Histórica es como se ha determinado que ha sido la borrasca 'Filomena' y épicas están siendo ahora sus consecuencias. Toda la nieve que vimos maravillados desde las ventanas y con la que disfrutamos por las calles y de esos momentos únicos que cargaron de memes las redes sociales, nos ha dejado ahora un paisaje helado por el que caminar sin resbalarse o caerse es complicado.

Tanto es así que la factura de 'Filomena' y el frío extremo de los sucesivos días (con temperaturas por debajo de los diez grados bajo cero) han convertido las calles en pistas de hielo y las urgencias traumatológicas en un punto demasiado recurrente de encuentro. Lo que se recomienda ante este panorama tan congelado es quedarse en casa para evitar complicaciones, pero si no hay más remedio que salir desde luego que hay que poner todos los sentidos para no besar el suelo.

Y, aunque los negacionistas de la nieve han hablado que todo ese manto blanco que cayó y cubrió ciudades enteras no era real, lo cierto es que cruzar las carreteras y aceras que todavía no han sido limpiadas, se ha convertido en un deporte de riesgo extremo. Tanto es así que celebramos el ir al super y volver intactos como todo un acontecimiento, como si hubiéramos ganado unas Olimpiadas salvando caídas y obstáculos de vértigo.

En caso de que alguna de las salidas que sin remedio hayamos hecho haya terminado con final feliz, no quiere decir que nos confiemos. El hielo está ahí fuera y por lo pronto va a estar una temporada larga (hasta que todo se limpie y vuelva a la 'normalidad'). Lo más recomendable: es no pasearse mucho o perfeccionar una técnica que la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (Secot) ha explicado para sortear las caídas y andar más seguros.

Su truco para no resbalar con el hielo es el de caminar como un pingüino, es decir, con pasitos cortos y el cuerpo un poco adelantado, de forma que el peso caiga sobre el pie que avanza y que este se apoye de plano, con toda la planta del pie a la vez. La técnica aunque suene un poco a chiste es de lo más sencilla y junto con un calzado que dé buena sujeción (con suela de goma antideslizante) podremos salir a la calle y sentirnos más seguros.

Ahora bien, ¿cómo hacer bien esta técnica de caminar como un pingüino? La Secot lo ha explicado, aunque es bastante fácil de imaginar... Solo hay que pensar cómo anda un pingüino: "Con los brazos sueltos y extendidos para ayudar a mantener el equilibrio, caminar despacio con pasos cortos y sin andar de puntillas, apoyando toda la planta del pie. Es importante también inclinar un poco el tronco hacia adelante para mantener un centro de gravedad sólido y no perder el equilibrio". El resultado, una visión un tanto cómica de paseantes, pero segura para evitar caídas.

Del mismo modo y, ante la magnitud de la nevada en todo el país y de las temperaturas tan bajas que hacen que se forme el hielo, también la Secot ha hecho extensibles otras recomendaciones para evitar las posibles caídas y otros problemas más graves derivados de ellas.

Entre los consejos que han dado a los ciudadanos están el mantener las entradas de las casas, portales, rampas y escaleras libres de nieve lo antes posible para que no se transforme en hielo y aconsejan el uso siempre de guantes para no tender por el frío a meter las manos en los bolsillos. ¿Por qué dicen esto último? Básicamente porque con ellas extendidas guardamos más equilibrio o, en caso de una caída, sirven para frenar el golpe. Vamos, que estos días no haremos una marcha elegante por las calles, pero por lo menos iremos seguros.