Cualquier fan de Harry Potter que se precie sabe perfectamente de que le están hablando si alguien menciona un "Avada kedavra" o un "Expelliarmus". Y ni qué decir tiene si empezamos a hablar de una asignatura tan esencial como es la de pociones, impartida por el profesor Severus Snape en Hogwarts. Algunas de las pociones más famosas de la saga y que seguro que te suenan son el elixir de la vida eterna, Crecehuesos, el filtro de paz, el filtro de muertos en vida, la poción multijugos, Felix Felicis o la poción agudizadora de ingenio, entre muchas otras.

Las pociones o pócimas (del latín 'potio', que significa 'bebida') son justamente brebajes mágicos preparados en un caldero y siguiendo paso a paso la receta con sus ingredientes concretos. Han sido descritas a lo largo de la Historia en leyendas y diferentes culturas como bebidas mágicas que sirven para curar, hechizar o envenenar a su consumidor. Y por supuesto, solo los brujos y magos son capaces de realizarlas.

En la saga de Harry Potter la asignatura de pociones es fundamental en todos los años que se cursan en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y quienes son expertos en el arte de cocinar y preparar las pociones son llamados maestros de pociones o pocioneros. Además, todas las pociones varían en color, efectos, modo de preparación, dificultad e ingredientes necesarios. Y si el mago no la prepara bien, tendrá sus consecuencias, como le ocurrió a Hermione Granger al usar un pelo de gato por error en su poción multijugos, acabando parte de ella transformada en un felino. Además, algunas de ellas se pueden convertir en venenos si se preparan mal o en un caldero sucio.

Por supuesto, existe un equipo imprescindible para un mago a la hora de preparar pociones y los alumnos de primer curso deben comprar todas las herramientas al completo en el Callejón Diagon. Los objetos imprescindibles para hacer pociones son el caldero (de cobre, latón, plata o peltre), una balanza de latón, un mortero con un majadero, frascos de vidrio o cristal y la varita. Y algunos de los ingredientes más usados son acónito, asfódelo, sangre de dragón, alas de hada o huevos de doxy. Aunque si ya has probado a fabricar tus propias pociones ya lo sabías.

¿Eres un auténtico chef en la cocina? Entonces seguramente lo seas también en pociones, ya que la asignatura consiste en seguir las recetas al pie de la letra con el fin de obtener un brebaje mágico que aporte poderes, transforme cosas o envenene a un enemigo. ¿Crees que superarías un examen del mismísimo Severus Snape? Pues juega a este test sobre pociones que te hemos preparado y pon a prueba tus conocimientos mágicos.