Hace unos días, publicábamos en Yasss el nuevo dilema viral, las zapatillas de deporte rosas/grises que han conseguido dividir familias, grupos de amigos y compañeros de trabajo. El pionero de este género es, como seguramente sabes, el vestido que bien podía ser negro y azul o blanco y dorado. Pero, ¿qué dice la ciencia de esta puja cromática? Tampoco ayuda el bulo extendido estos días, que dice que todo depende del hemisferio del cerebro con el que mires.

Empecemos por el principio: el bulo. La supuesta razón que se comparte en las redes dice que si las ves grises y verdes utilizas el hemisferio izquierdo de tu cerebro y eres más analítico y lógico; si por lo contrario las ves rosas y blancas, utilizas el hemisferio derecho y eres más creativo e imaginativo.

Error. No te lo creas. La ciencia tiene claro de partida que la información que percibe tu sentido de la vista llega a ambos hemisferios de tu cerebro. Es decir, la causa primigenia está aún más en el origen: tu retina. Allí es donde se encuentran los fotorreceptores, unas células responsables de transformar la luz en colores, que en realidad no son más que percepción.

Los fotorreceptores, la clave

Todos los vertebrados compartimos esta cualidad: nuestra pupila capta la luz, los fotorreceptores la convierten en impulsos nerviosos a través de los conos, que son sus células fotosensibles, y estos llegan a nuestro cerebro, que los transforma en imágenes. Este es el camino que hace cada cosa que ves. Así reconocemos formas, colores, tamaños y distancias.

Es decir, nuestra mente construye la realidad que percibimos, sí, pero todo empieza en la retina. Es como un proyector que arroja luz sobre una pantalla, donde se reproducen imágenes que percibimos si estamos a oscuras (no percibimos la proyección con demasiada luz).

La luz también entra en este juego de percepciones, así como el fondo que hay en la imagen: la iluminación en la fotografía de las zapatillas bien podría ser rosada o azulada, lo cual varía mucho el color que ven nuestros ojos. Además está el contexto oscuro en el que se fotografió, donde lo único que aparece iluminado es la zapatilla. Por supuesto existen muchas variables biológicas que también influyen en nuestros conos, como la edad o la genética del que mira.

Con lo cual, según ha demostrado la ciencia, no eres menos 'creativo' por ver la zapatilla de color gris y verde ni menos 'lógico' por verla rosa y blanca. De la misma manera, en el caso del vestido tampoco los hemisferios de tu cerebro estaban detrás, sino una combinación de mala iluminación y un contexto que hace a tus fotorreceptores comparar el color de los objetos fotografiados para terminar percibiéndolo como rosa o negro.