The Tripletz saben mejor que nadie cómo desenvolverse en internet y en las redes sociales. En su libro 'The Tripletz. Desnudos de prejuicios' dedican una parte enooorme al tema del ligoteo a través de cualquier app. De hecho, también le dedican un pequeño apartado a la alerta catfish, porque, las cosas como son, un poquito alerta sí que hay que estar, que hay gente muy loca (o peor, muy mala).

Hemos recopilado unos cuantos consejos (que nos contaron en el especial San Valentín de Mtmad) para que no te la den con queso cuando quieran ligar contigo a través de las redes sociales:

Stalkea: sin pasarte, claro, pero stalkea. Si sabes su nombre o su nick, búscalo en Google, y a ver qué sale. Si no sale nada... empieza a desconfiar.

Pregunta: tampoco hay que ser descarado, pero vamos, las preguntas del rollo dónde vives, dónde trabajas, cuántos años tienes, y demás, están a la orden del día. Es verdad que te pueden engañar diciéndote "pues vivo en Valladolid", y luego nada. Pero tener información te va a ayudar, sobre todo a darte cuenta de que quizás algunas cosas no encajen del todo...

Pide fotos: Y alguna fotillo, de vez en cuando pídele también. Hoy todo el mundo tiene un teléfono con cámara. Pídele que se haga un selfie para ti en el momento, o si te dice que está de fiesta, pues que te mande vídeo de la discoteca. ¿Que sale a comer? Que te mande una foto de lo la deliciosa hamburguesa que se va a meter pal cuerpo. Cualquier cosa que te permita acercarlo a la realidad.

Interactuad en redes: quizás te dé su Instagram, pero quizás esa cuenta que te ha pasado no es la suya. La única manera que tienes de averiguar que las redes que te ha pasado son suyas realmente es interactuando. Mándale un privado, fíjate en si te da like, pídele que te comente alguna foto...

Sus fotos en Facebook: si os parece bien empezar a ser amigos en Facebook, vete directamente a sus álbumes de fotos en cuanto acepte tu amistad. Si tiene muy pocas fotos o solo tiene fotos de paisajes, animales o memes... malo. Si tiene las mismas que ya te ha pasado a ti, igual de malo. Pero si tiene varias fotografías, con gente, en diferentes circunstancias y, sobre todo, publicadas en fechas muy diferentes, no deberías desconfiar.

La videollamada: ¿que no te manda fotos y no publica fotos de su cara en las redes sociales porque no le gusta? No pasa nada, pídele una videollamada. No hay escapatoria, no se puede falsear una videollamada. ¿Que te dice que no? Pues vete haciendo a la idea de que estás viviendo un catfish.