Este fin de semana vas a aprovechar para, por fin, hacer tu primer viaje en moto. Llevas un tiempo desplazándote entre localidades, haciendo pequeñas distancias y usando el vehículo para moverte entre el trabajo y tu casa, pero nunca te habías atrevido a dar el paso y viajar durante varios días. Ahora, aprovechando esas vacaciones que no te habías pedido, has decidido comprobar si realmente tienes madera de motero y te has puesto manos a la obra, dispuesto a organizar el viaje de tu vida. El problema es que no sabes por dónde empezar.
En general, cuando montas un viaje hay una serie de preguntas a las que tienes que responder. Para empezar, de cuánto tiempo y dinero dispones, pero también por qué medio de transporte vas a optar y qué caminos vas a usar. En este caso, está claro que lo harás en moto, pero de nada sirve tener el transporte si no contamos con el dinero para la gasolina o la estancia, o si nos vamos a meter en carreteras imposibles de transitar en estas fechas. En realidad, estas preguntas están muy relacionadas entre sí, pero conviene plantearlas por separado para tener todo el viaje tan atado como sea posible.
Por eso, en Yasss te traemos algunos consejos que pueden resultarte útiles antes de lanzarte a la carretera. Responde estas preguntas y te prometemos un primer viaje en moto mucho más seguro.
No todo el mundo puede hacer el mismo número de kilómetros diario, y ni siquiera la misma persona pilotará lo mismo todos los días: este número depende de factores como la moto, el estado de las carreteras, el tiempo o el ánimo y la habilidad del conductor. Unos 300 kilómetros diarios serían más que suficiente para un primer viaje; después vendrán muchos más, así que no tengas prisa.
Esta pregunta lleva inevitablemente a otra, el combustible. Una multiplicación sencilla te dirá que, para un viaje de dos días, tendrás con 600 o 700 kilómetros; añádele un 15 o 20% de reserva, por si te encontrases con algún problema en el camino (estado de las vías, desvíos repentinos u obras que añadan distancia a tu trayecto) y déjate llevar.
Las paradas en el camino son muy necesarias y hay que tomárselas en serio. Los expertos recomiendan parar cada hora y media o dos horas, independientemente del número de kilómetros que vayas a hacer en el día, para descansar. Da igual si te quedan cinco horas de trayecto o diez minutos: parando evitarás riesgos, caídas y accidentes innecesarios. Aunque creas que puedes aguantar, hazte a un lado y baja de la moto.
Lo mejor es realizar algunos estiramientos, para que el cuerpo se despeje, y viajar con las horas de luz. Ganarás en visibilidad y calma, ya que es probable que las vías no estén tan congestionadas.
Antes de salir de casa, comprueba que tu vehículo está en perfecto estado. De esta forma, ganaréis en tranquilidad tú y otros usuarios de la vía, que no se verán involucrados en accidentes potencialmente peligrosos. Deberás fijarte en:
Además, tendrás que hacerte con un kit de mantenimiento básico que llevar en la moto, para usarlo en caso de que (dios no lo quiera) tengas algún problema en el camino. En esa bolsa tendrás que llevar todo lo necesario para reparar pinchazos, alambre, cinta aislante y americana, destornilladores, martillo, lubricante, llave inglesa, navaja, alicate y un miniarrancador de batería, por si acaso. En un taller mecánico te recomendarán de forma personalizada lo que necesita tu vehículo.
Todo lo que metas en tu mochila dependerá del destino al que vayas, pero en la moto siempre conviene ir ligero de equipaje. Si eliges prendas útiles y comodines, menos puede ser más. Evita llevarlo todo cargado a la mochila y opta por una opción que te permita maniobrar mejor, como una maleta extensible o una bolsa de depósito, con la que viajarás mucho más cómodo.
Ahora bien, eso no significa que no debas ir protegido mientras conduces: recuerda que durante el trayecto debes llevar una chaqueta, pantalón, calzado y guantes homologados, para evitar disgustos después. Cuanto más protegido vayas durante el viaje, ¡más disfrutarás de tu estancia!