¿Por qué no deberías irte a vivir todavía con tu pareja (aunque os queráis mucho)?
“Estamos súper enamorados, ¡claro que estamos preparados para irnos a vivir juntos!”, repites una y otra vez sin variar la frase ni la tonalidad, como si fueses un Furby, cada vez que le das la noticia a un amigo y pone cara de circunstancia. Cuando te recuerda que solo lleváis juntos cuatro meses te transformas en cualquier personaje de Al salir de clase y lanzas frase victimizadora como si fuese un misil: “¡Qué fuerte!, ¡qué fuerte que no creas en nuestro amor, tía!”.
No montes drama. Lo cierto es que sí, estáis súper enamorados, pero también lo estaban Angelina y Brad Pitt, Antonio Banderas y Melanie Griffith, Paula Echevarría y David Bustamante… y fíjate cómo acabó la cosa. Así que, si eres una víctima reciente de Cupido y lo tuyo con tu churri está aún un poco verde, puede que aún no sea el momento de que os vayáis a vivir juntos. Te contamos por qué.
Porque en realidad estás tratando de huir de tus compañeros de piso
El piso donde vives se cae a pedacitos, los vecinos de arriba y los de al lado hacen más ruido que los colaboradores de Sálvame y tus compañeros no saben lo que es un estropajo. Estás hasta el gorro de dormir con tapones, de encontrarte con el fregadero inundado de platos sucios y de ver en Youtube tutoriales de bricolaje para arreglar todo lo que se estropea en casa.
Visto lo visto, todo apunta a que quieres largarte de ahí cuanto antes y perder a tus compañeros de piso de vista. Vamos, que puede que tu empeño por formar con tu churri un nidito de amor al que iros a vivir juntos sea una gran excusa para cambiar de aires. Sin embargo, todavía no conoces del todo bien a tu pareja y tal vez sea más desordenada que todos tus compañeros juntos.
Porque aún no habéis discutido
Un factor muy importante a tener en cuenta de cara a la convivencia es el de conflicto. El psicoterapeuta Denis Pascon explica que “antes de irse a vivir juntos es bueno que los novios hayan discutido un poco más para conocerse mejor”. No se trata de que seáis una canción de Pimpinela, pero lo de que hayáis tenido ya vuestros debates puede venir bien.
Según el experto, las parejas que tienen más conexión consiguen hacer que sus discusiones sean más fluidas y ligeras, alivian la tensión con un chiste o saben conectar con lo que siente el otro sin encerrarse en sus posiciones. Para Pascon “cuando las parejas se aproximan al fin de su historia no tienen ese factor de complicidad. Uno acusa, el otro se bloquea. Uno evita, el otro se enfada. Las dos personas se convierten en una versión barata de sí mismas y repiten el mismo mecanismo una y otra vez”.
Porque puede que no tengáis la suficiente complicidad
El psicoterapeuta Denis Pascon asegura que la complicidad que tenga una pareja es determinante para decidir si irse a vivir juntos o no hacerlo. Y no, la complicidad no va de que uno sepa completar las frases del otro, no estáis en Pasapalabra y además sería un auténtico cuadro que hicieseis eso.
“Da igual la relación afectiva que tengas… abierta, monógama, a tres o a dos. El pilar fundamental es siempre la conexión”, explica Pascon. El experto afirma que “ese momento en el que ves tu pareja se está mordiendo los labios y sabes que se debe a que está preocupado por su trabajo, o ese otro instante en el que os miráis y os reís a la vez porque os habéis leído el pensamiento son señales de complicidad”. Si tú conectas más con el WhatsApp que con tu novio/a, casi mejor que esperes antes de dar el paso de iros a vivir juntos. Lo mismo estás más enamorado del emoji de la flamenca o del de la berenjena y ni te habías dado cuenta.
Porque os vais a ver todos los días
Lo de que tu pareja y tú os vayáis a vivir juntos tiene una gran ventaja: no vais a tener que cuadrar vuestras agendas para veros. Y es que, aunque os queréis mucho, tenéis una vida social que ríete tú de la de Paris Hilton, así que a veces os cuesta mucho quedar. Sin embargo, cuando os veis lo hacéis con muchas ganas.
Decidir vivir en pareja va a hacer que podáis estar juntos mucho más tiempo, pero eso a su vez puede hacer que la pasión y las ganas de veros ya no sean las mismas. Aburrirse el uno del otro tan rápidamente sería sinónimo de que vuestro enamoramiento no era tan heavy como pensabais. Antes de dar el paso a la convivencia, mejor que os veáis un poco más a menudo.
Porque no os conocéis del todo bien
“Las parejas que empiezan a convivir aprovechando la ola de entusiasmo inicial y cierta fantasía romántica se exponen a un peligro muy grande llamado realidad”, afirma Denis Pascon. El psicoterapeuta explica que es necesario conocerse muy bien antes de dar el paso de irse a vivir juntos.
Lo de conocerse va mucho más allá de los inesperados pero a la vez clásicos pelos en el lavabo, pis fuera del inodoro, ropa tirada por toda la casa o ronquidos en mitad de la noche… “Antes de la convivencia es importante saber cosas como qué es lo que hace que tu pareja se sienta triste, qué es lo que le enfada, qué le gusta hacer el fin de semana, cuáles son sus miedos o qué le preocupa”, recomienda Pascon.
Recuerda, no estás en el plató de Mujeres y Hombres y Vicerversa, así que no dejes que el huracán de hormonas y sentimientos sea el que tome la decisión a la hora de formar nidito de amor. ¿Y lo que ibas a echar tú de menos el salseo con tus compañeros de piso, qué?