¿Estás enganchado al móvil? Las 9 pruebas que usan los psicólogos para diagnosticarlo
Lo primero que haces cuando te levantas por la mañana es coger el móvil, que es justo lo último que miraste antes de acostarte. Lo llevas contigo a todas partes, lo consultas mientras comes, cuando estás con tus amigos o con tu familia, cuando vas al baño, cuando estás cocinando o incluso mientras bailas en la discoteca. ¿Se trata de una adicción? Repasamos con una experta los indicadores que podrían ponerte en alerta.
1. Te has dejado el móvil en casa y quieres volver a por él
Sales de casa con las prisas y, a mitad de camino, como si estuvieses haciendo la coreografía de la Macarena, te tocas los bolsillos de delante y los de detrás de forma rítmica con las dos manos para comprobar que llevas todo: cartera, tabaco, llaves y móvil. Un momento, ¿móvil? ¡No llevas el móvil! Ya estás lejos de casa y llegas tarde a tu cita con ese ligue de Tinder que tanto te gusta. ¿Qué hacer? Ni te lo piensas. Aunque normalmente pasas por completo del running, de repente te sorprendes pegándote una carrera hacia tu casa.
¡Quién te ha visto y quién te ve! Tú, que por pillar cacho lo que sea, has dejado tirado a tu crush 'tinderiano' porque en realidad tu smartphone. Pues sí, puede que estés enganchado. Según María Bustamante, psicóloga especialista en recuperación de adicciones del Instituto Centta, “cuando el uso del móvil llega a afectar a otras áreas vitales, es un problema serio que hay que atender, ya que no solo afecta a la persona directamente, sino también al entorno que le rodea”.
2. Descuidas tu entorno por estar demasiado pendiente del móvil
Si te dicen con bastante frecuencia eso de "¿cómo que no lo sabías?, ¡te lo dije, pero no me prestaste atención porque estabas mirando el móvil!", puede que lo tuyo no sea despiste, sino que tu enganche al smartphone sea tal que estés pasando totalmente de tus amigos, familia y novios. La psicóloga María Bustamante lo deja bien claro: “estar constantemente conectado supone desconectar del resto y eso siempre genera conflicto para una persona y sus relaciones”. La falta de interés y la incapacidad de prestar atención a lo que ocurre alrededor serían, según la experta, señales de adicción al móvil.
3. Consultas tu teléfono constantemente a lo largo del día
Querer comprobar cuántos likes tiene esa foto que has subido hace un rato a Instagram, ver quién ha contestado al comentario que has escrito en Twitter sobre esa peli que viste en el cine o cotillear Facebook a ver qué se cuece puede que se te esté yendo de las manos si lo haces con demasiada frecuencia. “Las redes sociales crean una alternativa a las relaciones sociales que en una dimensión adecuada puede complementarla, pero no sustituirla por completo. El abuso de estas tecnologías altera e interfiere en muchas áreas que se dejan de atender, pudiendo llegar a ser una patología cuando una persona no es capaz de dejarlo porque necesita más, o cuando interrumpir esta actividad le genera molestias y ansiedad”, explica la psicóloga.
4. Tienes un deseo intenso o imparable de conectarte
Llegas a casa de un amigo y, como no te queda ni un mega en el móvil, lo primero que haces es pedirle que te pase la clave de su wifi. Necesitas conectarte y es lo primero que haces. Cuando hay un intenso deseo que hace que lo más importante sea poder usar el smartphone, puede que se trate de una adicción. Para la psicóloga María Bustamante, “el elemento esencial de todos los trastornos adictivos es la falta de control sobre determinada conducta. Al comienzo es placentera y alivia tensiones, pero luego va ganando terreno entre sus preferencias hasta llegar a dominar la vida de la persona que las manifiesta”. Palpitaciones, sensación de ahogo y desesperación cuando no se puede usar el móvil podrían ser algunos de los síntomas de adicción según los expertos.
