Porque valemos pa tó aunque no tengamos ningún título que lo demuestre. ¿No se valora más la experiencia que el título? Pues eso:

1. Guionista

¿Tu bestie está atascadita/o en una conversación de WhatApp con su crush y ves que la cosa no va ni pa’ lante ni pa’ tras? Pues no pasa nada, ahí estás tú desbloqueando la situación y pidiendo pantallazos. Entonces, simultáneamente, según te van llegando las capturas vas haciéndote el guión: “No contestes”, “dile que si le apetece tomar algo”, “vale, ahora intenta hacer más plan de noche a ver qué te dice”. Vamos, ¡ni 'Los Javis' tienen tanto talento como tú con esos guiones que te marcas!

2. Detective privado

Sin llegar a nivel psicópata, solo para saber un poquito más, muchas veces uno/a se toma ciertas libertades y empieza a investigar por su cuenta a una persona (sí, a stalkear). Las redes sociales aquí juegan un papel clave y nos lo han puesto muy fácil: que si metemos un número de teléfono en Facebook para encontrar a alguien, que si vigilamos en Instagram a quién da ‘me gusta’ nuestro crush, los fav de Twitter… Sherlock Holmes a nuestro lado es un aficionado en labores detectivescas, palabra.

3. Crítico musical

¿Qué empieza un nuevo concurso musical? Pues mira, ahí estás tú al pie del cañón desde la gala uno. Entonces abres Twitter y es cuando de verdad empieza la magia: que si la canción no le hace justicia, que si en ese tono se nota que no está cómodo, que si esa versión en acústico habría ganado puntos… Mira chaval yo inspiré a Risto Mejide, ¿me entiendes?

4. Nutricionista

Tanto Google y tanto seguir a un montón de cuentas fit en Instagram nos ha convertido en auténticos expertos de la alimentación. Ahora todos sabemos (o pensamos) que para adelgazar la proteína y el hidrato no se mezclan, que el aceite engorda, los frutos secos son buenísimos, que la chía en una maravilla. Que hay veces que te dan ganas de decir “QUE TE CALLES Y ME DEJES COMER A GUSTO".

5. Filósofo contemporáneo

Lo típico: abres Google y buscar cualquier frasecita inspiradora con la excusa de poder subir esa foto en la que sales cañón en bañador o haciendo abdominales. Aquí todos hemos buscado una excusita aunque para ello tengamos que citar a Kant, Marx o a Gabriel García Márquez.

6. Coach

Y si ayudas a tus colegas guionizando sus WhatsApps, también los animas a muerte cuando tienen un mal día o les han hecho un ghosting. Ahí estás tú, mandando audios como si no hubiese mañana y compartiendo url de Spotify o gifs de perretes. ¡Que no decaiga!