Internet está hasta arriba de páginas que prometen una explicación para los sueños, a los que describen como “símbolos” de los deseos o experiencias vitales. Soñar que se nos cae el pelo, por ejemplo, puede ser un aviso de estrés o, simplemente, que empezamos a clarear en la zona de la frente y tememos quedarnos calvos. En Yasss trataremos de ayudarte, para que decidas cuál de las dos explicaciones encaja mejor contigo.

Todos hemos tenido un sueño que nos ha obsesionado, contase este lo que contase. Hay sueños costumbristas, que describen un domingo en casa o una tarde sentados al sol en una terraza, y otros mucho más abiertos y abstractos, pero la verdad es que casi siempre tienen un componente metafórico: hay una imagen, un símbolo en lo que hemos visto. Hay un mensaje escondido, aunque no tengamos las claves para descifrar qué quiere decir.

Los estudios sobre los sueños se reparten en el tiempo y el espacio desde hace más de 3.000 años. En Egipto se han encontrado jeroglíficos que representan sueños premonitorios, y en la antigua Grecia también se estudió y rindió culto a los sueños. Muchas sociedades creían que anunciaban el futuro, y tener una pesadilla era el peor de los augurios.

Hoy, pocos mueren por una pesadilla, pero siguen siendo muy molestas. ¿Quién no se ha despertado alguna vez en mitad de la noche, empapado en sudor y con el corazón a mil por hora? Estos sueños suelen ocurrir en la segunda parte de la noche y son vívidos e inquietantes. Sin embargo, ¡buenas noticias! A veces son evitables, si rechazamos los factores que pueden desencadenarlas: entre ellos, cenar mucho y tarde, el estrés y el alcohol o las drogas.

Pero volvamos a los sueños y a la pregunta principal, ¿muestran nuestros verdaderos anhelos? Freud, uno de los primeros autores que estudió lo onírico desde la psicología, aseguró que sí. Al checo le encantaba escribir sobre deseos reprimidos y traumas, y en su texto ‘La interpretación de los sueños’ recalcó que los sueños son expresiones del inconsciente, representaciones de frustraciones y anhelos.

Su discípulo Carl Jung tenía otra opinión. Para él, los sueños tienen sentido simbólico y son manifestaciones puras del Inconsciente. Jung aseguró que todos compartimos unos símbolos que son heredados, pero que en cada uno tienen un significado diferente, y los llamó arquetipos. Tras años de estudio, demostró que esos símbolos inconscientes se repiten en todo el mundo, desde hace miles de años en todos los cuentos, cuadros y sueños.

Para tratar de interpretar su significado propuso varios métodos, que los psicoanalistas conocen y en los que se basan para dar sentido a los sueños de sus pacientes. En Yasss te proponemos una versión casera para la que solo necesitas papel, boli y no perderte en los siguientes pasos:

1. Piensa en las imágenes o elementos que más te hayan llamado la atención en tu último sueño (una nube con forma curiosa, el paisaje o sala donde tenía lugar, los zapatos de una persona importante en la acción etc.) y escríbelos.

2. Después, escribe aquello a lo que te remite ese elemento. Puede ser una emoción, una acción o una persona, pero no debe ser más de una palabra. Elige la asociación que más te sacuda: lo que para ti evoca una cerradura no tiene por qué ser lo mismo que se me ocurre a mí.

3. Piensa en lo que esa asociación puede decir sobre tu día a día, pero evita las opciones simples. Puedes estudiar los arquetipos de Jung y tratar de darle explicación a tus asociaciones a partir de ellos: él describe personajes como la inocente doncella, el padre autoritario, el valiente héroe, el bufón con conocimientos ocultos, el viejo sabio o la madre cuidadora. Estos símbolos son universales y están en todas las historias, también en las de tu cabeza.

Piensa: un policía no es solo un puesto de funcionario, es un símbolo universal de autoridad. En tu sueño, ¿el héroe se rebela contra el policía? Si es así, quizás tenga problemas con una norma, ¿o es con el policía en sí, con el símbolo del padre? ¿Has tenido recientemente un problema con una figura autoritaria, o te cuestionas alguna norma que consideras injusta? Juega con las diferentes opciones y déjalas todas por escrito.

4. Deja reposar estas asociaciones varios días, tratando de buscar equivalencias en tu día a día. Cuando vuelvas a ellas, evita las asociaciones que sean más aduladoras: un sueño inconsciente debería decirte algo nuevo sobre ti.