5. Solo un ratito se convierte en un ratazo
Otro indicador de adicción al móvil que señalan los expertos es el no ser capaz de usarlo solo un ratito. Vamos, lo que te pasa cuando supuestamente te vas a comer solo una onza de chocolate pero acabas zampándote toda la tableta. Lo mismo, pero aplicado al móvil. “La imposibilidad de dejar el smartphone pasado un corto período de tiempo podría ser una muestra de que la persona está perdiendo el control del uso”, afirma la psicóloga María Bustamante. Según los estudios, los adolescentes son quienes más riesgo tienen de ser adictos al teléfono móvil ya que, al usar más las tecnologías, resultan más vulnerables.
6. Te pones a trastear el móvil cuando te aburres
Si en lugar de leer un libro, quedar con algún amigo para tomar algo o hacer cualquier otra actividad de ocio alternativa prefieres ponerte dale que te pego con el móvil, quizás estés enganchado. Que el smartphone sea a menudo el sustituto de cualquier otra actividad que podrías hacer es, según los expertos, una señal de alerta. El IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente realizado en 2017 por Rastreator indica que el 45% de los españoles entre 18 y 24 años tiene una gran dependencia de su teléfono. En el mismo informe aparece un dato muy alarmante: tres de cada cuatro españoles confiesa que no podría vivir sin su smartphone.
7. No hay quien te aguante si no puedes usar el móvil
Tú, que eres míster o miss simpatía y que no es fácil sacarte de tus casillas, te conviertes en Hulk cuando estás un par de horas sin poder mirar el móvil. La última vez que te fuiste de escapada de fin de semana, te olvidaste el cargador en casa, tu teléfono se quedó sin batería y te pusiste insoportable. ¡Qué paciencia tuvieron tus amigos! Esa irritabilidad podría ser indicador de una adicción. María Bustamante lo explica: “Como ocurre en las adicciones químicas, las personas adictas a determinada conducta experimentan cuando no pueden llevarla a cabo un síndrome de abstinencia caracterizado por un profundo malestar emocional. Tal como ocurre en el ámbito de las drogas, es difícil que un adicto conductual reconozca que lo es”.
8. Descuidas la alimentación y te quitas horas de sueño
Alguna vez puede que una interesante conversación de Whatsapp, unos sorprendentes Stories de Instagram o un polémico debate en Twitter hayan acaparado tu atención y hayas acabado olvidándote incluso de comer o te hayan dado las tantas de la madrugada dándole a los deditos. Te has despistado, le puede pasar a cualquiera. Sin embargo, cuando lo de descuidar tu alimentación o quitarte horas de sueño a causa del móvil se convierte en algo habitual, la cosa se pone más seria. "Cualquier actividad normal que resulte placentera para un individuo puede convertirse en una conducta adictiva si la persona pierde el control sobre ella, a pesar de las consecuencias negativas que genera en su vida, perturbando severamente la vida cotidiana, a nivel familiar, laboral o social, a medida que transcurre el tiempo", advierte la psicóloga María Bustamante.
9. Tu familia y tus amigos se quejan de que usas demasiado el móvil
No hay cena, comida o reunión con amigos o familia en la que no estés deslizando los deditos por la pantalla de tu móvil mientras clavas tu mirada en él como si estuvieses hipnotizado. Ni siquiera Chris Hemsworth o Kate Upton lograrían captar tu atención en ese momento. Tu novio/a, tu hermano, tu hermana, tu mejor amigo, tu padre, tu madre, tu primo y hasta tu compañero/a de trabajo te han llamado la atención más de una vez por estar demasiado pendiente del móvíl.
Quizás sea momento de pensar en desengancharse. Para ello, tampoco hace falta que dejes de usar el teléfono por completo. “Superar una adicción no supone hacer desaparecer la fuente de enganche, sino aprender a vivir con ello desde una postura de elección a otra alternativa más adecuada”, explica María Bustamante. Poner el móvil en modo avión en determinados momentos del día y pasar un poco más de las notificaciones cuando no estés pendiente de algo importante pueden ser los primeros pasos para tomar el control.