Carlota Corredera se retiraba del plató, las luces se hacían más tenues y bajo el vuelo de un Ave Fénix que irrumpía en escena a través de la pantalla gigante, brotaba con fuerza la voz de María José Llergo, 'Rocío: contar la verdad para seguir viva'. Al terminar su actuación, la cordobesa agradeció al programa su labor: "Gracias al equipo por todo lo que estáis haciendo, es muy importante visibilizar el problema de la violencia de género y acabar con él. Gracias a Rocío por ser tan valiente".

Pero ese no fue el único mensaje que lanzó la cordobesa en el plató de Telecinco, ya que el tema que interpretó, 'Tu piel', está cargado de significado, tal y como ella misma ha explicado. La canción salió el pasado mes de diciembre y llega después de un primer disco, 'Sanación', que incluye siete temas compuestos por ella misma para relatar su proceso de curación emocional sin dar la espalda al compromiso social, algo esencial en su música y en su vida.

En una entrevista con El País en 2019, antes de saltar a la fama, Llergo explicaba que tiene claro lo que no quiere en su música: ni hablar de letras machistas, no cree que estén justificadas bajo ningún concepto, y tampoco apoyaría nunca en sus letras el consumo desaforado. Además, sabe qué quiere reivindicar: la necesidad de poner los pueblos pequeños sobre el mapa (ella es de Pozoblanco) para evitar el éxodo rural y la importancia de acabar con los estereotipos que se tienen sobre el pueblo gitano.

En 'Tu piel', María José habla de "la pérdida de valores que se produce cuando se prioriza la apariencia por encima de la esencia" y sobre la importancia que se le da al dinero; poniendo de manifiesto que lo importante es mirar más allá de la piel de la persona y fijarse en su interior, en la complejidad que todos tenemos y que nos define mucho más que el color de nuestra piel, nuestra belleza, nuestros rasgos físicos o el dinero que acumulamos en nuestra cuenta corriente. No podemos reducirnos a la apariencia, lo que hay debajo de ella es mucho más grande. Una parte del ser imprescindible, mucho más allá de la imagen o del color de la piel", explica la cantante en declaraciones a Sony.

A María José Llergo el amor por el flamenco le viene de su abuelo Pepe, al que definió en la charla con El País como "un hombre de campo" que le enseñó "lo importante de la vida, aquello con lo que caminas a lo largo de tu existencia". Muchos la consideran "la nueva Rosalía" y afirman que será "la renovación del flamenco", ella por ahora está centrada en seguir componiendo su música y en darse a conocer.

Mucha gente ya tiene grabada su voz y su imagen en la mente gracias al poder de la publicidad, ya que es la chica que protagoniza el anuncio viral de Cruzcampo, donde una 'resucitada' Lola Flores lanza un mensaje para revindicar el 'poderío', el acento y las raíces. Con 27 años recién cumplidos, un primer disco a sus espaldas, un anuncio junto a La Faraona y muchas ganas de seguir creando y creciendo, María José es una de las grandes promesas del flamenco.

Como si el cielo llorase, como si el suelo quemase

Como si se me clavase (oh)

Cien cuchillitos de agua, riegan mis flores de encaje

Y en cada una de ellas una lágrima de sangre (ah)

Como si el cielo llorase, como si el suelo quemase

Como si se me clavase (ah)

Cien cuchillitos de agua, riegan mis flores de encaje

Y en cada una de ellas

Lo quе hay debajo de tu piel no еs simple

Lo quе hay debajo de tu piel no еs simple

Lo que hay debajo

Lo que hay debajo

Lo quе hay debajo de tu piel no е' simple

No, no es simple

Tu corazón vacío y tus bolsillos llenos

To' el mundo quiere ser rico, nadie quiere ser bueno

No existe nada que compre un corazón sincero

Me da lástima del pobre que solo tiene dinero

Lo que hay debajo de tu piel (¡lástima del pobre!)

Que solo tiene dinero, que solo tiene dinero

Lo que hay debajo de tu piel, no es

To' el mundo quiere ser rico, solo tú quieres ser bueno

Lo que hay debajo de tu piel no es simple

Lo que hay debajo

Lo que hay debajo

Lo que hay debajo de tu piel no es simple

Lo que hay debajo

Lo que hay debajo