salud del paciente, aunque en ningún caso se debe superar los 7 gramos diarios. En niños, 40 miligramos pueden ser igualmente letales.

Si tienes dolor y el paracetamol puede ayudarte, está claro que puedes usarlo, siempre y cuando te lo haya indicado un médico o farmacéutico. Lo contrario es automedicación y conlleva muchos riesgos.

Lo mejor del paracetamol es que es un fármaco bien tolerado que puede combinarse con otros. Esto significa que podremos combatir más de un síntoma al mismo tiempo, aunque siempre según las indicaciones de un médico.

Ahora bien, vayamos a la pregunta de siempre: ¿En qué se diferencia el paracetamol del ibuprofeno? Como hemos dicho, ambos son analgésicos y antitérmicos, aunque el ibuprofeno es, además, antiinflamatorio. Es decir, el ibuprofeno reduce fiebre y dolor, y además ayuda con la inflamación. Por eso (y aquí volvemos a la pregunta del millón), es este último el que se recomienda para paliar los dolores menstruales.