China, Los Ángeles y Tailandia a las órdenes de los mejores coreógrafos: así ha sido la nómada vida de Lola índigo
Lola es el ejemplo de esos talentos que tienen que salir de España para formarse y ascender en su carrera profesional, en un mundo tan competitivo como la música
De su etapa en China guarda muy buenos recuerdos y un aprendizaje esencial en su carrera que ahora está dando sus frutos
La popularidad de Lola Índigo, Mimi para el mundo del artisteo, no para de crecer. Los fans la adoran. Está en racha. No para de sacar éxitos, y es probable que la escalera hacia la explosión de su talento todavía continúe unos cuantos años más. Hace poco hemos sabido que quiere tener su propia marca de ropa urbana y abrir así su propia imagen a otros horizontes creativos y empresariales. También hemos repasado en Yasss algunas de sus colaboraciones más interesantes con otros artistas, y la relación tan complicada y un poco tóxica que ha vivido con su propio cuerpo durante unos cuantos años.
¿Hay una Mimi-Índigo-Diosadelbaile antes de todas estas facetas, cada vez más conocidas, de una de las artistas españolas que más nos gusta?
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La nómada
Mimi no lo ha tenido nada fácil antes de su espaldarazo público: varios discos de platino, el premio MTV a la artista europea del año y hace menos de una semana, su fichaje para un nuevo talent show de TVE, ‘The Dancer’, que se dedicará a buscar a futuras estrellas del baile en el desierto de lo real, como diría el filósofo Slavoj Žižek.
Las mieles de la fama le han llegado después de muchos años de picar piedra y dar vueltas por ahí, como diría ella en alguna entrevista para referirse a la difícil situación de todos esos artistas que tienen que salir de España para que su carrera comience a coger un rumbo definido. Su caso es el ejemplo perfecto: ascender desde lo más bajo y sin ningún tipo de apoyo y coronarse con temazos que seguirán sonando mucho tiempo en nuestra cabeza y nuestro cuerpo.
Allá por 2017, con solo 18 años, una profesora con cara de pocos amigos la convierte en una de las expulsadas más famosas del que es uno de los mejores talent show en nuestro recuerdo: ‘Fama, a bailar’. El alfilerazo de la muerte no tuvo contemplaciones para destrozarla: ‘Estorbo’. ‘Estás fuera’. ‘No sigas’. Pero Índigo es pura resiliencia, y salió dignamente del escenario mientras miraba a los jueces con cara de ‘Lamentaréis este error’.
Desde luego, no volvió con las orejas gachas esperando recuperar el tiempo perdido. Todo lo que aprendió en esa expulsión le sirvió seguramente para tomar una de las decisiones más importantes de su vida profesional: irse de España a buscarse la vida en las pistas de baile de todo el mundo. De su ‘exilio’, primero a China, habló en una entrevista reciente a El Mundo. Ante la pregunta de qué fue lo que más le costó de tomar una decisión así en un momento de incertidumbre total en su vida, recién expulsada del ‘Fama’, Índigo es taxativa:
“Me costó, pero no por el miedo. Yo no tenía nada y cuando no tienes nada, no tienes nada que perder. Aquí en España había una crisis brutal, empezaron a cerrar las escuelas de baile donde yo trabajaba y qué otra cosa podía hacer. Cuando la gente se queja digo: bro, si aquí no hay trabajo pues vete a buscarlo a otro país. Yo no tenía límites ni miedos. Mi único problema era una cosa de verdad importante que era la salud de mis familiares. En ese momento la situación en mi familia estaba complicada y tuve que esperar.”
Al fin del mundo
La primera parada fue China, un primer tramo revoltoso y complicado, según sus declaraciones. “Averiguar, solucionar, tener recursos para salir del paso. Algunas situaciones límite”. Según cuenta, llegó a verse en la necesidad de ir tirando con el dinero justo. Lo ha contado muchas veces en sus encuentros con los medios a raíz de bombazos como ‘Akelarre’ y el crecimiento de su impronta musical y su estilo con un fuerte componente feminista y empoderador. ‘Ya no quiero na’, uno de sus temas bomba, lleva casi 87 millones de visualizaciones en Youtube.
Hubo también momentos felices en el país del sol naciente, como cuando recuerda el enorme espíritu típico del karaoke al que asocia ‘Ya no quiero na’.
"He ido bastante a karaokes. En China todo el mundo canta bien porque son expertos. Ellos tienen una sala propia para estar bebiendo en su propio reservado. Lo tengo como una vida pasada", cuenta.
La etapa de China es definitoria para su carrera posterior. Bregar, luchar contra todo, buscarse las lentejas con la rabia entre los dientes sin esperar que nadie venga a sacarle las castañas del fuego o a darle una palmadita en la espalda. En ese periodo nómada, su idea era tratar de reconducir su carrera, y para eso, Mimi necesitaba aprender de otros artistas, más concretamente, de los mejores. Los siguientes años, consiguió trabajar a las órdenes de coreógrafos de gigantes como Jennifer Lopez, Niki Minaj y Beyoncé. Dominado el saludo al sol y el arte de sorber noodles, Mimi se marchó a Los Ángeles, ciudad de la que parece guardar un recuerdo un poco más amable.
“Allí aprendí a amar el arte. Aprendí que hay mucha gente que hace las cosas con mucha pasión y sin esperar demasiado a cambio. Y aquí en España, cuando volví, me quedo con tener el valor para empezar de cero. Yo tenía una estabilidad económica en China que no podía tener en España”.
Pasó también por Tailandia durante unos meses, sin apresurarse en todo ese conocimiento que iba adquiriendo, siempre a las órdenes de los mejores.
“En España el trabajo no está tan bien pagado como en China pero vine porque llegué a un punto en el que sentía que no podía avanzar más profesionalmente. Tuve el valor de decir: sé que voy a cobrar 50 pavos la noche por bailar en la Joy Eslava, pero necesito volver a empezar”.
Mimi es mucha Mimi, y parece que nunca va a rendirse. No importa si la cuenta corriente está vacía o llena, si los éxitos profesionales siguen o algún volantazo vuelve a derribar todas las piezas. Ella es resiliencia pura.
“La frase que resume todo lo que me ha pasado es: creer es crear. Si tú crees en lo que haces y en tu destino, al final lo transformas y creas una realidad”, comenta en una entrevista.
Brava.