Logo de yasss
Saber

yasss

¿Está mal practicar sexting? La intimidad en la era millennial

yasss.es 16/04/2018 10:37

El término sexting nace de la combinación entre sexo (sex) + enviar mensajes por el móvil (sextexting, pero como la tecnología avanza rapidísimo, los SMS eróticos se han transformado en selfies y videos que viajan a través de cualquier red social. Esta práctica se ha vuelto muy común entre jóvenes y no tan jóvenes, aunque es cierto que los millennials son los que más partido le sacan. Lo curioso es que todo el mundo conoce los numerosos riesgos asociados a compartir fotos eróticas en Internet, pero es como si la mente desconectase mientras el dedo pulsa el botón de “enviar”.

¿Entonces por qué hacemos sexting si sabemos que es peligroso? Hay diversas investigaciones que han estudiado este fenómeno para encontrar cuáles son sus causas o antecedentes y han revelado gran variedad de factores que seguro que te suenan.

El sexting para demostrar nuestra autoaceptación: bien

Por un lado, hay ciertas motivaciones que podrían considerarse “sanas” a la hora de practicar sexting, como por ejemplo explorar nuestra sexualidad, conocer nuestros límites, divertirnos y ensalzar nuestro amor propio. Cada vez es más común que la gente envíe fotos eróticas a un amigo sin ninguna connotación sexual -simplemente "por las risas"-, o que la desnudez se comparta en redes sociales a las que tienen acceso cientos de personas como una forma de demostrar nuestra autoaceptación y de ensalzar la diversidad y la belleza. Estos casos dan pie a un debate sobre qué define lo erótico: ¿Estamos ante nuevas variedades de sexting porque en las fotografías salimos ligeros de ropa o simplemente se trata de una forma de compartir nuestra creatividad ya que la intención no es sexual?

El sexting bajo presión: mal

Aunque nos hablan constantemente sobre el peligro que supone que difundan nuestras fotografías sexuales, hay otros riesgos más sutiles para la gente que practica sexting. En estos casos entran en juego causas o antecedentes diferentes a los que hemos visto antes, ya que hay personas que practican 'el arte del sexting' porque se sienten presionadas para enviar una foto erótica, porque tienen problemas de autoestima y buscan la aprobación de los demás, o incluso porque sienten dificultades a la hora de mantener relaciones sexuales “en vivo” y utilizan esto como un sustito. En estas situaciones, el sexting no es la solución sino un parche transitorio ya que detrás de él se esconden problemas como una relación tóxica, una falta de amor propio o dificultades en las habilidades sociales. Si te has sentido identificado y practicar sexting. Eso sí, una cosa es mandar una foto erótica y 'rayarte' momentáneamente por si a la otra persona se le va la pinza y la comparte, y otra cosa es sentir ansiedad, inseguridad y miedo, en cuyo caso deberías ponerte en manos de un profesional.

¿Ha cambiado el concepto de intimidad en la era millennial?

Los tiempos cambian y la sociedad avanza, y es bastante evidente que el concepto de intimidad y privacidad ha variado en los últimos años. El auge de las redes sociales, en las que se puede compartir desde lo que has desayunado hasta la hora a la que has ido al baño, ha hecho que nuestro día a día pase a ser público si lo deseamos. Aun así, la privacidad ni ha muerto ni está de capa caída como muchos dicen. Simplemente se ha adaptado a lo que hoy en día toca vivir.

Es cierto que algunos aspectos que antes se consideraban “íntimos”, ahora se comparten con los seguidores de Instagram, con los contactos del WhatsApp y con los amigos de Facebook, y dentro de esos aspectos entra en juego la sexualidad. Hace 50 años era raro el que no llegaba virgen al matrimonio, hace 5 años era raro el que llegaba virgen a los 20, y ahora lo raro es no haber visto una foto sugerente de tu ligue. ¿Es esto malo? No tiene por qué, siempre y cuando se actúe con cabeza, de forma respetuosa y conociendo las posibles implicaciones de nuestros actos.

Dar visibilidad a la sexualidad no tiene nada de negativo, igual que no tiene nada de negativo practicar sexting y, sobre todo, si la otra persona respeta tu derecho a la privacidad. Esto quiere decir que el argumento de “ha mandado esa foto, así que se expone a lo que pueda pasar después” no tiene ningún sentido. Aunque los límites de la intimidad ahora son más amplios, el derecho a que respeten tu privacidad es inquebrantable.

Por tanto, practicar sexting, para tu sexualidad o para tu intimidad, siempre que respetes a la otra persona y no descuides tu salud mental. Disfruta del sexo seguro, ya sea “face to face” o vía Facebook.